Cádiz CF
Momento para la desconexión
La baja por sanción de Ontiveros debe ser aprovechada por Garitano para invertir tiempo y trabajo en nuevas formas de ataque
La gran ausencia
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Lo peor de que un jugador brille es que puede eclipsar al colectivo. De eso saben todos los equipos, pero aquí, en Cádiz, en estos momentos se lleva viviendo, o perviviendo, de los momentos del que es máximo goleador del equipo con ocho goles, solo uno menos que los que consiguió en toda la temporada pasada jugando en el filial del Villarreal, que por cierto acabó en Primera RFEF tras descender de Segunda.
Javier Ontiveros ha sido el fichaje estrella del Cádiz CF 24/25 y desde el primer momento ha sabido echarse el equipo a la espalda a pesar de que en algunos encuentros el antecesor de Garitano, Paco López, no lo pudiera poner todo lo que deseó debido a su forma física. No obstante, poco a poco, el malagueño ha ido sumando minutos y con Garitano es raro el partido que no acaba.
Sus ocho goles lo dicen todo y de no ser por su participación, el Cádiz CF estaría seguramente en puestos de descenso. El último de sus goles llegó en la última jornada disputada en el Juegos Mediterráneos de Almería, donde vio dos tarjetas amarillas que le privarán de estar en el primer encuentro del año que se disputará en Carranza ante el Levante el próximo domingo 12 de enero.
Serán, los que hay de ahora hasta dicha fecha, días y días en los que Garitano podrá trabajar otra forma de ataque, ingeniar otro modelo ofensivo, inventar otras maneras de llegar a área contraria que no dependan en exclusiva de un jugador importante en el equipo pero que, al mismo tiempo, lo convierte el previsible.
Sobra decir que el ataque amarillo anda conectado a su mejor jugador. Por supuesto que la implicación del malagueño es crucial para que eso sea así, pero que el Cádiz CF ocupe puestos cercanos al descenso no es por casualidad. Todo lo que construye Ontiveros no es más que fruto de lo poco que edifica un equipo demasiado viciado por las individualidades de Ocampo o las apariciones de Chris Ramos.
Garitano ha llegado, y hace bien, con la idea clara de endurecer la frágil defensa que ha heredado de Paco López. Su primer mes de trabajo no ha hecho otra cosa que tapar boquetes y los resultados, que no del todo las sensaciones, le dan la razón. David Gil solo ha encajado dos goles en los tres últimos encuentros y ambos han sido desde los once metros.
Resuelto, o casi resuelto el mayor problema, Garitano y su cuerpo técnico deben centrar la atención ahora a cómo llegar más a área contraria y hacerlo con claridad. Lo primero para que un ataque sea más completo es enriquecerlo con la aparición de más hombres que llevan la sorpresa como carta esperanzadora.
La titularidad de Ontiveros es indiscutible, bien sea partiendo desde la izquierda, desde la derecha o desde la mediapunta, sin embargo, ahora el cuerpo técnico cadista debe encontrar la manera de alimentar más a sus hombres de arriba. Y la ocasión la pintan calva ya que no hay mal que por bien no venga. La baja ante el Levante del jugador andaluz le abre a Garitano un abanico de posibilidades por explorar para hacer de su ataque algo más sorprendente de lo que lo está siendo.
Porque si la mejoría de este Cádiz CF se ha notado relativamente en defensa, no puede decirse lo mismo en ataque, donde ahora igual que antes el peligro llega de las mismas botas que llegaban con Paco López sentado en el banquillo.
Casi dos semanas tiene por delante Garitano para afinar alternativas que hagan no lamentar en demasía la ausencia de un jugador que si bien está completando una temporada brillante no va al unísono con su equipo. Ha llegado la hora de desconectar al paciente de su dependencia al oxígeno y ver cómo va por libre.