Cádiz - Elche
De la preocupación en Cádiz… a la euforia en Elche
LALIGA HYPERMOTION
Alrededor de 1000 aficionados franjiverdes esperaron al autobús de Eder Sarabia en su llegada al Martínez Valero tras la victoria en la Tacita
Álex Fernández: «Hay mucho respeto en el vestuario por la situación»

Gaizka Garitano llegó a ilusionar a la parroquia amarilla. A pesar de jamás vender la moto y nunca mencionar aquello de los playoffs de ascenso, el técnico vasco provocó una oleada de euforia que hacía tiempo que no se veía en el Cádiz CF. La dinámica positiva parecía imparable y la escalada clasificatoria, también. Pero las prestaciones de este equipo son finitas y si su máxima figura ofensiva junto a Chris Ramos, decae, el equipo se muestra incapaz de generar peligro en ataque.
Por eso, los amarillos han pasado de la ilusión a la preocupación por estar cada vez más cerca de la zona baja de la tabla. La preocupación de los cadistas, lógica y razonable debido a la volatilidad de una categoría como la de plata, que contrasta con la ilusión del Elche CF, que en la Tacita de Plata dio un pasito más hacia Primera División aprovechando el pinchazo del Levante en el Arcángel.
Y así lo sienten sus aficionados. El Elche es líder de Segunda y está cada jornada más cerca de volver a la máxima categoría del fútbol español. Eder Sarabia ha encontrado la armonía de un vestuario que derrocha talento en el verde, y que, al mismo tiempo, es capaz de competir y entender la complejidad de una división que aún parece no haber comprendido el vestuario amarillo.
El 𝑬𝒍𝒄𝒉𝒆 𝑪𝒍𝒖𝒃 𝒅𝒆 𝑭𝒖́𝒕𝒃𝒐𝒍 y su gente.
— Elche Club de Fútbol 🌴💯 (@elchecf) April 12, 2025
Una ciudad ilusionada, una afición volcada y un equipo luchándolo todo. Soñemos 💚 pic.twitter.com/zPuxN0DC9h
Fruto de esa posición liguera, los franjiverdes disfrutaron de un recibimiento multitudinario en el Martínez Valero. Alrededor de 1.000 aficionados se dieron cita en el estadio ilicitano para recibir a los futbolistas tras la victoria ante el Cádiz CF gracias al golazo de Álvaro Núñez en el segundo tiempo. Una realidad totalmente distinta a la amarilla, que en un momento de la temporada soñó con engancharse a una pelea para la que ha demostrado no estar preparado en absoluto.