Cádiz CF

Valladolid-Cádiz CF (Previa): El mejor escenario para volver a creer

El Cádiz CF visita Pucela, estadio donde Jonathan Sesma lanzó al cadismo a pensar que un sueño podía ser realidad

Alfonso Carbonell

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Garrido y Álex Fernández, durante un entrenamiento.

En Valladolid, un gol casi sin querer de Jonathan Sesma, se comenzó el cadismo a bajarse de la cama para empezar a creer después de estar viviendo lo que parecía un sueño. No lo fue. Aunque fue lo más parecido a vivirlo después de que en Chapín se tocase el cielo con las manos. De entonces a acá ha llovido mucho y por el camino, además de barro, mucho barro, demasiado barro, se ha llorado tela y sonreído algo. Risas nunca han faltado porque si algo tiene este lugar es que se aquí uno ríe hasta llorando sus penas. Por eso mismo, cuando la vida te da oportunidades de ser feliz, no solo hay que aprovecharlas, sino que hay que trabajar para conseguirla.

Años después de aquel gol del extremo canario que tanto dio al Cádiz CF (y al Valladolid), ese mismo Cádiz CF vuelve a un lugar en el que se fabricó un ascenso ante un equipo con aires de Primera y estadio con historia.

Porque ganar en Zorrilla equivale a mucho más que tres puntos. Ganar en Pucela significaría mucho más que una simple victoria. Un hipotético triunfo ante el once leonés daría una señal de lo mucho que este Cádiz CF estaría presentando sus credenciales como candidato a un ascenso al que parece tenerle vértigo en las últimas jornadas en las que no se ha sido capaz de ganar.

Cervera y lo suyos lo saben. Y lo admiten llegado el caso. Admitirían que si ya no ganan hoy asumirían que el ‘play off’ comenzaría a complicarse de manera sobresaliente, que les vendría grande. Y lo que les dolería más, muchísimo más: tendrían que dar su brazo a torcer y encajar la realidad de que igual no están a la altura de obrar un sueño.

Lo han estado, por supuesto, pero llegado el momento de la verdad deberían hacer autocrítica y sincerarse con ellos mismos para acatar que no están preparados y que le tiemblan las piernas en los momentos cruciales. Y precisamente por ello, precisamente porque se niegan a lo recapacitar y asumir que no lo están, los Cifuentes y compañía se niegan a morir en la orilla. Saben y son conscientes que todos están muy cerca de hacer historia y que sería una lástima no escribirla entera después de empezar un libro donde ya han sellado varios capítulos importantes. Y lo más importante. Se sienten preparados. Y se sienten porque ya lo han hecho. Fueron a Vallecas como un condenado a muerte camino del patíbulo y salieron con vida, con mucha vida. Salieron con tanta que a la larga no fue bueno.

Porque dicen quienes vivieron y vieron salir a los jugadores del Cádiz CF de los vestuarios de Vallecas que el aire que se respiraba en el autobús del equipo era un aire de campeón, de creerse en la órbita de la historia. Hacían bien pero luego llegó el tropiezo ante el Almería y la calamidad en Reus. Pero si algo tiene este Cádiz CF es que se levanta de la lona cuando menos se espera de él. Y así fue de nuevo ante el Sporting, un equipo que llegaba a Carranza con ocho victorias consecutivas debajo del brazo y que se fue casi que pidiendo la hora ante un corderito que acabó en león.

Y ese mismo león es que el hoy se espera que aparezca en Pucela, el estadio de la pulmonía donde hoy brillará el calor a diferencia de aquella mañana gélida del 12 de diciembre de 2004 en la que Sesma llevó al Cádiz CF a las puertas del Olimpo. Para este encuentro Cervera no tendrá a todos sus cachorros disponibles.

Tristemente olvidado su jefe de la banda, José Mari, al técnico no le ha quedado otra que refugiarse en Garrido para dotar al equipo de la rocosidad necesaria para hacerle mayor ante la jauría de gallitos que prevalece en la zona noble de la tabla. Junto al vasco, reaparecerá Álex Fernández tras cumplir sanción ante el Sporting. Con la sala de máquinas controlada, habrá que ver qué dispone el catequista que ha recuperado a Abdullah para la causa después de su castigo tras su pésimo papel en Vallecas ante el Rayo. Sabido es que el francés no quiere jugar en la mediapunta y es muy posible que Cervera lo coloque en el doble pivote para ordenar al disciplinado Álex enganchar con un Barral loco por engancharse al amarillo. A las bandas, Salvi en la derecha y quién sabe qué sacará de la chistera Cervera para alinear en la izquierda. Quizás, la apuesta más coherente sería la de Perea, pero ya se sabe que llegados a un punto el entrenador cadista atiende a la coherencia para hacer justamente lo contrario. Lo mejor de todo es que le suele salir. La retaguardia a órdenes de Cifuentes será Correa, Servando, Mauro y Brian.

Ganar se antoja crucial para que el cadismo vuelva a gritar ‘aquí estoy yo’.

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