Cádiz CF

Osasuna-Cádiz CF (2-1) Y por Reyes, carbón

Los de Cervera se adelantaron en el marcador con un golazo de Álex pero acabaron sucumbiendo ante la verticalidad rojilla

Antes que cebarse con el partidito del Cádiz CF hay que valorar el partidazo de un Osasuna que en ningún momento dejó hablar a los pupilos de Cervera. El golazo a los veinte minutos de Álex apenas fue una anécdota dentro de un duelo controlado a la perfección por el once rojillo. Si normalmente este Cádiz CF suele correr más que sus rivales incluso ganando, este domingo en El Sadar el cuentakilómetros amarillo debe estar echando humo.

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La derrota saca a los de Cervera de los puestos de 'play off' y habrá que sacar conclusiones positivas después del repaso de un Osasuna que maniató de principio a fin al once amarillo, siempre incómodo en un campo donde ya de por sí suele estarlo según dicta la historia.

Arrasate volvió a ganarle la partida a Cervera tal y como lo hiciera el curso pasado en Los Pajaritos de Soria en el Numancia 1 Cádiz CF 0. La verticalidad del Osasuna destrozó a los gaditanos, que en ningún momento tuvieron la posibilidad de sacar algunas de sus armas.

A pesar de todo, comenzó el encuentro muy movidito y de área a área, como le gusta a cualquier amante del fútbol. Las ocasiones, al comienzo sobre todo, se sucedieron de portería a portería y por lo que se vio este Osasuna tiene mayor pegada que este Cádiz CF, que ya es decir.

El primero en inquietar el área de Cifuentes fue el excadista Juan Villar, que juega de '9' puro con el equipo rojillo. El onubense se fue de espuela de Marcos Mauro y correteó desde el centro del campo hacia adelante para encontrarse en el momento oportuno con la punta del pie de Kecojevic, que desbarató la ocasión mandando el balón a córner. Se repuso rápido el Cádiz CF pero no estuvo fino a la hora de llegar al remate Manu Vallejo, que envió alto un balón centrado por Jairo que cogió a bote pronto. El ida y vuelta era una constante. Pero en la siguiente ya tuvo que intervenir un portero, el del Cádiz CF. Cifuentes detuvo sin muchos problemas un cabezazo de Villar, que comenzó tan activo como lo estaba el partido.

Poco a poco, de los dos equipos era, sin duda, el Osasuna el que con mayor rapidez y fluidez de ideas llegaba al área contraria . Tocaban y tocaban los navarros para que corriesen y corriesen los gaditanos . Y no. No era el típico 'tiki taka' ,muchas veces cansino, que tanto daño ha hecho al fútbol al propagarse a equipos de medio pelo. Era un manejo y un control del balón muy claro y directo. Vertical. Veloz, que daba gusto verlo, que no sufrirlo. Y el Cádiz CF, lo sufría. O mejor dicho, lo sabía sufrir. O eso parecía al menos al comienzo.

En una de esas jugadas bien trenzadas e instantáneas, al cuarto de hora, Juan Villar controló de fábula un balón dentro del área cadista pero se entretuvo al querer romper a Mauro sin atenerse a las consecuencias del gran repliegue que tiene la defensa amarilla.

Pintaban mal las cosas para un Cádiz CF que, sin embargo, siempre puede resultar peligroso. Y como prueba lo que pasó en el minuto 19. Jairo, el mejor hasta el momento de los cadistas, supo dejar atrás un balón a Álex que el madrileño convirtió en un caramelo tras driblar con facilidad a un central vencido con un simple amago y clavar con un zurdazo el balón en el arco defendido por Rubén.

Se adelantaba de manera engañosa el Cádiz CF, que pronto conocería la realidad porque al Osasuna apenas le afectó el golpe. Los de Arrasate incluso subieron un pistón más el nivel de juego y producto de ello Garrido vio una amaralla al llegar tarde a un balón muy bien movido por los rivales. Se acercaba cada vez más el conjunto navarro hasta que llegó el empate en el 25' después de una magistral asistencia de Juan Villar en el corazón del área a Rubén García, que con su zurda alojó el balón a la derecha de Cifuentes.

