Regreso a la casa sevillista

Un derbi regional siempre es especial, aunque con esto del virus todo es especialmente triste. Para qué engañar. No obstante, para ls futbolistas, los únicos que pisarán los estadios e incluso las gradas cada encuentro suscita recuerdos. Y qué mejor que memorizar esos recuerdos que en el silencio de un estadio, tan bello en condiciones normales como trágico en las actuales.

Más allá de ello, hoy hay dos cadistas que volverán a pisar el terreno de juego de un estadio donde fueron muy felices y levantaron hasta copas. Actualmente, defienden la elástica amarilla del Cádiz CF y a su edad siguen siendo tan importante en su equipo como lo fueron en el Sevilla.

Juan Cala es sin duda el que más sevillista es. No es para menos, entró en sus categorías inferiores tan pronto como comenzó a destacar en el Antoniano de Lebria y ya en 2007 jugaba en el filial para estar tres años después levantando la Copa del Rey como uno de los defensas del cuadro hispalense. No fue el único trofeo que levantó porque en 2014 ganaba una Europa League antes de abandonar la entidad de Nervión esa misma temporada. Entre medias de esos siete años, jugó como cedido en el Cartagena y en el AEK griego.

También conoce el sevillismo Álvaro Negredo, que vistió la blanca después de que Monchi pagase quince millones de euros al Real Madrid. Dejó huella el vallecano en el Pizjuán. Y tanto que sí. De hecho, un año ganó el trofeo Zarra al ser máximo goleador nacional con 20 tantos. El madrileño estuvo del 2009 al 2013 y entre medias ganó junto a Cala una Copa del Rey, la del 2010.

Otro cadista que no llegó a saborear las mieles del triunfo en el Pizjuán fue el sanluqueño Salvi, que estuvo en Nervión del 2009 al 2012 llegando solo a jugar dos partidos en el Sevilla Atlético tras militar dos años en el C.

De ahí partió al Atlético Sanluqueño y luego al Villanovense extremeño, desde donde dio el salto al Cádiz CF. Y hasta hoy.