villarreal - cádiz
La pizarra del Villarreal 0-0 Cádiz
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Los de Pellegrino muestran orden y solidez en defensa, pero siguen estando a años luz de tener un mínimo de solvencia en ataque, aspecto que sigue lastrando al cuadro gaditano
Bien atrás pero urge ganar
La sensación es que a este Cádiz CF aún le queda trabajo, sobre todo en ataque, para acercarse a la victoria y conseguirla. Cierto es que Pellegrino está sentando las bases, los cimientos de la casa y todo eso debe ser siempre de abajo a arriba. El equipo ha recuperado el orden defensivo y la solidez atrás. Hay jugadores que han dado un paso adelante, caso de Chust y Meré, mientras que otros como Escalante y Álex están volviendo por sus fueros.
El Cádiz demostró ser un equipo competitivo en Villarreal, ofreciendo sensaciones de cuadro ordenado y no siendo una verbena como en otros encuentros. Ha dado el primer paso para volver a ganar, pero en ataque sigue costando una barbaridad y ahí radica el problema de equipo que hoy por hoy no está para celebrar empates. Urge ganar como sea, en condiciones normales empatar ante Athletic y Villarreal serían buenos resultados pero el Cádiz no está en una situación de normalidad, todo lo contrario.
Pellegrino está tratando que su equipo comience a cerrar la portería, y es el primer paso, pero el segundo tiene que ser la llegada de una victoria aunque sea sin merecimiento, como sea. Este equipo se tiene que liberar de una vez por todas y lo tiene que hacer ganando, independientemente del rival que tenga enfrente. Y para ello hay que entender que las poquitas que se tengan arriba deben ir para dentro, al menos alguna. No hubo demasiadas en La Cerámica pero si alguna clara que no se debe fallar. Todo sin olvidar que hay jugadores en ataque que también tienen que sumarse al carro de la reacción.
1. Mínimos cambios en el once
Pellegrino movía lo menos posible al equipo y solo metía los cambios obligados por las bajas de Fali y Alcaraz. Meré y Álex eran de la partida, siendo el resto el mismo equipo del debut ante el Athletic. Y aunque el Villarreal comenzó fuerte ante un Cádiz que no la olía, el cuadro cadista fue creciendo a poco a poco en el choque hasta ser superior que su rival en varios momentos de la primera parte.
Fue cuando la pareja Escalante - Álex comenzó a tener protagonismo con robos y teniendo el balón. El Villarreal presionaba arriba mientras que el Cádiz esperaba atrás. Se ven las primeras cosas de un Mauricio Pellegrino que no renuncia a sacar el balón jugado pero que prioriza mucho el orden, estar juntitos y dar dos pasos atrás si es necesario para defender bien.
Para ello el entrenador se vale de un Rubén Sobrino que engancha al equipo con el ataque y dos extremos que están casi obligados a trabajar. Alejo y Robert Navarro ayudan a sus laterales, siendo el segundo el foco o la referencia para tener el balón junto con Chris Ramos y sus carreras arriba.
2. Mucho orden y sobriedad
Con un Cádiz llegando al área rival y el Villareal tratando de que no le cojan la espalda se llegaba al tiempo de descanso. El cuadro de Marcelino trataba en el inicio de la segunda parte, como en la primera, de que muchos balones pasaran por los pies de Gerard Moreno para tratar de dosificar el ataque local. En esas estaba Álex que trataba de tapar las internadas del delantero y cerrar la frontal del área, donde el Villarreal buscaba triangular para encontrar los huecos en la defensa cadista.
Mientras que Marcelino hacía cambios, Pellegrino no movía absolutamente nada y dejaba con confianza plena a un equipo que apenas sufría en defensa con un rendimiento alto de la pareja Chust - Meré. El problema del Cádiz estaba a la hora de crear y lanzar el ataque, no conseguía que sus intentos llegaran bien a la frontal del área siquiera.
El Villarreal tenía muy atado tanto a un Robert Navarro que fue de más a menos durante el partido, como a Iván Alejo, por lo que el ataque cadista quedaba bastante diluido.
3. Nada en ataque
Llegado al último cuarto de hora Pellegrino hacía cambios. Juanmi debutaba por Iván Alejo, mandando a Sobrino en la banda derecha. El malagueño ofrecía movilidad arriba aunque no tenía demasiado protagonismo con el balón.
Minutos más tarde dos cambios más con la entrada de Ocampo y Maxi por Chris y Robert Navarro, por lo que el Cádiz jugaba con el uruguayo y Sobrino en las bandas, con Juanmi y Maxi en ataque. Dos delanteros distintos, uno más fijo y el otro más móvil para tratar de buscar oportunidades arriba que no llegaron.
Ya en el descuento, Pellegrino metía a Zaldua y Kouamé por dos cansados Escalante y Sobrino, pasando Iza al extremo y Kouamé formando pareja con Álex. El Cádiz acababa el choque defendiendo sin la posibilidad apenas de atacar. Los cadistas han recuperado su solvencia y capacidad atrás pero ahora necesitan hacerlo en el área contraria. De no ser así el objetivo va a estar muy complicado.