Volvían las cosas a ponerse, cuanto menos, justas aunque con el estadio apretando mucho más. Esto hizo que el volcán rojillo siguiera muy activo. Tanto, que se le terminó de venirse encima al Cádiz CF en el 34' con una jugada en la que a los jugadores amarillos nada más que les dio tiempo a perseguir sombras después de una triangulación de alta calidad entre Rubén García con Kike Barja para que viniendo desde atrás Roberto Torres adelantó al Osasuna tras encajar el esférico en la cepa del palo.

Ya con el marcador a favor, el Osasuna levantó, solo un poco, el pie del acelerador. Esto le vino bien al Cádiz CF para, primero, que Lekic asustase a Rubén con un remate ortodoxo dentro de un lío en el área rojilla que detuvo el meta local y, segundo, para que Manu Vallejo se marcase un jugadón de elite que terminó disparando alto y casi sin ángulo. No se quedaría de brazos cruzados los pamplonicas, que a punto estuvieron de irse con mayor renta al descanso si Juan Villar acierta a batir a Cifuentes tras recibir un buen pase de Fran Mérida.

Llegó el descanso, desde donde contestó Cervera sacando a Brian , que dudó en la jugada del primer gol navarro, por un Aketxe, que salía de lateral zurdo tal y como hizo en los últimos minutos en Málaga. Pese a lo herido que acabó la segunda mitad el conjunto amarillo, los primeros minutos de la segunda parecía renacer después de un gran pase de Álex a Jairo que el canario no pudo sacarle oro al cobrarle el fútbol muy caro su honestidad al buscar a Lekic cuando lo que tuvo que buscar más fue un penalti que con poco lo hubiera tenido.

Pero otra vez el Osasuna volvió a tomarle la lección al Cádiz CF. Lo hizo con un contragolpe de libro que falló Roberto Torres de lo bonito que quisieron hacerlo entre Juan Villar y Rubén García. Cifuentes supo tapar bien su palo y el tercero navarro volvía a cantarse en la grada pero no terminaba de subir al marcador. El corazón amarillo aún latía.

Estando el partido como estaba, tan solo un lance de fortuna podría devolver al Cádiz CF al asunto pero ni por esas ya que ni Lekic ni Jairo pescaron nada en un lió propicio que se formó en el área pequeña del Osasuna.

Pasaban los minutos como pasaban las ocasiones del Osasuna, que no sentenciaba pese a tenerlo en su mano Rubén García, que tras salir en posición correcta desde el centro del campo midió mal su pase de la muerte ya que apareció, otra vez, la milagrosa bota de Kecojevic para enviar a córner y no dejar que Kike Barja rematase a placer. Seguía perdonando el Osasuna ante un gatito de nombre Cádiz CF, que vio como en el 70' Juan Villar desperdiciaba de nuevo otro gol cantado tras un magnífico centro de Rubén García que el onubense remató fuera.

Quedaba un mundo pero el Cádiz CF definitivamente estaba apagado y fuera de órbita  prácticamente desde que le empataron el encuentro. No se encendía siquiera ni con los errores no forzados de un Osasuna que se empeñaba en mantener con vida a su oponente. El último en perdonar la sentencia a seis minutos del final fue el recién salido Nacho Vidal, que falló un mano a mano con Cifuentes.

Sin ningún tipo de agobio para los rojillos se llegaba al final de un duelo que saca al Cádiz CF de los puestos de 'play off' en el día de unos Reyes que, tras lo visto, no tuvieron otra que dejarles carbón en Carranza para la vuelta. Un mal día, y con ese frío que hacía por ahí arriba, lo puede tener cualquiera. Y mucho más, este Cádiz CF que ha tenido tantos otros buenos y maravillosos.

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