Elibar - Cádiz
La pizarra del Eibar 0-2 Cádiz CF
Nueva demostración de poder de Álvaro Cervera con una filosofía de juego tan conocida pero efectiva a la vez, que no entiende de rivales con más o menos calidad
El 'cerverismo' sigue ganando fieles
La filosofía de Álvaro Cervera no entiende de posesión. Tampoco de ocasiones en contra, ni de dominio, ni siquiera le importa a esta idea de juego que el rival te contraiga y te atosigue. Da igual.
El 'cerverismo' es esa forma de jugar en la que la paciencia es la norma número uno y la segunda correr y trabajar más que nadie. A partir de ahí, el camino ya está andado. Solo falta tener un delantero con calidad que ponga un balón de cabeza al palo contrario y que un par de jugadores roben balones para que llegue a tu futbolsita más veloz en el campo . Todo ello unido a una segunda parte inquebrantable hacen que la victoria sea un hecho.
En Ipurua, Álvaro Cervera volvió a sacar su santoral y sus jugadores hicieron el resto. Este Cádiz no juega bonito, no lo necesita, lo importante lo hace: gana.
1. Un once inamovible
Tercera jornada seguida con el mismo once y el mismo equipo titular. Álvaro Cervera se planteó cambios pero finalmente "esos cambios no iban a aportar mucho más de lo que teníamos", apuntaba el entrenador. De ahí que finalmente jugara con los dos delanteros arriba y el resto del equipo ya conocido.
El Cádiz CF salía al partido como suele ser habitual. Bien arropado atrás, presión alta en alguna jugada e intentar robar en el centro del campo. El Eibar se hacía pronto con el dominio del balón y por momentos también del partido, pues los amarillos lo pasaban mal. El equipo de Mendilibar atacaba la banda de Akapo con un Bryan Gil que ponía en muchos aprietos al lateral derecho cadista. Por ahí venía todo el peligro de un Eibar que rozaba el gol ante un Cádiz CF que era un martillo pilón, defender y defender.
2. El Cádiz tiene más vidas que un gato
Seguramente Mendilibar aún se estará frotando los ojos viendo que su equipo estaba haciendo un gran partido pero que en cinco minutos todo se vino abajo. Dos robos, contras rápidas y gol. ADN del 'cerverismo', no hay más. Negredo ponía el primero con un golazo tras una buena jugada de Álex y Espino, y en el segundo gran robo de Lozano con mejor asistencia de Negredo y perfecta definición de Salvi.
Los dos tantos son el fiel reflejo de a lo que juega este Cádiz. Todos defienden, roban y a correr. Los amarillos daban un golpe en la mesa y se ponían 0-2. Espino salvaba un tanto local y se llegaba al descanso sabiendo que el equipo de Cervera ya tenía más de medio partido ganado.
3. La segunda parte vale más que los goles
Los amarillos habían hecho algo complicado, adelantarse en el marcador, pero más difícil es no pasar apuros en toda la segunda parte. Y es que el equipo de Cervera hizo una segunda parte perfecta. No tuvo las complicaciones por la banda de Akapo y maniató mucho mejor al equipo de Mendilibar. Tuvo algunas llegadas incluso y fue una segunda parte en la que apenas Conan tuvo trabajo.
Cervera movió el banquillo metiendo a Alejo por Salvi y luego a Malbasic por Choco Lozano. El dibujo no variaba y lo que hacía Cervera es dar refresco físico para tener más trabajo en el campo. Posteriormente hacía un triple cambio modificando el centro del campo. Augusto y Garrido entraban por José Mari y Jonsson mientras que Bodiger entraba por Negredo. El Cádiz acababa el partido con Malbasic en punta y Bodiger más retrasado. Álex siguió en banda izquierda y Alejo en la derecha.
Un Cádiz que firmó un partido prácticamente perfecto. Los apuros que pasó en la primera mitad fueron solventados con los goles y desde entonces fue dueño y señor de un partido en el que otra vez tuvo apenas un 20% de posesión. Está bien tener el balón pero si no haces daño con el mismo no vale para absolutamente nada, y a este fútbol cerveriano se juega con más cosas que la pelota.
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