Cádiz CF
Dos pedidos a casa bien aprovechados
Luca Zidane y Edgar Badia facilitaron, con sus pifias en Carranza, dos victorias salvadoras para los de Sergio
Lucas Zidane y Badia, gracias. Seis puntos, seis y cuatro cantadas. Una vez más, muchas gracias. El Cádiz CF hizo dos pedidos y muy bien que los ha aprovechado.
Ni que decir tiene que ambos guardametas son profesionales más que contrastados y por los que no pocos equipos andan interesados dadas sus grandes actuaciones a lo largo de dos etapas que ahora mismo se encuentran en Vallecas y en Elche de Alicante.
Dicho eso, no es menos cierto que ambos no tuvieron su mejor tarde a su paso por Carranza, campo en el que tanto el Rayo como el Elche doblaron sus rodillas ante un Cadiz que con esos seis puntos conseguidos respira fuera de los puestos de descenso a tres jornadas para el final del campeonato nacional liguero.
El primero de los dos, el francés Luca Zidane, fue el responsable, en menor medida de la primera victoria como local del Cádiz en esta Liga que ahora ve su final. Fue ante el Rayo Vallecano y ya con Sergio en el banquilllo, que antes de ese encuentro tuvo que toparse con los muros del Espanyol (2-2), Celta (0-0) y Getafe (1-1).
En aquel encuentro, vital para el comienzo de la reacción del Cádiz CF , que llegaba al duelo frente al conjunto madrileño tras un empate sin goles en el campo del Granada ante un rival en inferioridad numérica, los hombres de Sergio hicieron un partido muy serio. Tan serio que parecía que iba a desembocar en otro triste empate que ya no valdría dado los tres anteriores q iré se habían sumado y que se juntaron a la derrota en Palma ante el Mallorca. Pues bien, jugaba el Cádiz con la ambición de ganar pero con la responsabilidad de no perder cuando un saque de esquina que se comía el hijo del mítico jugador del Real Madrid era cabeceado levemente por Alcaraz en el segundo palo y tras una estirada poco afortunada y una recepción menos aún el balón se introducía dentro de la portería de fondo norte defendida en esos momentos por Luca. Ese gol abrió más el partido y el Cádiz supo afrontarlo bien para que esa ventaja no se escapase. Y no se escapó . Y si no se escapó fue en parte gracias a la sentencia conseguida tras un centro pasado de Alejo que era rechazado a destiempo por Zidane, que le dejaba el balón franco a Idrissi para que el marroquí con pasaporte holandés consiguiera el segundo para el Cádiz a puerta vacía dado que el arquero galo andaba por el suelo.
En ambos goles el meta francés se comía dos balones para regocijo de una afición que se fue a casa más que alegre tras ver ganar a su equipo en casa por primera vez en Liga gracias a dos errores facilitados por el meta del Rayo.
Tras ese encuentro llegarían otros en casa con final feliz. Como el 1-0 al Villarreal con gol de Sobrino en los últimos compases del encuentro. Y también otros dos con final trágico para los intereses gaditanos. El Betis remontaba (1-2) y el Athletic ganaba (2-3) tras aprovechar una lamentable primera mitad del Cádiz, que menos mal que ganaba en el Noya Camp para restar gravedad a dos resbalones caseros imperdonables de no ser por la proeza de la victoria en Barcelona o el empate en el Pizjuán.
Pero los rivales han venido apretando y había que hacer otro pedido en casa, este ante el Elche , que vino a jugar pero con un portero que la pifió en dos goles claves para el respirar cadista.
Badia se resbalaba para su desgracia y fortuna amarilla en el primer gol de Negredo que abría las puertas de una importantísima victoria para su equipo. El remate de cabeza del madrileño, tras imponerse con potencia en el salto a un central franjiverde, fue bueno pero mejor lo hizo el arquero ilicitano, que desde el suelo no pudo impedir que un balón centrado y sin aparente peligro acabase alojándose dentro de su portería.
No finalizaría ahí Edgar Badia su mal encuentro en Carranza , puesto que a los pocos minutos se dejaba robar la cartera por Sobrino en una jugada donde el único que creyó con fe en que pudiera acabar en gol fue el propio delantero manchego del Cádiz, que vio como la dubitativa salida de Badia podía dejarle el balón a su merced. Y así fue como el Cádiz abrochó un triunfo tan justo como facilitadla por la colaboración involuntaria de dos grandes más porteros que desde ahora lo son más aún por estas tierras.
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