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Paco López y su necesidad de cambiar cosas
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El entrenador no ha sido capaz de dejar aspectos de su juego e impronta en un primer partido de Liga muy lejano de lo que busca en el cuadro gaditano
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No se vio absolutamente nada de lo que Paco López quiere implantar en el Cádiz CF. Nada, lo que es decir nada más allá de una defensa adelantada y la intención de querer sacar el balón jugado desde atrás.
Los síntomas del Cádiz frente al Zaragoza fueron tan malos que la idea de juego del nuevo técnico cadista se esfumó por completo, no apareció en ningún momento del partido. Si a muchos le dicen que en el banquillo estaba Mauricio Pellegrino en vez del entrenador valenciano muchos hubieran pensado que era tal cual.
El caso es que el mal rendimiento de los jugadores que estuvieron presentes en el choque hizo que todo lo trabajado por Paco López en la pretemporada se fuera al garete o simplemente no se viera sobre el terreno de juego. El técnico ya anunció en su presentación que quiere un equipo atrevido, que tenga la pelota y que busque ese equilibrio siendo valiente. Cuestiones que no se apreciaron en un Cádiz errante en todos los aspectos.
Y es que los amarillos no fueron capaces de meterle mano a un Zaragoza que con poco se llevó cuatro goles que pudieron ser más. El equipo cadista dejó espacios atrás, demasiados, se vio en la primera jugada en la que el equipo de Víctor Fernández encuentra una autopista por la banda derecha cadista, retratando a Fali que no es capaz de llegar siquiera al área antes del disparo del jugador del Zaragoza. Por cierto, una falta de forma alarmante del zaguero cadista que se vio en esa acción.
Si el Cádiz defendió mal, tampoco es que atacara mucho mejor. Los amarillos no tuvieron fluidez con Diakité perdido y Álex tratando de estar en demasiados sitios. Por momentos el cuadro cadista buscaba profundidad en la banda derecha con Alejo y que Sobrino se metiera por medio, pero ninguno de los dos encontraba conexión con Roger y Chris Ramos.
Un auténtico desastre que se palió en parte con la entrada de Rubén Alcaraz y la de Brian Ocampo. El primero le dio algo más de fluidez al centro del campo y el segundo agitó el árbol buscando huecos en la defensa visitante. Cuestiones que no dieron efecto porque el Cádiz pecó de falta de efectividad arriba e incapacidad para hacer goles.
Así las cosas, está claro que la semana está sirviendo para que Paco López haya dado un toque de atención a los suyos. Sabe que lo que se vio el otro día está a años luz de lo que quiere y por eso espera una reacción.
La necesidad de ganar cuanto antes
«Tenemos que ponernos las pilas», dijo después de recordar que queda un mundo porque la campaña no ha hecho más que empezar. Las palabras del entrenador hablan de esa necesidad de cambiar cosas, pero también sin olvidar que antes del comienzo de temporada el técnico también avisaba de que era pronto para que se comenzara a ver lo que quería del equipo. El problema con el que no contaba el míster cadista era que más allá de eso, comenzar la temporada con un 0-4 en casa es muy preocupante y doloroso.
El técnico busca un equipo reconocible que se defienda con el balón, sabiendo que en esa tarea es fundamental la recuperación del centro del campo. Alcaraz ya apunta a titular el sábado frente al Levante, en detrimento de un Diakité que seguramente no tendrá ficha del primer equipo. Asimismo, Paco López quiere que su equipo defienda de una manera más ordenada, con un trabajo colectivo mayor del que se vio frente al Zaragoza.
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Todo sin olvidar que los equipos de Paco López, véase Levante y Granada anteriormente, son conjuntos sufridores en defensa. La capacidad ofensiva ha prevalecido, pero sin ser equipos que han encajado tantos goles como se piensa. El Granada que sube a Primera fue el equipo menos goleado de la categoría, por poner un ejemplo.
Así las cosas, el entrenador cadista busca cambiar cosas, en el juego y también en la mentalidad de sus pupilos. Entender que ya no se está en Primera División y que la categoría es la que es. El Cádiz tiene que ser un equipo valiente, a la par que ordenado. Un equipo con equilibrio y con capacidad para defender y también meter en aprietos al rival. Y un equipo que en definitiva sea capaz de llevar la batuta del partido. Cuestiones muy diferentes a lo que se ha visto en Carranza en las últimas temporadas y que costará su tiempo, pero está claro que con derrotas todo conllevará un proceso mucho más complicado, lleno de urgencias y problemas, de ahí que ganar cuanto antes sea fundamental para el conjunto gaditano.
