Tenerife - Cádiz
(Previa) Evitar un pequeño naufragio
El Cádiz visita las islas afortunadas con el deseo de sumar su tercera victoria consecutiva y seguir dando argumentos a la afición para que no desespere
Dónde y cuándo ver el Tenerife - Cádiz
Chris Ramos será titular en el Rodríguez López.
Evidentemente, perder en Tenerife no sería una tragedia ya que la temporada va camino de amortizarse con la permanencia que está consiguiendo Gaizka Garitano, un entrenador que trajo toda la responsabilidad que se le olvidó a su antecesor en el cargo y que tanto daño ha hecho al equipo.
Tantos puntos se fueron por la borda con Paco López que ahora cuesta un mundo remontar. A pesar de ello, se está en ello y si no fuera por el grosero resbalón sufrido en el Carlos Belmonte muchos de los que siguen soñando ni siquiera se habrían despertado en algún lugar de La Mancha de cuyo nombre nadie quiere acordarse. Pero vaya que si se acuerdan, y se acuerdan porque esa dura derrota ante el Albacete supuso un reflejo de lo que es un equipo que de la noche a la mañana, como dice y piensa su propio entrenador, ha cambiado de ser perdedor a ganador, pero no tanto. O no al menos lo suficiente para arrimarse a unos 'play off' de ascenso donde todo el mundo cadista quiere mirar de aquí al final de la temporada regular.
Gracias a la seriedad que trajo consigo Garitano, el Cádiz ha marcado la distancia necesaria con el abismo para que la parroquia amarilla no tenga que sufrir pesadillas. Tanto se ha conseguido que esas pesadillas se han convertido en un dulce sueño que, de seguir con esta dinámica, podría convertirse en real si los que están arriba lo empiezan a hacer tan rematadamente mal como los que están abajo. Porque vaya decepción de categoría tras cuatro años en el olimpo de los dioses.
El caso es que el Cádiz se ha consolidado en la zona media y tranquila de la clasificación y como es lógico el personal ha empezado a entusiasmarse con los suyos, que están muy lejos de enamorar pero muy cerca de empatizar. Porque el cadismo lo único que pide es sacrificio, compromiso y ambas cosas se están viendo en el equipo si se salva la caída en tierras manchegas de hace unas semanas y mientras el pueblo disfrutaba de sus carnavales.
Lo mejor de aquella derrota es que activó las alarmas y los muchachos de Garitano no dejaron los brazos caídos. Todo lo contrario. Fue solo perder el equilibrio y no tardar en levantarse en Málaga, donde se ganó con austeridad un duelo que iba derechito al empate. Como también se ganó con la misma seriedad la semana pasada a un Granada que se equivocó una vez y la pagó. Porque este Cádiz no concede y, además, sabe aprovechar las ventajas.
Porque si se habla de dinámica, de resultados, la verdad es que los de Garitano ofrecen muchos argumentos para confiar en ellos y poder pensar que sí, que es posible alcanzar la fase de ascenso a Primera. Sin embargo, si se atiene uno a las sensaciones las cosas cambian. Claro que si se echan las cuentas de la lechera, el Cádiz puede alcanzar uno de los puestos que permitirían jugar ese 'play off', pero si se escarba un poco se verá que no hay las suficientes armas como para lograr esa empresa. Es más, este domingo se visita la casa de un Tenerife que hiede desde hace meses a Primera RFEF pero pocos o muy pocos apostarían todo lo que tienen a una victoria amarilla.
En efecto, con Cervera el equipo chicharrero ha cambiado una enormidad, si bien no lograrán la permanencia ni con un milagro. A pesar de ello, de ese descenso cantado, los chavales del idolatrado señor de las gafas compiten como si se estuvieran jugando la vida dejando claro que lo que sí están jugándose es el honor. Ese mismo que pudieron sobre el verde la semana pasada en Santander y que también pusieron en otro campo con aroma a Primera como el Martínez Valero, donde también cayeron por la mínima tras vender de lo más caro su piel.
Así pues, quien crea que el Tenerife entregará la cuchara desde el comienzo del encuentro se equivocará más de lo que piensa. Cervera se juega mucho en un club que está hecho unos zorros por dentro y en el que es el equipo -a pesar de su puesto en la tabla- lo único que hace a la afición enorgullecerse de su escudo. Por eso, este Tenerife con casi que los dos pies en Primera RFEF saldrá a morder como lo hicieron en su tiempo los menceyes canarios ante el invasor.
Pero si los chicharreros presentarán batalla como sus antepasados, no menos la presentará el once amarillo de Garitano, que recuerda mucho a aquel Cádiz de principios de los 90 que se impuso en el Rodríguez López sin tirar a puerta y gracias a un tanto en propia meta de Manolo Hierro. Eran otros tiempos, pero este equipo trabajado por Garitano es un calco a aquel que cerró su portería en los últimos cuatro partidos de aquella temporada 89/90 para salvar la máxima categoría sin concursar si quiera en aquellas míticas promociones por la permanencia ante Málaga o Figueras de los dos dos años siguientes.
Después de recibir tres sonoros sopapos en Albacete, Garitano instó a su equipo a casi que olvidarse de la portería contraria para sellar la propia. Y eso han hecho ante Granada y Málaga, donse David Gil no ha encajado al tiempo que sus compañerios de arriba han aprovechado las facilidades del rival para sumar seis puntos que podrían ser nueve si este domingo se impone la lógica de las dinámicas.
Para este encuentro, es posible que Garitano repita el mismo once que sacó ante el conjunto granadinista aunque con un cambio obligado en el centro de la defensa tras la convocatoria con su selección del serbio Bojan Kovacevic. Por tanto, lo más seguro es que David Gil salga de inicio para ordenar a una defensa compuesta por Zaldua, Víctor Chust, Iker Recio y Climent. La baja del central balcánico podría ser cubierta con el fichaje de enero procedente del Antequera y que aún no ha debutado. El centro del campo será para Moussa Diakité y Rubén Alcaraz, que intentarán construir apoyándose en las bandas por Rubén Sobrino y Javier Ontiveros, Melendo actuará en la mediapunta y Chris Ramos rematará un equipo que no va a hacer amigos, al menos, hasta que tenga opciones matemáticas de ilusionarse.
De no ganar este domingo en Tenerife sería un pequeño naufragio para un Cádiz que quiere seguir achicando todo el agua que entró tras las grietas abiertas por el antiguo timonel que dejó el barco a una deriva reconducida por un vasco sin complejos.
Frente a frente estarán dos entrenadores que se respetan tanto como lo harán sus equipos, tan equilibrados en defensa como en el ataque. Sobre el papel no se vislumbra un partidazo, si bien este Tenerife está protagonizando auténticos partidazos hasta que le dura la gasolina. De ahí que lo más seguro Garitano plantee une encuentro largo, duro y consistente para llevarlo a un final donde los amarillos tratarán de resolver como hicieron en La Rosaleda.
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