Cádiz Cf
Sergio González rebaja el precio de su gasolina
El mejor nivel físico de la plantilla permite al técnico aumentar el abanico de posibilidades para afrontar distintas situaciones en los encuentros
Ledesma y Rulli, dos amigos satisfechos bajo palos
El Cádiz es el Cádiz, eso siempre es así. Pero al equipo de las primeras jornadas nos lo habían cambiado. No era aquel que Sergio González logró confeccionar en apenas dos semanas para seguir un año más en Primera . Le faltaban piezas, sensaciones y resultados. Y parece que, con algo de paciencia y fortuna, ese equipo ya ha vuelto. Logró ver las cosas de otra manera con la victoria en Pucela y aprovechó ese punto de inflexión para prolongarlo y confirmarlo ante el Villarreal.
Porque los castellonenses sufrieron de lo lindo en el antiguo Carranza. Pudieron meter uno o dos goles, sí, pero el fútbol es tan miserable que, cuando no entran las ocasiones, pocas personas las tienen en cuenta. No hay punto medio. O el vaso medio vacío o el vaso medio lleno. Y así es el fútbol. En el día de ayer los garrafales errores cometidos por los cadistas en el tramo inicial no tuvieron incidencia en el resultado y, finalmente, con lo que se queda la gente es con que el Cádiz terminó el encuentro encerrando y acorralando a un Villarreal de competiciones europeas. Y, ¿por qué callarlo?, los amarillos merecieron ganar.
Una vez más, el intervencionismo de Sergio González , junto a su cuerpo técnico, fue fundamental. En Pucela, las incorporaciones de Zaldua y Álvaro Negredo fueron capitales. Uno centró y otro remató. Uno subió la vista y otro era plenamente consciente de que la pelota podía caer ahí. Intuición, instinto y olfato goleador. Al fin y al cabo, los ajustes tácticos funcionaron. Y ante el Villarreal también fue así. Los cambios terminaron de enterrar a un Villarreal que, a partir de ese momento, comenzó a ver con buenos ojos el empate.
— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) October 1, 2022
El técnico optó por dar entrada a Álex Fernández, 'Choco' Lozano y Lucas Pérez en el minuto 58. Hasta el momento, Álvaro Negredo había logrado ser un incordio para los centrales, mientras que Fede había hecho su trabajo en el centro del campo. El único que salió igual que entró fue Bongonda, que no está. Pero eso también era parte del plan de Sergio. Él nunca lo dirá porque está feo, pero con la retirada del congoleño y la entrada de alguien en mucho mejor tono físico multiplicó sus posibilidades en ataque. Parte del plan.
Porque el Cádiz, que ya venía en línea ascendente, logró finalizar el encuentro en área rival y mereciendo el tanto. Algo que era totalmente imposible de imaginar hace unas semanas, cuando el cuadro de Sergio ya salía al campo falto de gasolina. El crudo está caro en estos momentos a nivel mundial, pero al técnico del Cádiz se le ha rebajado gracias a estas dos semanas de parón, donde ha podido recuperar el tono físico de muchísimas piezas y que le permiten manejar los minipartidos dentro de los partidos como a él le gusta.
José Mari aportó criterio y frescura en la medular, y el equipo se fue vitoreado del estadio. Las sensaciones son mucho más positivas, y todo es gracias a que Sergio, al menos, tiene un mínimo de piezas que le permiten competir en la máxima categoría del fútbol español.
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