Eibar - Cádiz
Paco López echa de menos «más atrevimiento» en sus jugadores
El técnico cadista dice no encontrar un patrón que explique los continuos tropiezos de los suyos, aunque sigue confiando en el trabajo que están haciendo de cara al duelo en Eibar
![Paco López.](https://s1.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/canal-amarillo/2024/10/22/lopesxs-R7qmNGTftSvamUME6TXKAAO-1200x840@abc.jpg)
El Cádiz puede considerarse un Madrid o un Barcelona de esta Segunda. Y lo puede hacer porque así al menos se comporta el equipo (en palabras de Alejo), la afición (que no se cree estar donde está) y la prensa (que pasa olímpicamente del rival de turno para centrarse en lo que importa, que no es otra cosa que lo que le está ocurriendo al debilitado once de Paco López). Bueno, en realidad, sí se le preguntó algo, pero más por el escenario donde se jugará las papas este miércoles sus jugadores. «Por historia ir al campo del Eibar ya sabemos lo que es. Tiene una identidad clara desde hace muchos años. No nos va a sorprender nada. Siempre ha estado arriba y siempre opta a ascender. Es un partido difícil, como cualquiera de esta categoría. Tenemos que mirarnos más a nosotros y qué tipo de partido queremos. Echo en falta esa victoria que nos dé confianza», dijo poco antes de comenzar a analizar el profundo problema que tiene entre manos.
Y sí, hará rotaciones. «Lo que vamos a tratar es que de esa plantilla tan larga que tenemos, que el jugador que salga nos ayude a ganar», comenzaba diciendo. Lo que tiene un encuentro entre semana es que «apenas hemos tenido tiempo para analizar, pero claro que hay que seguir mejorando; insistir e insistir. Tratamos de analizar todo», dijo.
Y es que escuchar a Paco López es tan descorazonador como escuchar a ese alumno cargado de suspensos que se está matando a estudiar. Y sí, el actual técnico cadista da pena. Y lo da porque se muestra tan sincero como para reconocer que no sabe dar con el por qué de los tropiezos. «No encuentro un patrón que me explique el por qué», manifestó para argumentar que cada derrota o empate han venido de manera incierta y, volvió a recordar, por errores puntuales de los suyos. «Es una losa y un lastre que nos pesa», lamenta.
Puede que exagere con los buenos momentos de su equipo, como por ejemplo los dos últimos días en Carranza. «El otro día salimos muy bien los primeros 25 minutos; y la percepción del partido es que nos pudimos ir 2-0 0 3-0 al descanso porque el Racing no nos creó ocasiones», enfatizó para seguir añadiendo que tuvieron «muchísimas llegadas» jugando «con el primer plan, con el que fuimos capaces de neutralizar al Racing».
Y de nuevo, llegó «un error de Chust que hace que el equipo otra vez se desconecte» con la riña de la grada. Comenzaba a sonar a excusas y era él primero que lo asumía. «Sé que esto volverá a causar debate, pero trato de ser lo más sincero posible con lo que pienso y veo», dijo con la misma humildad y elegancia que lleva mostrando desde que llegó.
Quiere tirar de optimismo, sobre todo de cara a los suyos. «No debemos irnos solo a lo malo porque va pesando; no debemos anclarnos solo a lo negativo porque hay aspectos que hacemos bien». Y más dejándose llevar por la fe que por la razón, Paco López confía en que «tiene que cambiar esto ya; vamos con mucha ilusión a que sea ya el cambio, y si no, al siguiente».
A continuación, dio paso a una ristra de tópicos que pueden firmar todos los entrenadores. «No voy a dejar que nadie se rinda ni baje los brazos; no lo voy a permitir porque no va conmigo. Entiendo las críticas, faltaría más. pero en mi vocabulario no encuentro la palabra rendición».
De nuevo, se le volvió a preguntar si sus hombres prefieren jugar fuera antes que en casa. «No nos debe de importar», comenzó diciendo un entrenador que hace mucho trabajo mental con los suyos, a los que les insta una y otra vez que se aíslen de todo. «Es un mensaje que insisto en el vestuario, que aunque te silbe su propia afición por un error, debemos seguir confiando». Claro está, con este ambiente se ha de contar porque «debemos asumirlo, pero los futbolistas también son humanos y tienen sentimientos, pero esta es nuestra profesión».
En el mismo sentido, comentó que «es lógico que la gente se ponga nerviosa porque le cuesta el dinero, pero que sepan que el equipo quiere hacerlo lo mejor posible». Y se preguntó, de vueltas al fútbol, que «¿si se puede hacer algo más de lo que hicimos en los los primeros 25 minutos ante el Málaga?».
El míster cadista echa de menos en su equipo «un poco más de atrevimiento», si bien, entiende «el miedo que pueden sentir los futbolistas a fallar o a equivocarse; jugar con esa emoción no es nada fácil».
Esto le dio entrada a felicitar al Racing por cómo juega, un estilo «muy parecido al que a mí siempre me ha gustado», admitió. En la misma línea, diferenció los motivos de por qué sale ese fútbol en unos y no en otros, los suyos. «La diferencia es que están con la flecha para arriba y se atreven a todo». Por tanto, desparpajo llegue a los suyos «con las victorias, pero, claro, es la pescadilla que se muerde la cola», dijo preocupado.
También fue cuestionado acerca de si sus ideas están llegando claras a sus hombres. Ante esto, manifestó que «el sentimiento que tenemos es que los futbolistas creen, entre otras cosas, porque le hacemos responsables de la idea con la que trabajan». Y por último, un tirón de orejas a los suyos sobre los últimos minutos de descuento ante el Racing donde Alejo, Fali y compañía se perdieron en riñas absurdas antes de jugar. «;Me fastidió mucho que el Racing sí jugase los 9 minutos de descuento, no como nosotros, que caímos en la trampa».
No se olvidó de los canteranos que aún están sin jugar. «A veces, aunque resulte pretencioso, los entrenadores llevamos muchos años en esto por muchas cosas, entre ellas, por la información y la experiencia que tenemos. Hablo con ellos y son unos chicos geniales y con potencial, pero aún tendrán que esperar su momento», dijo en referencia a Julio Cabrera o Samu Almagro. Sobre De la Rosa, otro con el que está muy contento, comentó que tiene por delante a Ocampo.