Cádiz CF
Paco López se acerca a la tecla sin querer
El castigo a Kouamé y la lesión de Alcaraz le fuerzan a abrir los ojos en la búsqueda del equilibrio de un equipo siempre desbordado
No puede decirse ni por asomo que Paco López haya dado ya con la tecla. El equipo, su equipo, continúa muy lejos aún de lo que él desea para el cadismo, sin embargo, no es menos cierto que la entrada de un jugador esencial como Fede San Emeterio ha dotado a la maquinaria cadista de ese brío, de ese empuje, de esa fuerza en el centro del campo más que necesaria para que los Ocampo, Roger, Ontiveros y compañía puedan preocuparse más de atacar sin tener que molestarse demasiado en defender.
Y no, no puede decirse que la aparición dentro del once del jugador cántabro haya sido algo que haya salido de manera natural y decidida del entrenador valenciano. Como tampoco la de Escalante, que en Granada pudo jugar su mejor encuentro como cadista desde que renovó con el club amarillo después de salirse en aquella media temporada de vuelta que finalizó con la permanencia conseguida en Mendizorroza.
Poco a poco, el Cádiz CF se está volviendo algo más combativo en un centro del campo que hasta la lesión de un desgastado Rubén Alcaraz y el castigo al díscolo Kouamé tenían ocupado dos jugadores que no estaban consiguiendo equilibrar un equipo desestructurado y que, encima, cuenta con dos delanteros innegociables, lo que hace que haya menos hombres para echar el cerrojo.
Aún queda mucho camino por recorrer, pero lo cierto es que estas dos circunstancias involuntarias con las que se ha chocado Paco López le han hecho tener que recurrir a jugadores con los que no estaba contando de inicio en sus planteamientos, siempre adheridos al liderazgo de Alcaraz y a la supuesta calidad de Kouamé. Es cierto que en algún momento de la Liga tanto Escalante como San Emeterio han aparecido por algún once titular, pero sin ninguna continuidad dado que la idea.
Hasta el momento Rubén Alcaraz ha sido el dueño y el señor de un centro del campo que nunca ha estado a la altura de lo esperado. Poco o nada se le puede achacar el mediocentro catalán ya que su entrega y compromiso están fuera de toda duda, si bien, su rendimiento lamentablemente iba siendo cada vez más decepcionante. Y si poco o nada se puede decir de la profesionalidad del '4' amarillo, todo lo contario ocurre con el centrocampista africano, que ya en verano hizo todo lo posible por irse y que, una vez asumida su situación, nunca ha terminado de aceptarla.
Sorprendentemente, la solución de Paco López le ha venido como consecuencia a dos malísimas noticias como es una lesión y una sanción disciplinar. Alcaraz cumplió el segundo partido lesionado tras su lesión muscular mientras que el mismo número de partidos ausente cumplía Kouamé, pero en su caso el motivo de su baja es por el castigo impuesto por el entrenador tras pegarse en un entrenamiento con Tomás Alarcón, también apartado del día a día del equipo.
Y así, sin esas fichas disponibles, Paco López no ha tenido más remedio que poner un sostén en su equipo con dos jugadores que están respondiendo desde la solidez y la brega en el centro del campo, auténtica sala de máquinas de un equipo en el que se trabaja poco para una defensa muy vulnerable tal y como se ve en el casillero de goles encajados.
Los problemas siguen existiendo. Que el Granada no haya marcado no significa que no crease ocasiones. Es más, un rival mucho más débil como es el Córdoba tampoco marcó al Cádiz CF, pero si no lo hizo fue por la mala suerte, la falta de puntería o la labor de David Gil, que lleva dos encuentros resolviendo bajo palos situaciones más que comprometidas.
En estos momentos, Gonzalo Escalante y Fede San Emeterio se han convertido en los hombres fuertes de un entrenador que se acerca a la tecla aunque sin querer queriendo, que diría el Chavo del 8.