Robert Navarro, talento y compromiso al servicio del equipo

La de Robert Navarro en el Cádiz es una historia lenta. De amor, pero muy progresiva en cuanto a rendimiento. La calidad del futbolista siempre ha estado fuera de toda duda. Su facilidad para encarar, regatear y sortear rivales era y es asombrosa, pero el encaje de sus habilidades en el equipo siempre estuvo en duda bajo el liderazgo técnico de Sergio González. El entrenador catalán le dio oportunidades y minutos a un jugador que buscaba regularidad en la máxima categoría tras salir cedido de la Real, pero no le dio el contexto adecuado para que explotase sus habilidades. Pinceladas, sí, pero nada de continuidad en su nivel y, en ocasiones, con la sensación de molestar a la ideología futbolística del ya ex técnico amarillo.

El guion de la película cambió por completo con la llegada de Mauricio Pellegrino al banquillo. El argentino vio en el extremo a ese jugador que necesitaba el Cádiz para desatascar el bloqueo que sufría el equipo. Le dio confianza, regularidad y galones en el frente ofensivo, y Navarro respondió con grandes actuaciones y asociándose cada partido mejor con compañeros como Juanmi, Alcaraz, Maxi Gómez o Kouamé.

Sin embargo al atacante le faltaban cifras para comenzar a redondear su tremenda aportación sobre el campo. Y ese premio llegó en el momento más importante. Robert Navarro amansó el esférico con un control exquisito para, posteriormente, fusilar a Batalla y hacer la diana de la victoria ante el Granada. Un tanto que se fue cocinando durante la semana gracias al compromiso del futbolista por estar al máximo de cara al trascendental duelo.

Así lo contó en la rueda de prensa ofrecida tras el choque. Navarro narró que pidió a su madre que lo recogiera de Almería, ciudad en la que había finalizado su concentración con la selección sub21 de Santi Denia, para poder llegar al entrenamiento del miércoles con el Cádiz. Esa opción no fue posible, por lo que recurrió a hablar con Manuel Vizcaíno. «Era mejor entrenar dos días, así que quiero agradecer al club que me pusiera un chófer durante la noche para poder llegar al entrenamiento del día siguiente».

Una acción que demuestra el compromiso, la implicación y la profesionalidad de Robert Navarro con el Cádiz. A pie de campo y a los micrófonos de DAZN aseguró que «este gol va para todos los compañeros y para el staff técnico, que me cuidan como a un hijo y siempre me están diciendo que tire, que tire«. Sin duda, una relación que ha cuajado de forma maravillosa con el paso de las jornadas y que todas las partes esperan que se cierre con el mejor de los finales: la permanencia del Cádiz en Primera División.