Cádiz-Barcelona
Piqué empieza a ver manos negras
El capitán culé se aleja por primera vez de la autocrítica para centrarse en el calendario y en las decisiones arbitrales
piqué sacó limpiamente un balón en una jugada individual de sobrino.
No falla. Podrá hacerlo en el campo de vez en cuando, pero fuera, y al menos como capitán del FC Barcelona no falla nunca. Ahí está él, siempre al frente del micrófono cuando peor andan las cosas. Y este jueves volvieron a torcerse. Ya salió a la palestra tras la humillación ante el Bayern en las dos ocasiones en los que los alemanes golearon al Barcelona. Y otra vez salió en Cádiz, donde de nuevo el equipo culé sumaba un nuevo empate tras el del pasado lunes en su estadio ante el Granada.
Fue en las cámaras de Movistar donde el capitán azulgrana volvió a mandar un mensaje, pero esta vez no a la afición sino que levantó la voz a los rectores del fútbol que hacen un complicado calendario. También se quejaba del arbitraje y de la expulsión de Frankkie De Jong.
«Creo que toca la pelota. Esconde el pie para no tocar y creo que en ningún lugar esa jugada es para una segunda amarilla. Pero es lo de siempre. Estamos siempre con las valoraciones arbitrales, que es algo que puede pasar», dijo antes de tomarla con las fechas, siempre tan apretadas. «Lo que no entiendo es por qué nos ponen los calendarios que nos ponen. ¿Cómo puede ser que jugándonos lo que nos estamos jugando nos ponen a jugar un lunes? Ponnos el sábado o el domingo. Yo esto no lo entiendo. Que LaLiga ayude a los jugadores», pidió.
Toca reaccionar y espera hacerlo cuanto antes porque la cosa se le está poniendo muy complicada. Y no sólo a Koeman, también a una institución en la que él no es uno más que pasa por ahí. «Necesitamos una victoria urgentemente, pero estoy orgulloso de que el equipo haya competido. Podíamos haber entrado en un bajón pero no ha sido así. De cara al sábado (ante el Levante) a ver si podemos ganar ante nuestra afición que creo que se lo merece».
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