Cádiz CF
Sin entrega, orden ni tensión no hay paraíso
El Cádiz de Cervera pierde su identidad en partidos aburridos que aparentemente se encaminan a un empate que al final vuela
«Este tipo de partidos, los que no van ni para aquí, ni para allá, se nos dan mal. Los partidos sosos se no dan mal». ¿Le suenan estas palabritas? Pues fueron las últimas que dijo Raúl Agné como entrenador del Cádiz CF después de que el Almería B le endosase un 3-0 al conjunto amarillo. No fue la primera vez que lo dijo pero sí la última con el escudo del Cádiz CF en la solapa porque esa derrota a domicilio (la enésima) fue el detonante para que Locos por el Balón pudiera convencer a la administración concursal para que se cargase al hoy entrenador del Real Zaragoza –próximo rival del Cádiz CF, por cierto– y pudiera llegar Antonio Calderón para enderezar una nave a la deriva y que a la larga acabó encallando en Hospitalet.
Pero al lío. «Los partidos sosos se nos dan mal» es una frase que aunque pueda sonar a chiste está llena de verdad. Y es exactamente lo que ha sucedido al once de Cervera en tres de sus cinco derrotas obviando la de Anduva, donde el arbitraje pudo desestabilizar al equipo, y la de Vallecas, donde solo hubo un equipo.
Pero los tropiezos ante Reus (1-0), Oviedo (0-2) y Nàstic (1-0) contienen ciertos paralelismos . El primero, la lógica e inconsciente relajación de un Cádiz CF que llega al partido de marras en un buen momento clasificatorio y tras una victoria clara e ilusionante.
La derrota en Reus es muy similar a la cosechada recientemente en Tarragona . De entrada, el Cádiz CF se mide al recién ascendido equipo catalán tras meterle 3-0 al Getafe en Liga y haber eliminado al Levante en Copa. Optimismo por bandera poco antes de caer en un encuentro insulso, rácano y ‘controlado’, como diría Cervera. Una semana después, y antes de recibir a la escuadra astur un domingo por la mañana, llega un Oviedo en plena crisis de resultados y se lleva un partido prácticamente sin despeinarse ante un Cádiz CF desaparecido en combate durante los 90 minutos de partido y ligeramente ‘endiosado’ tras haber ganado en el partido intersemanal al Numancia en Carranza con un gol de cabeza de Garrido en el descuento. Por último, el Cádiz CF pierde ante el colista Nàstic después de una racha de siete partidos sin perder y tras haber goleado 4-1 al Alcorcón.
La moraleja que puede sacarse es que cada vez que el Cádiz CF toma aire en la clasificación a base de sólidos triunfos llega un encuentro que de forma insconciente se relaja, se acomoda y da por hecho empates que se van al limbo.
Al margen de la dinámica como llega el equipo al partido donde la pifia, otro factor inherente a las derrotas antes comentadas es la falsa creencia de que el encuentro está «controlado», como tantas y tantas veces dicen entrenadores que se van al vestuario habiendo perdido por la mínima. Cervera también cayó en el error. «Nos cogen en una jugada aislada en la vuelta, con 0-0, con el partido controlado», dijo para intentar razonar la derrota en Tarragona a la vez que ‘tiraba de las orejas’ a sus muchachos. Y en parte, puede llevar razón porque el partido ante el Nàstic estaba siendo tedioso, sin ocasiones, plano. Pero basta que este Cádiz CF se duerma para que le pinten la cara tal y como manifestó Migue González al término del choque.
Por último, otro condicionante que hace estallar los planteamientos y la filosofía cerveriana es no aceptar el guion que semana tras semana entrega a sus pupilos Álvaro Cervera. Lo dijo en Vallecas: «Si no jugamos al 200% no somos competitivos. Cuando dejemos de creer en lo que somos, tendremos problemas». Una frase que sintetiza bien claro lo que dice el entrenador cadista y viene a decir que este Cádiz CF es vulgar si no corre más que el rival. Y en parte, esto pudo suceder en Reus y en Tarragona, donde el equipo amarillo se siente superior al once grana y da un falso paso al frente para llevarse el partido dejando la defensa desguarecida, muchos espacios y demasiadas facilidades para que Uche finiquitase el asunto en una jugada donde el equipo se rompe y en la que no se entra al nigeriano con la contundencia necesaria. Y si en Vallecas dijo eso Cervera, en Tarragona volvió a confirmar la teoría que sirvió para que el Cádiz CF ascendiese en Segunda y se mantenga erguido en la LaLiga123. «No nos pueden coger en una contra, debemos aprender de la derrota y saber el equipo que somos».
Las declaraciones de Cervera no son de cara a la galería. Basta como prueba las de sus pupilos, como Jon Ander Garrido, que secundó a su entrenador a la salida del Nou Estadi . «Tenemos que evitar que nos hagan contras porque es nuestra propia medicina y eso no se puede pasar». Por lo que se ve, la autocrítica se hizo bien rápido en el vestuario cadista. Un dato positivo para que no vuelva a ocurrir.
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