Cádiz - Racing de Ferrol

A Malata, un granero donde mejora el producto

A lo largo de los años, el Cádiz CF ha vinculado el destino de varios de sus jugadores con el Racing de Ferrol para abrirles un paréntesis a mitad de camino

Garrido y Kike Márquez, en el centro, estuvieron cedido en Ferrol el último año del Cádiz en Segunda B. a. vázquez

Alfonso Carbonell

No puede hablarse de sinergia ni nada por el estilo, pero haya querido el destino o no, el caso es que el Racing de Ferrol guarda una sorprendente y particular relación con el Cádiz CF en este siglo XXI.

Como es desgraciadamente sabido, no siempre el conjunto gaditano se ha movido por las lindezas del fútbol profesional. De hecho, tras el último ascenso a Segunda son ya algo más de ocho los años que de manera consecutiva se encuentra militando entre Segunda y Primera División para alivio de una afición que se pegó en el pozo de la Segunda B nueve temporadas consecutivas a finales de los 90 y principios de los 2000 y otras seis ya metiditos en el nuevo siglo; entre medias, ese añito con Javi Gracia que acabó en Irún. En total, 16 desde 1995 que comenzó el suplicio.

Ya por entonces, esa odisea de nuevo años por el desierto, irrumpió en el Cádiz CF la figura de Raúl López. Desde muy pronto el lateral jerezano se convirtió en un ídolo de los 5.000, 6.000 cadistas que solían ir al Carranza aquellos años, si bien era raro el día en que no acababa expulsado por alguna agresión sin balón a un contrario. El bravo zaguero fue limando poco a poco sus incorrecciones hasta que la Segunda B se le quedó pequeña y se le tuvo que buscar una salida que beneficiara a las rotas arcas del club y al propio futbolista. Antes, a Raúl López se le había cedido al Melilla aprovechando que tuvo que hacer la mili allí un año. Pero no fue hasta la temporada 2002/03 que no se le vendió por diez millones de las antiguas pesetas al Racing de Ferrol, que militaba en Segunda con Luis César Sampedro como entrenador. Y en efecto, ese año fue el del ascenso en Las Palmas con Jose en en banquillo y Alejandro Varela actuando en el lateral zurdo ante la ausencia del jerezano y la vulnerabilidad de Chus Duarte, recambio de Raúl López que no estuvo a la altura. Por la derecha corría Jesuli Velázquez.

Raúl López, el tercero de arriba por la izquierda, en su año en A Malata.

El ascenso del Cádiz CF a Segunda coincidió con el descenso a Segunda B del cuadro verde, de donde saldría Raúl López para regresar a su casa, esa en la que sigue como técnico de la cantera tras colgar las botas el año en el que Quique Pina confeccionó la plantilla jubilándolo por Camille y Góngora.

Y si Ferrol se convirtió en el premio para que Raúl López pudiera dar el salto que se merecía al fútbol profesional, A Malata se convirtió en el castigo para dos jugadores del Cádiz CF 2015/16 como Jon Ander Garrido y Kike Márquez. No andaban las cosas claras con dos futbolistas a los que Claudio vio demasiado despistados en esa pretemporada y el club amarillo valoró la posibilidad de cederlo a un club en el que ya Raúl López había probado fortuna y creció exponencialmente. Y así fue como el Racing de Ferrol aparecía en el escenario para apagar un fuego creado por dos pesos pesados de un vestuario que acabaría ascendiendo con Cervera en el banquillo.

La jugada fue maestra para el Cádiz CF. Aunque Kike Márquez, un jugador de arte, no contó con la aprobación de la grada de A Malata, que lo censuró no pocas veces por su vida fuera de los campos, sí que veneró a Garrido, que desde muy temprano se ganó un sitio en el once ferrolano para acabar siendo insustituible. Los ferrolanos fueron líderes de aquel Grupo I la mayoría del tiempo esa temporada hasta que en la última jornada perdían la primera posición en beneficio del Racing de Santander, que se ganó el privilegio de poder disputar el 'play off' de ascenso directo a Segunda en detrimento del conjunto gallego entrenador por el excadista Tena. Ambos Racing sucumbieron ante el Cádiz CF, que pese a llegar como cuarto midió sus fuerzas tanto con los gallegos como con los cántabros con algo más de optimismo que dos rivales cariacontecidos con sus dos recientes varapalos.

Las dos cesiones le salieron que ni pintadas a la escuadra gaditana, que en vistas de un posible cruce en las eliminatorias de ascenso le metieron en las condiciones de las cesiones la cláusula del cagazo para evitar enfrentarse con sus jugadores. Y vaya que Tena notó la ausencia de ambos.

El futuro con ellos fue diferente porque mientras Garrido se convertía en un hombre clave para Cervera en Segunda a su vuelta, Kike Márquez no tuvo la continuidad deseada en el Cádiz CF y acabó saliendo al Marbella, para abrir un camino salpicado por las camisetas del Extremadura, Albacete, Córdoba y actualmente el Zamora.

Más allá de cadistas con retorno, en el actual Racing de Ferrol también se encuentran exs del equipo amarillo como son Rober Correa, Manu Vallejo, Jauregui y Álvaro Giménez.

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