Cádiz - Levante
(Previa) Ganar para buscar un año más tranquilo
El Cádiz vuelve a la competición tres semanas después y lo hace con la idea de mejorar en sus sensaciones
Cómo y dónde ver el partido
Ocampo intenta desbordar a Iza durante un entrenamiento.
Comienza el año en casa y ya va siendo hora de cambiar la dirección del viento y qué mejor que hacerlo contra el Levante, un equipo con documentación más que de sobra para hacer lo que en Cádiz ahora mismo se ve como un chiste malo, ascender.
Gaizka Garitano, en la comparecencia previa al duelo ante el conjunto granota, daba un toque de atención al entorno, que si bien no se ve con opciones de luchar por el 'play off' tampoco madura con seriedad la idea que más se aproxima en estos momentos a su equipo, descender.
La triste y discutida temporada navega por aguas revueltas que desde este misma primera jornada de la segunda vuelta deben comenzar a calmarse por el bien de una masa social que lleva sufriendo con su equipo desde hace más de un año a pesar de que ha estado cuatro años seguidos en la elite. Y para eso, no queda otra que comenzar a ganar en casa cuanto antes. ¿Las formas? Las formas han comenzado de nuevo a dar igual porque esto se está poniendo tan serio que no ha quedado más remedio que recurrir a un entrenador serio, que se fija más en su portería que en la del contrario. Primero competir y después, mucho después, ya se verá si se buscará o no divertir.
El mensaje que ha traído Garitano consigo es claro y se agradece después de una etapa en la que estuvo bajo sospecha cada vez que Paco López abría la boca. Cansó tanto sus diatribas que hasta él mismo optó por decir que de nada importaba ya lo que dijera si sobre el campo no llegaban los resultados que nunca llegaron a darse.
Por eso, por esos números tan malos, nefastos, está aquí Garitano, que tan pronto como llegó se puso manos a la obra en la tarea de proteger a David Gil. No le va mal si se echa un ojo a sus tres encuentros, donde solo ha encajado dos goles y ambos de penalti. En cuanto a las sensaciones, la verdad sea dicha, siguen siendo algo parecidas a las que dejó su antecesor en el cargo, no tanto en la forma de jugar como en los minutos que se dejan pasar dejando al rival crecerse.
Pero algo sí que ha cambiado y no es baladí, la mentalidad del grupo parece más coexistente, más fuerte, mejor. Los de amarillo comienzan a pensar que no son tan malos y, lo más importante, saben ya a qué juegan. O, al menos, a qué pretenden jugar.
Los tres primeros encuentros de Garitano cogió, qué remedio, al técnico vizcaíno sin tiempo apenas para armar un bloque serio. Simplificó lo que pudo el guion y se centró en que su equipo no se alejase mucho del orden táctico que, tras el parón de tres semanas sin Liga, debe comenzar a verse desde este domingo.
Si sus dos primeros encuentros fueron ante unos flojos Albacete y Burgos, no así fue con el que se despidió el año, donde se jugó ante todo un Almería que andaba intratable hasta que se topó con un Cádiz CF peleón, revoltoso y que pudo llevarse los tres puntos de no ser por un penalti rearbitrado por la sala VOR. El que viene también es de armas tomar, el Levante nada y nada menos, que viene de explicárselo al colista Tenerife al que goleó el pasado martes 0-3 en lo que fue el aciago retorno de Cervera a los banquillos.
Ahora mismo, lo que distancia a un equipo de otro es un largo y profundo océano. Los de Juan Calero ocupan en estos momentos la sexta posición de la clasificación con 35 puntos, doce más que los amarillos, que se encuentran a solo dos del abismo de los puestos de descenso.
La visita del Levante no llega en un buen momento por muchas cosas, pero hay una que preocupa si cabe un poco más. La baja por sanción del que está siendo mejor jugador de este Cádiz CF, el malagueño Javier Ontiveros, que fue expulsado en el último choque del año en el estadio de los Juegos Mediterráneos.
No obstante, la excesiva dependencia del ex del Villarreal B, filial que acabó descendiendo la campaña pasada a pesar de contar con Ontiveros, también puede verse como uno de los problemas de un equipo, el gaditano, que no tiene demasiados recursos a la hora de buscar las cosquillas al contrario, a cualquier contrario.
Puestos a hacer algo positivo de lo negativo, Garitano ha tenido hasta tres semanas para afrontar este problema y buscarle una solución que podría pasar con la vuelta al equipo de Rubén Sobrino, un jugador sobre el que ha caído la responsabilidad o el alivio de tener que hacer del ya excadista Iván Alejo.
El once que esta tarde presente Garitano para medirse a todo un Levante no debe distar mucho del que salga con David Gil bajo palos, que estará ordenando una defensa formada por Iza Carcelén y Matos como laterales y Víctor Chust y el recién renovado Fali como centrales. El técnico vasco se irá al pasado para confiar en que el doble pivote formado por los ex del Valladolid Rubén Alcaraz y Fede San Emeterio le den a su equipo ese equilibrio del que tanto vivió Sergio González en una de las últimas y felices permanencias en Primera División. El uruguayo Ocampo se convertirá en el hombre clave del ataque cadista partiendo desde su banda izquierda y dejando la derecha al antes recordado extremo de Daimiel. En la parte de arriba es donde también ha traído Garitano alguna que otra modificación que simpatiza con la grada, la vuelta de ese mediapunta que enganche con Chris Ramos y que podría ser Álex Fernández, el madrileño con el que el club está negociando una nueva renovación.
El cadismo vuelve a su casa y lo hace con la esperanza de comenzar a relajarse viendo ganar a su equipo.
Ver comentarios