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El precio de recuperar al indisciplinado Kouamé
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El centrocampista del Mali vuelve a ser protagonista de una situación poco deportiva, creando un ambiente poco propicio en un vestuario que ha tragado con su titularidad
El nuevo Kouamé
Rominigue Kouamé es reincidente. No es la primera vez que el centrocampista de Mali es protagonista de un acto indisciplinado en el Cádiz CF. Por desgracia el futbolista está siendo más popular por discusiones, malos gestos y por supuesto por haberse declarado en rebeldia a principios de esta temporada. En definitiva un comportamiento que no cesa y que está creando un mal ambiente dentro del vestuario cadista.
Lo último del maliense ha sido su discusión pasada a mayores con Tomás Alarcón. Futbolista, el chileno, que en Zaragoza también vivió una situación similar con otro compañero, lo que le dejó incluso en la grada en alguna ocasión. Se podría decir que en este caso se ha juntado el hambre con las ganas de comer y al final dos futbolistas díscolos han sido protagonistas en El Rosal de una trifulca que les ha dejado en la grada, a expensas de lo que decidan Paco López y el club en las próximas semanas.
Sin dejar de lado lo de Kouamé, por aquello de ser protagonista de varias situaciones de este tipo en los últimos meses, lo del centrocampista está más que abocado a que salga del Cádiz lo antes posible. Tiene contrato en vigor hasta 2026, sin olvidar que el Cádiz pagó más de dos millones de euros al Troyes francés por su traspaso. Es dicha cantidad la que precisamente frenó su salida el pasado mercado de verano. Llegaron ofertas por el futbolista, algunas de ellas del gusto del centrocampista, pero el Cádiz entendía que no llegaba ni de cerca a lo que el club amarillo pagó la temporada anterior por hacerse con sus servicios.
Ello produjo que el jugador se declarara en rebeldía y forzara su salida. Paco López lo apartó del equipo y lo dejó entrenando aparte. Fueron semanas con el futbolista viviendo una situación complicada, propiciada por él mismo. Situación que meses antes se vio que se podía dar cuando protagonizó un mal gesto con Gonzalo Escalante en el Cádiz - Betis del pasado mes de febrero. El argentino fue sustituido al darle la mano a su compañero, éste se la rechazó con un aspaviento que recogió la realización televisiva. Un comportamiento inapropiado de Kouamé que ni mucho menos ayudó a un equipo que ya agonizaba en la lucha por la permanencia.
Luego llegó su lesión, el descenso y todo lo vivido en verano esperando una salida que finalmente no llegó. En el Cádiz entendían que Kouamé en Segunda División podía ser diferencial, de ahí que su continuidad de amarillo, merced a su contrato y ofertas que no llegaban econonómicamente, hicieron que el jugador fuera una de las claves para luchar por un hipotético ascenso.
Abocado a salir en enero
Y con esa sensación dentro del club, Paco López entendió que Kouamé debía ser importante. Un futbolista que llegó con la vitola de ser fundamental pero que la temporada pasada no tuvo continuidad. Lesiones, la adaptación, y una nueva lesión cuando empezó a jugar a finales de la pasada temporada, privaron de ver la continuidad de un futbolista que se le ven cosas de calidad pero que peca de una falta de regularidad tremenda. ¿Es el centrocampista con más calidad de la plantilla? Seguramente será así pero ni mucho menos esa calidad ha sido determinante para el rendimiento del Cádiz CF.
El entrenador cadista sabía de esa calidad de Kouamé por eso para él fue un plato de mal gusto tener que apartarlo del equipo, sin olvidar «que el club y la plantilla está por encima de todo». Frase que Paco ha repetido en más de una ocasión y en la que basaba su argumento para apartarlo en su momento y dejarlo en la grada el pasado fin de semana en el Cádiz - Córdoba junto a Tomás Alarcón.
Sin embargo, a la vez que el técnico sabía que apartarlo era una decisión complicada, más difícil tenía que ser recuperarlo para su causa. El estilo de juego de Kouamé es de muy del agrado de un Paco López que vive del juego de ataque y del buen gusto con la pelota. Un centrocampista que le podía dar muchas cosas, de ahí que su intención siempre fuera recuperarlo e integrarlo dentro de la plantilla.
Tanto es así que tras unas semanas apartado, Kouamé se incorporó al grupo tras aquella famosa charla con Cala y Manuel Vizcaíno. El jugador reapareció en el Cartagonova. No jugaba desde el partido de Viernes Santo ante el Granada, a comienzos del mes de abril. Una rotura del tendón del aductor le hizo incluso pasar por el quirófano, diciendo adiós a lo que quedaba de campaña. Casi seis meses después se vestía la camiseta amarilla para tener minutos.
Desde entonces, el futbolista se convirtió en titular indiscutible, a pesar de su acto de indisciplina y ser apartado del equipo. Algo, que algunos de sus compañeros no han terminado de entender. Recuperar a un futbolista que no termina de integrarse dentro del equipo, que protagoniza actos de indisciplina y que a pesar de todo es titular cada fin de semana, fue un coste importante que Paco López pagó por recuperar al centrocampista de Mali.
Y de aquellos polvos vienen estos lodos. El coste por tratar de recuperar a Kouamé ha sido tan alto que el futbolista lejos de tomárselo como una oportunidad ha demostrado que tiene la cabeza en otro sitio. Una situación delicada en un vestuario que no termina de comulgar con su compañero y que ha tragado con su titularidad, a pesar de su comportamiento.
La situación de Kouamé está abocada a que se le busque una salida en el mercado invernal. No queda otra de cara a mejorar la calidad y el ambiente del vestuario cadista. Ya son demasiados los problemas del equipo a nivel deportivo, para que encima se den este tipo de comportamientos en un vestuario ávido de tranquilidad y confianza.