cádiz cf
Pellegrino y sus pequeñas manías
La llegada del técnico argentino ha traído consigo algunos cambios en la rutina de los partidos del Cádiz CF como local
No siempre ha sido su estilo, pero en Cádiz ha preferido comenzar arremangarse la manga, bajarse al fango donde se encuentra su equipo y enfundarse el chándal del equipo. Mejor o peor, lo que está claro es que Mauricio Pellegrino ha querido dar una imagen que apoye su discurso humilde, solidario, respetuoso y claro. Pasito a pasito, puntito a puntito, el argentino sigue sosteniendo ese hilo de vida que espera que se convierta en un gran cable para acabar consiguiendo lo que en su día ya consiguió Sergio, otro entrenador que igual se ponía el chándal que se quedaba en camiseta blanca interior con sus vaqueros gastados. Cero glamour, mucho trabajo. Y eso, quien sabe, debe empatizar más con un vestuario que necesita todo tipo de gestos cercanos para confiar en él. Desde luego, con la afición es un punto a favor. Al menos, la canchera, que en Cádiz prolifera.
Pero el detalle de salir en chándal en su debut en el que es desde hace poco su nueva casa no ha sido el único que ha dejado el debutante Pellegrino. Ya en el sorteo de campo que se da entre el trío arbitral y los dos capitanes, Iza -quien había hablado mucho durante los días previos al encuentro con el nuevo entrenador- eligió primero y antes que fijarse en el balón, el sol, el viento o lo que fuera donde se fijen los futbolistas antes de decir su decisión, el portuense pidió campo e hizo cambiarse a los dos equipos cuando prácticamente ya estaban posicionados. La razón no era otra que acabar el partido atacando en la portería de fondo sur, donde se encuentra el motor de animación del estadio.
Y la decisión no fue mala si se juzga como el estadio se volcó al completo con el equipo cuando peor se pusieron las cosas coincidiendo con los cambios de Valverde y la entrada de los titulares. El Cádiz CF se rehizo del dominio inicial en la reanudación y pudo incluso gozar de alguna que otra ocasión de la que no dispuso el Athletic.
También hubo otro cambio de ubicación en el primer encuentro con Pellegrino al frente del equipo. En este caso fue la situación en la que entrenaban los suplentes de ambos equipos; hasta ahora los cadistas solían calentar el lado del banquillo visitante, una circunstancia que varió con la llegada del preparador sudamericano, que prefirió tenerlos más cerca para cuando sean llamados estar más atentos a las indicaciones previas a salir al verde.
Además, y sin salir de los suplentes, Pellegrino pone a calentar a todo el banquillo que tiene disponible, por lo que salen a hacerlo de tres en tres durante cinco minutos cada trío con la finalidad de tener a todos los futbolistas enchufados.
Otro cambio respecto a lo que se venía viendo con Sergio en el banquillo fue comprobar que a Pellegrino no le hacen falta hacer los cinco cambios. En este apartado, es de suponer que el argentino quiso mandar un mensaje claro al palco en un partido que suponía el último antes de que se cierre el mercado invernal. Así, en vez de agotar los cinco que la norma permite, Pellegrino se decantó por realizar tan solo a pesar de que el Cádiz CF suele venirse abajo en su rendimiento en las segundas partes,
Lo que no cambió con Pellegrino fue concentrar al equipo la noche anterior al partido en el hotel Barceló de la Avenida de Portugal.