Cádiz - Racing de Ferrol
Rober Correa regresará a Carranza
El lateral derecho pacense fue un fijo para Cervera, que solo lo castigó a la grada una vez tras un incidente con un parquímetro
Correa celebra un gol de los cinco ese año ante el Elche en la 18/19 en Carranza.
El excadista Rober Correa (Badajoz, 29 de septiembre de 1992) vestirá esta temporada la camiseta del Racing Club Ferrol, por lo que volverá a Carranza el domingo 15 de septiembre. El futbolista, que puede actuar tanto de central como de lateral diestro, ya está a las órdenes de Cristóbal Parralo tras firmar hace un par de días.
Correa se formó en las categoría de base del Rayo Vallecano, con el que debutó en Primera División, el carrilero pasó con posterioridad por las filas del RCD Espanyol, Elche y Cádiz CF antes de recalar en la SD Eibar, en la que militó en las últimas cinco temporadas.
Rober Correa ha disputado un total de 165 partidos en el fútbol profesional. Su polivalencia permitirá reforzar dos posiciones en las que los problemas físicos de Erick y David Castro, así como del recientemente lesionado Aitor Buñuel, habían dejado al equipo momentáneamente descompensado.
Su estancia en Cádiz
Al Cádiz CF llegó en el verano de 2017, con el equipo de Cervera en Segunda y tras jugar el 'play off' de ascenso ante el Tenerife donde cayó 'la banda' en la cerca de la orilla del ascenso
Su primer 'rival' en la banda era Carpio, que lo relegó al banquillo buena parte de una temporada en la que no le acompañó la suerte dado que cuando el salmantino se lesionó él también se encontraba en la enfermería teniendo Cervera que tirar de Servando para cubrir el carril diestro. Así estuvo la cosa hasta que llegó marzo y se hizo con la titularidad, de la que no saldría ya en toda la Liga, de la que fue expulsado en la última jornada dejando al equipo con uno menos en Granada, donde se terminaron de arruinar las opciones de llegar al 'play off'.
A la siguiente campaña fue indiscutible de principio a fin ya que Carmona, canterano sevillista que llegó junto a Matos, no ofreció competencia. Jugó prácticamente todo, a excepción de alguna semana de sanción o molestias, llegando Cervera incluso a tapar un incidente que protagonizó fuera de la cancha al destrozar un parquímetro de un parking subterráneo cercano al Paseo Marítimo junto a Aketxe. El técnico, siempre atento al comportamiento extradeportivo de sus jugadores, lo castigó una jornada a la grada. Recibido el mensaje, asumido y tolerado, volvió al once a la semana siguiente y acabaría siendo fijo.
Una vez terminada esa campaña se fue del Cádiz CF y probó las mieles de Primera militando en el Eibar.
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