Valladolid - Cádiz
Sergio González y el escenario perfecto para resurgir
El técnico catalán vuelve a la que fue su casa con la necesidad de alcanzar ese "punto de inflexión" que revierta la situación del conjunto amarillo
El técnico catalán, durante su etapa en el banquillo blanquivioleta
Una señal. Eso es todo lo que necesita el Cádiz para ver la situación con otros ojos. Lograr un tanto o una portería a cero serían alguno de los indicios claros de que esto puede cambiar. Hasta el momento, el conjunto amarillo se ha paseado por las cinco jornadas que ha disputado y está muy lejos de ser un equipo capaz de competir durante noventa minutos en una de las mejores ligas del mundo.
Una imagen que no se reconoce con el Cádiz de Sergio González. Aquel que llegó en invierno de este mismo año para volver a darle una identidad al grupo y, en definitiva, luchar por una permanencia que en ese momento se veía muy negra. El técnico catalán, a base de trabajo y con la larga sombra de su predecesor, fue capaz de, desde el puro fútbol, enganchar a sus pupilos y a la afición para hacer historia en el banquillo amarillo.
Una historia que está volviendo a modificar en este inicio liguero. Pero, esta vez, para mal. Porque el Cádiz ha firmado el peor arranque en la historia de la competición española y la negatividad se apodera de una hinchada que no traga con las falsas promesas de su presidente, y que la pésima imagen mostrada en este inicio no han ayudado a disipar. Una vez más, Sergio González debe ponerse la capa de héroe y volver a reflotar un barco que parece hundido.
El técnico catalán es capaz de ello. Maneja el arte de la gestión del vestuario – haber sido futbolista en el fútbol actual siempre ayuda a ello – y controla todas las posibles aristas tácticas que pueda tener un encuentro. Modifica y se amolda al rival, ya sea para minimizar debilidades o maximizar fortalezas. Para Sergio González, el del Valladolid no es solo una ‘final’, como algunos sectores de la afición y la prensa amarilla ya etiquetan al choque, sino que es una doble oportunidad para resarcirse y el escenario perfecto para resurgir.
Manuel Vizcaíno ya expresó su apoyo, a su manera, al proyecto de Sergio y ahora es el turno del técnico de responder. De responder al sitio al que se debe actualmente, y de demostrar a aquellos que, tras devolveros a Primera División y otorgarles dos permanencias consecutivas en la máxima categoría, lo vilipendiaron.
El fútbol tiene poca o ninguna memoria, pero hay que ser justos. A las 21.00 horas, en el José Zorrilla, habrá un hombre con más ganas que nadie por ganar el encuentro. Quiere demostrar a los suyos que es el indicado para manejar el timón, y también quiere demostrar a los que fueron los suyos que, a pesar de que la relación estaba herida de muerte tras el descenso, el trabajo y el proyecto allí realizado terminó por encima de las expectativas iniciales. Viernes 16 de septiembre, el día D para Sergio.
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