Cádiz Cf
Maxi Gómez, una mejoría insuficiente
El delantero uruguayo convence a Pellegrino a pesar de su falta de acierto
Goles son amores y amores son los que necesita el Cádiz para revertir la mala situación que atraviesa en la clasificación. Quizás por eso se pueda entender la tremenda pitada que se llevó Maxi Gómez cuando fue sustituido en el duelo ante el Celta de Vigo. Unos pitos inclinados hacia el resultado del momento, que era de cero a dos, y hacia la nefasta efectividad del uruguayo a la hora de ver puerta. Entendible, por supuesto, ya que el charrúa fue el fichaje que más expectativas e ilusión levantó en el pasado mercado de verano y, a día de hoy, 27 jornadas después, aún no ha sido capaz de anotar un tanto.
A pesar de esto, Mauricio Pellegrino parece haber encontrado en la figura del ariete a su elegido para ser el máximo referente ofensivo del cuadro amarillo, desplazando del once a Chris Ramos. Fue titular ante el Celta y, haciendo caso omiso a la opinión de la grada, el argentino volvió a alinear a Maxi Goméz en la visita amarilla a Vallecas. Y lo cierto es que, obviando una incapacidad goleadora que se vio reflejada en el pase a nadie cuando tenía toda la portería por delante, el uruguayo está desempeñándose como una pieza elemental en el ataque y que, además, se entiende a la perfección con Juanmi, el fichaje que más ilusión ha despertado en la afición amarilla.
La sensación con Maxi Gómez es muy distinta a la que puede tener el cadista hacia otros jugadores que no han rendido al nivel esperado como Darwin Machis o Brian Ocampo. Porque al uruguayo sí se le aprecia involucrado y totalmente consciente de la situación que atraviesa el equipo y del escudo que está defendiendo. Solo le falta el gol, y a pesar de todo lo comentado anteriormente, eso es lo más importante. Porque es lo que el Cádiz necesita para comenzar a tener posibilidades de cara a la permanencia. La delgada línea entre el bien y el mal.