Eldense - Cádiz
Parra, un viejo conocido de aquella heroica victoria en el Nou Camp
El hoy jugador del Eldense recibe este sábado a un equipo que se lo dio todo y al que le desea lo mejor
Al Minaa SC: el desembarco de excadistas en Irak
El excadista Raúl Parra se enfrentará al que fue su equipo este sábado y este viernes, en Radio Marca Cádiz, ha contado cómo le ha ido desde que abandonó la disciplina amarilla. Lo primero fue una cesión al Mirandés y a su vuelta, con Iza y Zaldua en la plantilla, el club no tuvo otra que abrirle las puertas. Y comenzó a volar; primero a Portugal y después un poco más lejos, a Irak. El lateral se ha convertido recientemente en uno de los fichajes de invierno del conjunto de Elda.
De hecho, antes de regresar a España, su última aventura la vivió en el Golfo Pérsico. ¿Cómo llegó allí el pasado verano? «Como todo en la vida, se dan circunstancias en determinados momentos», dice antes de ver con buenos ojos la oferta que le llegaba del Al Minaa SC, club iraquí donde jugaban cinco españoles, por lo que decidió aceptar. «Soy una persona que cree mucho en los momentos y creía que era un buen momento para hacer una aventura de este tipo. No me arrepiento para nada, he estado súper a gusto, pero al final se ha dado la oportunidad de volver a España y a una liga súper competitiva como es la Segunda División; que al final a todo jugador le parece atractivo estar en esta categoría», confiesa.
Allí en Irak coincidió con el excadista Lolo Plá y con tres componentes del cuerpo técnico con pasado amarillo. «El entrenador que era Pablo Grandes (exayudante de Jesus Casas en la selección iraquí), y luego estaban Iván y Dani, que los tres han pasado por la cantera del Cádiz. Dos de ellos son de Cádiz, portuenses, y otro sí que es gallego, pero bueno, que lleva en Cádiz viviendo también muchos años. O sea que, bueno, hay mucha sangre gaditana por ahí, por Irak», informa.
Otra país, otra cultura. «Todo lo que es salir de la zona de confort te da otro tipo de cosas. Es verdad que puedes perder un poquito en calidad de vida, porque son países que son diferentes a lo que estamos acostumbrados aquí. Pero bueno, que te dan muchas otras experiencias, otros aprendizajes, y bueno, yo soy una persona aventurera, que no le importa moverse y menos por hacer lo que me gusta que es jugar al fútbol. Repetiría sin duda», dice este futbolista zaragozano.
Eso sí, disfrutó el momento, pero en cuanto apareció la opción de regresar a su país no se lo pensó demasiado. Así cuenta su vuelta. «Fue todo súper rápido. Yo estaba en el hotel concentrado porque jugábamos al día siguiente y de repente me llama mi representante para decirme que teníamos lo del Eldense. El siguiente partido no jugué y a los dos o tres días ya estaba volando para España», recuerda.
En la vida hay que ser agradecido y Raúl Parra lo es de sobra. Por eso, no quiere dejar la oportunidad de decir por la persona que ahora está en Elda,, ciudad alicantina a la que ha vuelto para volver a mostrar todo lo escondido que ha estado. «Aquí he tenido un poco la suerte porque, al final, cuando te vas a un país así se pierde visibilidad. A nivel de Europa pierdes visibilidad porque tú le dices a alguien que se vea un partido de la Liga de Irak y no se lo ve». Y sigue contando el motivo por el que su nombre volvió a sonar en España, concretamente, en Elda. «Aquí de secretario técnico tenemos a Carlos, con el que coincidí en el Cádiz porque era el analista de Sergio González. Él me conoce bien, ha trabajado conmigo, sabe cómo soy tanto como jugador como persona. Y creo que eso ha sido un punto importante para que esté yo aquí, pues quizá no se habría dado esta oportunidad», dice.
El presente se llama Eldense y este sábado se juega una final, al menos para el entrenador Dani Ponz, que está en la picota al tener al conjunto ilicitano a tres puntos de la permanencia, esa a la que puede llegar en el caso de vencer al Cádiz. Por eso, Parra dice que «es una final para todos porque si ganamos al Cádiz salimos del descenso», comenta deseando que se salven este año tanto unos como otros. Es más, al Cádiz le desea hasta el ascenso aunque ahora no tenga muy buena pinta.
El Eldense ya sabe lo que es ganar hasta en dos ocasiones al Cádiz este año, algo que se ha hablado en el vestuario de Parra, que revela que se ha hablado entre sus compañeros. «Sabemos que hemos ganado dos veces, pero lo hemos estado hablando en el entrenamiento, somos conscientes del equipo que nos enfrentamos. Son jugadores que tienen partidos en Primera División, que tienen mucho nombre; es un equipazo que está hecho para estar arriba».
Parra guarda muy buenos recuerdos de su paso por el Cádiz y por supuesto que mantiene el contacto con muchos de los que fueron sus compañeros. Especial amistad tiene con Escalante, Víctor Chust y Chris Ramos, además del utillero Juanito Marchante y varios trabajadores del Rosal. «Tengo ahí grandes amigos, hablo con ellos prácticamente todas las semanas», asegura un futbolista que dice tener «medio corazón gaditano».
«Enfrentarte a amigos siempre hace mucha ilusión, y más si es a un club con el que tienes tantísimo cariño como el Cádiz, que a mí me ha dado todo», insiste Parra, que no olvida su paso por el primer equipo amarillo en Primera División. Especial mención hace de Sergio porque «gracias a él es profesional». Aunque tras su marcha su nombre se fue al olvido, el que no olvida es él todo lo que vivió. «Tengo recuerdos imborrables que no se me van a quitar en la vida de mi etapa en el Cádiz. Esas dos permanencias muy sufridas. Sobre todo la primera en el campo del Alavés, donde necesitábamos ganar y que no ganasen otros equipos. La última sí que es verdad que en el campo del Elche ya la teníamos medio hecha. Pero bueno, sin duda que tengo recuerdos muy bonitos», comenta.
Agradecido
Y si a nivel colectivo disfrutó de aquellas dos salvaciones, a nivel personal tiene grabado a fuego su debut en Primera y su estreno como titular. «Los dos recuerdos más importantes es el día del debut, que fue contra el Espanyol en casa (en el que también fue el debut liguero de Sergio 2-2). Y luego, sin duda, la victoria histórica en el Camp Nou, que era mi primer partido como titular. Te ves ahí en un escenario como el Camp Nou, en Primera División, que vienes de jugar en campo de Segunda RFEF, que no tiene nada que ver. A todo el mundo que hablo de esto le digo que fue mi peor día y mi mejor día a la vez porque recuerdo que antes del partido fue un día terrible a nivel de nervios; no sabía ni qué hacer en el hotel, me comía las paredes. Pero luego fue un día increíble. Ganamos 0-1 en mi primer partido como titular en Primera , cumplí un sueño. Solo tengo recuerdos y palabras bonitas para el Cádiz».
Su encuentro quedó grabado en la retina de muchos cadistas como el día en que anuló por completo a Ferran Torres. Al ser preguntado por si cree que el internacional español sigue soñando con él tira de la humildad que no ha perdido. «No creo que un jugador de la talla de Ferran Torres tenga pesadillas conmigo, pero la verdad es que sí, que fue un día redondo en todos los aspectos. Cuando vas al Camp Nou lo normal, quizás, es que te metan un saco y dices: 'bueno, he debutado como titular en el Camp Nou, pero me han metido cuatro', que podría haber pasado. Pero se dio todo bien. Y a nivel individual creo que hice un partidazo, la verdad. Me consolidó muchísimo, aunque ya venía haciéndolo bien. También recuerdo el partido de Copa de Mestalla, que ya me mostré un poquito. O el día de Gijón también en Copa. Al final creo que venía haciendo las cosas bien y eso fue un poquito la consolidación, por decirlo de alguna forma. Decir: 'Oye, que estoy aquí, que estoy haciéndolo bien y que me quiero quedar'», dice desde la normalidad.
A pesar de ello, no siguió en el Cádiz y se va cedido un año al Mirandés. «La sesión me vino muy bien para coger experiencia ya dentro de un poquito de fútbol profesional». Sin embargo, no consigue ligar otro año más en España y se va a Portugal, al Estoril. «La vida son decisiones, son momentos. Cuando hablé con la dirección deportiva me transmitieron que tenía por delante a Iza y Zaldúa y que tenía que buscar una salida. Tenía un año de contrato más, pero me surgió la oportunidad en Portugal de firmar tres años. Decidí salir de ahí porque tenía 23 años y sentía que lo que necesitaba era jugar, no estar como tercer lateral en ningún sitio. Lo hice con todo el dolor del mundo porque en Cádiz estaba muy a gusto, tanto en el club como en la ciudad», finaliza.
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