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La pizarra del Cádiz 2-0 Real Oviedo
Los amarillos ganan de la misma manera que otros rivales han sacado puntos de Carranza o en sus feudos; orden, defensa y aprovechar las ocasiones arriba
Van por libre y ganan (2-0)
El Cádiz devuelve la medicina
El fútbol en Segunda División es mayormente práctico. Orden, defensa, rigor y aprovechar lo que se tenga arriba. No hace falta grandes porcentajes de posesión ni tirar veinte veces a puerta, lo importante es ser efectivo en las dos áresa. Así subió el Cádiz a Primera y así está líder actualmente el Racing de Santander. No hay más.
Y así sacó adelante su primer partido como local el cuadro de Paco López. Solo tuvo un lunar, el fallo grosero que no aprovechó Alemao y que minutos después se convirtió en el tanto de Iza. El equipo gaditano fue ordenado, defendió bien, intensidad, robos y tratar de marcar las que generó arriba. Fue mejor que el Oviedo en todas esas facetas y con eso y un bizcocho se llevó los tres puntos antes de las ocho.
Todo a la espera de que esta victoria sea de verdad un revulsivo en el cuadro gaditano. Un triunfo que ahuyente fantasmas y sirva para que estos jugadores se crean de verdad que pueden sacar más partidos adelante. Con confianza e intensidad se pueden ganar muchos partidos en esta categoría.
1. Kovacevic y Mwepu, a escena
Mini revolución de Paco en un once con jugadores que estaban teniendo pocos minutos pero que jugaron de inicio, caso de Kovacevic y Mwepu. El entrenador daba un descanso más que merecido a Chris Ramos, el jugador con más minutos desde el comienzo de esta temporada tan complicada. Ante las bajas en defensa, Glauder se quedaba en el banquillo y Chust seguía un partido más como titular.
Por delante lo mayormente esperado con Alcaraz, Kouamé, Ocampo, Ontiveros y Carlos Fernández. Un once que desde el principio sabía que había mucho en juego en el partido, sobre todo para su entrenador, más que discutido por los resultados.
El Cádiz arrancó intenso, siendo ordenado y tratando de robar balones. La posesión estaba muy disputada desde el inicio y prácticamente no había ocasiones de gol. Solo llegadas esporádicas de ambos equipos pero sin crear peligro. Ninguno de los dos quería desajustes, y eso se notaba en los ataques. El Cádiz no terminaba de encontrar el desequilibrio de sus bandas y eso hacía que el partido incluso carecería de ritmo por delante.
2. El fallo, a favor de los locales
Llegaron los fallos, uno de cada equipo. Si bien al Cádiz le ha costado goles y derrotas, en este caso cambió la tortilla y fue el cuadro gaditano quién aprovechó el error visitante. Un mal despeje de Kovacevic no lo aprovechó Alemao y en la jugada siguiente Iza si aprovechaba el fallo de Sebas Moyano. La balanza de la igualdad se declinaba, al fin, a favor de los cadistas justo antes del descanso.
Sin cambios en la segunda parte, el Cádiz tenía aprendida la lección de otros encuentros, de ahí que su salida de vestuarios fuera más seria que en otras ocasiones. Aun así, el Oviedo apretaba con Cazorla rozando el gol y más intensidad en ataque. Los amarillos no sufrían realmente, salvo en la oportunidad del internacional asturiano, y dejaban pasar los minutos a la espera de encontrar una buena contra.
3. Buen trabajo colectivo
Paco metía a Chris por Mwepu, de cara a tener más capacidad de ataque arriba y aprovechar el balón parado. El Oviedo cambiaba alguna pieza en el centro del campo y trataba de tener más mordiente en ataque, sin que realmente pusiera en aprietos el marcador a favor de los amarillos.
No obstante, y con una ventaja tan corta y los precedentes cadistas, los de Paco no podían descuidarse. El entrenador metía a Escalante y Sobrino por Carlos Fernández y Ontiveros. El argentino ocupaba la media punta con Alcaraz y Kouamé por detrás, mientras el manchego se iba a la izquierda cambiando de banda a Ocampo, que se iba a la derecha.
El trabajo de Escalante y Sobrino ayudaba a tener más cerrado el marcador y dar más capacidad de generar contras. La sensación era que el Cádiz podía tener más cerca el 2-0 que el empate, y así fue con una muy buena jugada en la que Alcaraz veía puerta con un golazo. Tanto anulado por las tonterías del VAR, teniendo en cuenta que el colegiado estaba a un metro de la acción penalizada de Escalante.
Zaldua y San Emeterio completaban los cambios por Kouamé y Ocampo, teniendo el Cádiz un doble lateral por la derecha y más fortaleza en el centro del campo. Momento del cambio en el que llegó el tanto de Chris de cabeza en una acción a balón parado, fundamental en este deporte.
Siendo sobrios, con mucho trabajo colectivo y aprovechando las de arriba el Cádiz se llevó tres puntos merecidos que le permiten respirar, solo eso, pues todavía hay una demora importante que hay que tratar de corregir en las próximas semanas.
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