Cádiz CF

A El Molinón, con el libro más conservador

La victoria ante el Oviedo, de lo más práctica y aseada, marca el camino de lo que debe verse ante el Sporting de Gijón

Paco López. ccf

Alfonso Carbonell

Cádiz

El camino lo iban a marcar los suplentes, pero finalmente quedó difuminado por el gol a la media hora del Eibar y que decantaría a favor de los armeros aquel encuentro en Ipurua de donde Paco López volvía a salir muy tocado. Tan tocado que podía comprender que se la jugaba a los pocos días en su casa, donde no hace mucho sus jugadores habían sido despedidos con gritos de 'mercenarios' por parte de una afición harta de estar harta. 'Esa camiseta no la merecéis' también cayó. Y tanto que cayó porque el equipo despertó.

Lo iba a hacer en tierras vascas, donde un bloqueado, por sus propios principios, Paco López planteaba un partido de guerra, sin ideas y solo garra y un poco de orden, ese que ha faltado desde que tomase el timón de un barco perdido en mitad de una tempestad que se llevó por delante a dos entrenadores, Sergio González y Mauricio Pellegrino.

Con los menos habituales se plantó en Eibar Paco López, que ordenó a los suyos olvidarse de lo poco (y bien) o mucho (y mal) que se había trabajado bajo sus órdenes para intentar hacer un partido serio juntito y ordenado ante un cuadro, el eibarrés, que llegaba a la cita después de perder sus últimos cuatro partidos. Pero ni por esas, los de Joseba Exteberría fueron otra vez superiores y se llevaron los tres puntos ante un equipo que no entró mal pero que se volvía a desencajar al recibir el único gol del partido.

La soga ya le llegaba al cuello y Paco López era consciente de ello. De ahí que ante el Eibar y lejos de Carranza se arriesgase con un equipo plagado de suplentes; hasta nueve modificaciones hizo respecto al once que había sacado ante el Racing. Por todo ello, su cargo se la iba a jugar con sus once mejores hombres, que fueron los que saltaron de inicio ante el salvador Oviedo, que no le dio la misma importancia al ver como en su equipo titular faltaban algunos hombres determinantes del ataque carbayón. Teoría y práctica se unieron con el Cádiz CF, que fue el que se llevó el gato al agua.

Pero, ¿cómo lo hizo el Cádiz para ganar en un encuentro sólido y serio? Pues muy fácil, Paco López, a la larga, simplificó bastantes cosas. De entrada, hizo todos los cambios que se esperaban salvo dos, los centrales Víctor Chust y Bojan Kovacevic, que comenzaban a entenderse; lo poco que hay que entenderse cuando desde el área técnica piden que de complicaciones, ninguna.

Y así, con una defensa asentada y protegida por un Alcaraz más que responsabilizado en la posición, se comenzó a labrar el triunfo. A todo ello, hay que sumarle que fue la primera vez que el equipo amarillo se puso el traje de Segunda y se entregó a la causa hasta tal punto que hasta Kouamé dio muestras de solidaridad defensiva y con sentido.

Lo primero de este Cádiz CF que quiere ver la afición ya se ha conseguido y no es otra cosa que no se crea más equipo que nadie. Porque, en efecto, ante el Oviedo se vio a un equipo amarillo más comprometido y más de verdad que un Oviedo soso, sin ligazón, sin intensidad. Es sólo así como, antes de llegar a lo que persigue y quiere Paco López, se podrá caminar por el barro.

Por todo ello, lo más sensato es que Paco López intente seguir simplificando su fútbol. Algo así como 'cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente'. Así pues, los mecanismos de ataque o de salida de balón que antes se priorizaban en los entrenamientos han quedado en un segundo plano dadas las circunstancias. Ahora, o al menos en esta fase del curso, se ha de valorar por encima de todo la seguridad, la confianza y los pases de seguridad antes que el desparpajo y la alegría en según qué zonas del campo. La practicidad es un hecho y ha llegado a un equipo que este sábado vuelve a tener una importante vara de medir porque ni que decir tiene que la victoria ante el Oviedo ha calmado a las aguas, esas mismas que pueden volverse a agitar en el caso de que que llegue una nueva decepción en forma de derrota en tierras asturianas.

Se sabe que Paco López no llegó a Carranza el pasado verano para reproducir nuevas teorías conservadoras puestas tan en práctica por anteriores colegas, tan bien se sabe eso como que seguir intentando algo que no se conoce puede ser lo más directo para que vuelva por la calle más corta otro entrenador de marcado carácter militar. Ese no era el camino, pero hay sendas que obligan a tomar atajos. En el pensamiento de Paco López estará que cuando se vea con más colchón de puntos ya será hora de salir de la trinchera.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación