granada - cádiz
Puntuación asistida (1-0)
El Cádiz aprovecha la visita de un equipo muerto para sumar una victoria ajustada que se quedó corta por méritos
Chust y Chris Ramos abrazan a Navarro, autor del gol.
El Cádiz se mantiene con vida y aprovecha la bombona de oxígeno llegada desde Granada a lomos de un equipo muerto que ya puede considerarse de Segunda, esa categoría de la que piensa huir un equipo de Pellegrino que vuelve a sumar su segunda victoria consecutiva en Carranza, lugar donde se debe asentar el milagro de la salvación.
Lanzados por un Robert Navarro que va a más, los cadistas sumaron los tres puntos tras completar un partido de lo más serio, sin apenas conceder errores aunque sin la puntería necesaria para no haber sufrido hasta el último minuto. El gol del jugador cedido por la Real Sociedad vuelve a despertar la fe en un equipo que quiere hacerse fuerte en su casa, algo que de momento lo está consiguiendo.
No sorprendió demasiado Pellegrino, que incluso prefirió volver a tirar de Fali tras sus banquillazos a la espera de que volviese esmerado aprovechando el 'jetlag' de Ousou, que no pudo entrenar toda la semana debido a los compromisos con su selección siria. El resto, los mismos que claudicaron hace dos semanas en Anoeta en un encuentro que los amarillos dejaron pasar como el borracho que deja a una señorita el último taxi de la noche y verse, luego, en una encrucijada muy parecida a la que estaba el Cádiz antes de iniciarse el derbi andaluz ante el Granada.
Salieron ambos equipos ahogados en la clasificación y casi que también de entrada en unos inicios de encuentro en los que había cierto interés por ver cómo se desenvolvía el nuevo Granada de Sandoval, que volvía al banquillo nazarí tras la gesta que logró al salvar la categoría en la 14/15 y con Pina como presidente. Y en parte es verdad que algo de brío le dio a su equipo, que fue el primero en avisar después de un centro de Neva que remataba mal y solo Ricard. Una vez más, y van mil, la defensa amarilla dejaba rematar plácidamente a un contrario después evidenciando que lo de San Sebastián no tardará en pasar de nuevo.
Poco a poco, y a base de balones largos, el Cádiz fue entrando en el partido ante un Granada que se iba metiendo en su campo con el paso de los minutos. Solo Koaumé intentaba algo nuevo, pero el de Mali parecía el único que veía en un equipo de ciegos. A los 8 minutos llegaba el primer aviso cadista tras un remate de cabeza desviado de Fali a la salida de un córner.
Bastó esa ocasión para que el Cádiz ejerciera de favorito y diera un paso adelante que dio Chris Ramos, que poco antes del cuarto de hora pisaba área granadinista; la primera tras llegar a la línea de fondo y no encontrar socio en el remate y la segunda con un cabezazo flojo y que no iba a puerta.
Eran las primeras señales antes de que en el 22' llegase una clara y después de una obstrucción del colegiado Cuadra Fernández sobre un negligente Sergio Ruiz, que perdía el balón en el centro del campo ante Robert Navarro para que este lo condujera de vuelta para asistir a Alcaraz, que en vez de disparar buscó en el segundo palo a Juanmi, que no apareció para indignación del catalán.
Definitivamente, el encuentro ya estaba en poder de los amarillos, que en el 23' lo volvían a intentar tras un centro de Javi Hernández que controlaba Juanmi para, a la media vuelta, disparar raso y sin peligro para Batalla, que empezaba a usar sus guantes.
Un minuto después era Robert Navarro el que por banda izquierda llegaba rebasando a un Chris Ramos en fuera de juego para adentrarse en el área rival y disparar al palo corto para volver a encontrarse con el arquero argentino.
A los de Sandoval, con un 4-5-1 muy definido, les quemaba el balón ante un Cádiz que atacaba con un 3-5-2 y con un Robert Navarro suelto como el aire. De hecho, entre él y Kouamé se fabricó el Cádiz su mejor jugada a la que solo le faltó el disparo, esa asignatura pendiente por la que se fueron al descanso empatando sin goles ante un Granada que olía a muerto.
Debió lesionarse Kouamé en una acción de la que se dolió durante la primera parte porque Álex Fernández entraba tras el descanso. Por su parte, Sandoval también movía el banquillo y daba entrada a Pellistri por Gonzalo Villar.
Golazo de Robert Navarro para abrir el segundo tiempo
Y no tardó mucho tiempo en entrar en juego Álex, que desde su entrada en el campo se responsabilizó para, junto a Alcaraz, echarse el ataque del equipo a la espalda. Y fue así precisamente, con un pase atrás del pelirrojo a Alcaraz, como se cocinó el golazo de Robert Navarro, que controlaba el pase de su paisano catalán dentro del área para fusilar sin contemplaciones buscando y encontrando la escuadra de Batalla. Era el minuto 50 y Carranza, a pesar del tiempo, volvía a sonreír.
Se aplatanó un tanto al Cádiz, que no debía conformarse pero que se relajaba viendo el poco recorrido de un Granada que no espabilaba ni con entrenador nuevo. Cierto es que el desagradable viento no ayudaba a nadie, pero los de Pellegrino tenían la obligación de arrinconar a un Granada que en el 64' se refrescaba con Antonio Puertas y Corbeanu por Ricard y Melendo. A estos cambios le siguió otro amarillo, y también por lesión al irse al banquillo cojeando Fali para dejar su lugar al sirio Ousou.
Este relajamiento local casi le cuesta un susto a los gaditanos, que para más inri veía como Ledesma cometía un error a la salida de un balón que Pellistri recuperó para acabar la jugada en una falta al borde del área. Gumbau disparó el golpe franco con un tiro seco y fuerte al que contestaba con experiencia y mala dirección Ledesma, por lo que concedió otro córner. Justo tras este pudo llegar el empate de no ser por Álex, que solventó un lío en el área pequeña despejando a saque de esquina aunque de milagro no mete el balón en su propia portería.
Sacaba la cabeza el Granada para agobio de la parroquia local, que no tardó en aplaudir a los suyos al verlos de nuevo controlando el balón, moviéndolo e incluso llevándolo a campo contrario como en el 72' que Sobrino acababa una buena jugada con un disparo desde la frontal que se fue fuera. Fue la última acción del de Daimiel, que dejaba su sitio a Alejo mientras que Lucas Pires entraba por Robert Navarro, el mejor de sobra de los amarillos.
Gol anulado a Juanmi
No entraron mal los cambios al campo, al menos Pires, que lo primero que hizo fue correr un balón lanzado por Alcaraz para centrar raso a la media luna, donde llegaba Iza para chutar de primeras alto. A esa ocasión le siguió otra ipso facto de Chris Ramos, que se colaba dentro del área para tener un mano a mano con Batalla con victoria final del meta sudamericano, que enviaba a saque de esquina. El córner lo botaba Álex y lo remataba a gol Juanmi con un cabezazo excelso solo anulado por falta previa de Chris Ramos sobre Miguel Rubio. 'Ñiñiñiñiñiñiñiñi'.
Buscaba y buscaba sin parar la sentencia los amarillos y casi la firma Chris Ramos con un remate con su pierna izquierda tras un centro desde la línea de fondo del brasileño Pires. Perdonaba y perdonaban los de Pellegrino, que a falta de cinco minutos para el 90' introducían en el equipo a Sergi Guardiola por un Chris Ramos desfondado.
Justo después, Méndez asustaba al estadio entero con un voleón a bote pronto que se fue lamiendo el larguero de Ledesma en lo que fue la última acción antes de un descuento de seis minutos en los que los de Sandoval comenzaron apretando pero acabaron como están, muertos.
Victoria más que merecida y trabajada de un equipo serio que no se permitió el lujo de perdonar la visita de un equipo ya en Segunda. Con el trabajo hecho, ahora queda esperar lo que hagan Celta, Sevilla y Rayo. Poco a poco.
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