Cádiz CF
Un presi sevillano de ‘Cádi, Cádi’
Manuel Vizcaíno sigue arraigando su vida gaditana como participante en las costumbres de una ciudad de la que está enamorado
Este Carnaval se le ha podido ver en una batea.
Si se empatiza un poco con Manuel Vizcaíno se le podría hasta entender cuando hace un par de semanas comentó con malestar que más que las críticas en sí, lo que más le molesta es ese aire racista que llevan algunas de ellas. Ya saben, aunque no lo dijera, al presidente del Cádiz le debe incordiar de manera mayúscula cada vez que alguien bromea o señala su procedencia sevillana y sevillista. No hay que irse muy lejos para ello. Este Carnaval, mismamente, el cuarteto del Gago ironizó con que el nombre del estadio ahora sea Nuevo Mirandilla porque en parte rima con Sevilla. Las críticas en el Teatro no se quedaron ahí. También la chirigota ‘A vivir que son dos días’ castigaba a Vizcaíno en un pasodoble dedicado a Álvaro Cervera.
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Cuesta entender muchos de esos ataques que recibe un presidente que llegó con el equipo en Segunda B y lo ha puesto en la elite. Y cuesta, entre otras cosas, porque además del éxito de su gestión también ha querido ganarse el favor del gaditano desde prácticamente que llegó. Que como él bien dice, no fue hace ocho años con Locos por el Balón, sino mucho antes. De ahí que dijera eso de que él «no necesita GPS para andar por Cádiz» cuando quiso atacar al murciano Quique Pina.
Años atrás, llevó al Señor de Cigarreras. :: francis jiménez
El idilio de Vizcaíno con Cádiz y su provincia comenzó desde muy pequeño ya que parte de su familia procedía de una tierra donde siempre se ha sentido como uno más. Para colmo, desde el primer día se dejó arropar por un anfitrión de lujo como Pepe Mata, que le abrió todas esas pequeñas puertas que igual podían estar aún cerradas para alguien que, como debe ser el presidente del Cádiz, tiene las llaves de prácticamente todas las cerraduras de la ciudad.
Pero la inmersión en el gaditanismo de Vizcaíno no se ha limitado simplemente a ser un invitado más a los actos donde va la flor y nata de la sociedad gaditana. Para nada. Vizcaíno se ha preocupado de ser pueblo dentro del pueblo. Uno más, sin serlo lógicamente.
Así, al poco de estar en Cádiz como presidente del club de fútbol de la ciudad se encargó de estrechar lazos con dos mundos que, junto al Cádiz, componen las tres C de Cádiz . O sea, Cádiz CF, Cofradías y Carnaval.
En el mundo del deporte entró por la puerta grande al venir de la mano de Pina y Del Nido para subirse a una poltrona donde está triunfando y haciendo triunfar al cadismo. Poco a poco, sus inquietudes personales le hizo empaparse de otra tradición a la que permanece también muy ligado en su Sevilla natal, donde también ha sido costalero. En Cádiz cambió el hombro por el costal y disfrutó bajo las andas de Nuestro Padre Jesús de la Salud de Cigarreras, en donde salió un año antes de ser cargador también de la Patrona de la ciudad, que sale igualmente desde la iglesia de San Domingo. Total, que tras darse ese disfrute colgó el hábito de cargador y pasó a otros menesteres para seguir tachando cruces.
A caballo con su presencia en la Semana Santa de Cádiz ha estado y está en el coro callejero de su amigo Luis Frade, el cual le hace el mismo sitio de privilegio que las dos anteriores cofradías a pesar de que no se sepa las letras ni acuda a todos los ensayos dado sus responsabilidades como presidente del Cádiz CF.
En 2019 encarnó a Gaspar en la cabalgata.
Pero no hay fiesta que se le resista a Manuel Vizcaíno, que en 2019 aceptó el reto que le hacía la Asociación de Reyes Magos de Cádiz para encarnar en la cabalgata de ese año a Baltasar. Y allá que fue para montar una carroza de lo más cadista.
Carnaval, Semana Santa y Navidad. Pero no todo iban a ser fiestas con tal de seguir engrosando sus virtudes más gaditanas. Este año, sin ir más lejos, integraba en el Ateneo Gaditano bajo una conferencia titulada ‘El fútbol de la calle y el big data’.
Vizcaíno está encantado en Cádiz y sigue haciendo sus pinitos para que le reconozcan que a pesar de ser gaditano él debe ser uno más. No para y seguirá. Le falta el Falla, pero poco importa ya en un presi sevillano de Cádi, Cádi’.
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