Y sin Ontiveros, ¿qué?

No es necesario recordar la importancia de Javier Ontiveros en el Cádiz CF. El atacante marbellí suma ocho tantos en lo que llevamos de temporada, y es uno de los futbolistas en mejor estado de forma de toda la categoría de plata. Capaz de asumir toda la responsabilidad en términos ofensivos de los amarillos, la expulsión en el último encuentro de 2024 va a impedir su participación en el debut oficial de 2025. Y Gaizka Garitano debe subsanar esta ausencia en el choque contra el Levante.

El primer nombre que aparece en la cabeza del cadismo es el de Brian Ocampo. Sin Ontiveros, el uruguayo está llamado a ser el jugador más diferencial en los últimos metros. Desde la llegada de Gaizka parece estar más fructífero en el frente atacante y, sobre todo, más preciso en lo que el equipo necesita. Desde el aterrizaje del técnico vasco ha aportado un gol y una asistencia, y la banda izquierda será de su propiedad ante el Levante para prolongar la buena tendencia en lo que a producción ofensiva se refiere. La duda está en quién será el sustituto en la banda derecha.

Garitano cuenta con dos opciones que destacan sobre las demás. La primera es la de Rubén Sobrino, un futbolista que no negocia el trabajo defensivo y que, por ende, no desnaturalizaría el planteamiento del nuevo técnico en sus envites iniciales, en los que Iván Alejo asumía la labor en el repliegue como pilar fundamental de su aportación sobre el terreno de juego. Aunque, quizás la segunda opción puede ser mucho más cercana a la amenaza en ataque. José Antonio de la Rosa puede obtener ante el Levante una oportunidad de oro para convencer al entrenador vasco y asentarse como una alternativa fiable y de calidad en el abanico de posibilidades.

El propio Garitano reconocía en rueda de prensa que «los partidos de enero serán claves para decidir quién se queda y quién se va. Los que jueguen se podrán reivindicar y ganarse el sitio. Estamos abiertos a salidas y entradas». Sin duda, un mensaje para jugadores como de la Rosa, que pueden pasar de tener el cártel de cedible o traspasable a convencer al técnico y quedarse en la primera plantilla. De hecho, el atacante onubense fue titular en el amistoso ante el Atlético Sanluqueño. Falto de oportunidades, el canterano posee el hambre necesaria para morder por un puesto en dicha demarcación.

La realidad es que ambos tendrán minutos, salvo sorpresa, ante el Levante. La incógnita es saber quién será titular, aunque todo parece indicar que el Daimiel cuenta con ventaja. Luego, en función de la dirección del choque, Garitano tomará unas decisiones u otras. Aún así, para suplir el elevado grado de influencia de Ontiveros en el Cádiz, el técnico también busca que sea la segunda línea la que comience a aportar lo que debería en la producción ofensiva. Jugadores como Álex Fernández, Rubén Alcaraz o, sobre todo, Carlos Fernández – aún sin ver puerta como amarillo – deben dar un pasito hacia adelante ante la ausencia del marbellí y tratar de sorprender para ayudar al equipo en esta faceta.

Todo esto a falta de comprobar cómo se amoldará el bloque a la ausencia de un jugador que, si bien con Garitano ha disminuido su porcentaje de libertad, supedita al resto debido a su rol de futbolista con mayor autodeterminación en el que tiene el permiso de moverse por varias zonas del césped. No es para menos, pues su capacidad para ser diferencial no admite debate. Pero, en ocasiones, la ausencia de este tipo de jugadores se perciben notablemente en el funcionamiento del equipo. Lo cierto es que Gaizka puede volver a contar con elementos correctores, además de Fede San Emeterio, en la medular. Escalante y Alcaraz, que apunta al once, vuelven a estar disponibles. Otra de las dudas es si apostará por la pareja de atacantes Carlos – Chris, o si bien volverá a confiar en un confiable Álex Fernández como mediapunta.

Sea como sea, el Cádiz echará de menos al jugador que, junto a Chris Ramos, es el máximo exponente de lo que verdaderamente importa en el fútbol: los goles. Un bonito reto para Gaizka Garitano y una oportunidad para todos aquellos jugadores de ataque que, a falta de oportunidad, van a poder demostrar su valía ante el Levante de Julián Calero.