Cádiz CF
Como motos en un garaje olvidado
Akapo, Luismi Quezada, Yan Bodiger o Jurado pueden ser importantes en una recta final liguera que se presenta de locura
Sin lugar a dudas no está siendo el año de ninguno de ellos. Vinieron con la ilusión por bandera y apenas se les ha dejado ver por el campo más allá de algunos minutos en Liga y muchos en Copa, donde suelen tener protagonismo todos los suplentes.
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Pero no todo tiene que verse desde la óptica del pesimismo y para ellos, quizás, ha llegado el momento de ver la botella medio llena y sacar lo positivo que cualquier crisis trae consigo.
En este saco de jugadores en el ostracismo destaca por encima de todo un jugador que llegó el pasado verano con la vitola de fichaje estrella, mediático y de calidad. Lo tenía todo menos el consenso del que manda, un Cervera que pese a que tenía otras prioridades no ha podido utilizarlo todo lo que le hubiese gustado dado el alarmante estado físico del jugador. No hace falta decir que se trata de Jurado, en el que Manuel Vizcaíno sigue teniendo toda la confianza que demostró cuando se propuso traerlo a Carranza hace unos meses.
Y lo cierto es que es una pena verlo entrenar algún que otro día y observar la exquisita clase que tiene y la sobrada experiencia y efectividad que podría darle al Cádiz CF en Liga. Pero no está. No es por falta de ganas. Para nada. Su carácter reservado le hace ser un jugador introvertido pero que sin embargo cuenta con el cariño entero del vestuario , que por supuesto es bien consciente de lo que podría dar al equipo en el caso de que sus molestias físicas no se lo impidieran. Todos sus compañeros lo han visto entrenar y saben de la calidad que tiene. Solo falta que llegue al domingo de marras sin ataduras mentales y físicas. Y por lo que se ve, Jurado lo está intentando en su casa y durante este obligado encierro. Dada su gran trayectoria posee una de las casas más cómodas y cuenta con un gimnasio que más lo quisiera algún que otro club de Segunda B. El sanluqueño está entrenando fuerte y sabe que esta recta final de Liga puede ser el momento de llegar a ese deseado estado óptimo.
Y como Jurado también se encuentran varios compañeros más que no están teniendo protagonismo más allá de la Copa y algunos minutos en los que se ha suplido al titular. Los laterales Luismi Quezada y Carlos Akapo son dos claros ejemplos de esta oscuridad en la que le han hecho habitar los indiscutibles Iza Carcelén y el Pacha Espino.
Pero de seguir así la cuarentena, todo indica que prácticamente todos los jugadores volverán al mismo nivel físico cuando la competición, Dios mediante, pueda reanudarse. Y es que tanto preparadores físicos como jugadores saben que este mayúsculo parón obligará a, mínimo, hacer una pretemporada de una semana o dos para restablecer la forma física que todos habrán perdido sin ningún género de dudas.
Y es ahí donde estos jugadores, en los que también pueden meterse David Gil, Bodiger, Rhyner y todos aquellos que no hayan gozado de muchos minutos, tienen la gran oportunidad de demostrar al entrenador que de buenas a primeras están mejor para jugar que sus compañeros, antes titulares.
Los relojes se pondrán a cero para todos. El titular de antes habrá perdido con seguridad esa etiqueta de insustituible dado que antes habrá que comprobar el estado de forma con que se presenta después de más un mes sin salir de casa y, obviamente, sin competir. Es el momento sin duda para que todos los jugadores, incluso los más defenestrados, puedan rendir como si fuese el primer día de la pretemporada después de unas vacaciones.
Eso sí, dentro del nuevo escenario que se planteará en cuanto el balón pueda echar a rodar, significará capital importancia el modo en el que cada uno se ha tomado esta cuarentena. Y aquí es donde los jugadores menos habituales deben dar su do de pecho para reactivar su presencia en los primeros entrenamientos para hacerle ver a Cervera que algo ha cambiado durante un confinamiento al que muchos se habrán agarrado para volver a ilusionarse.
Porque si Jurado sí ha tenido su protagonismo en Liga cada vez que ha podido estar convocado aunque saliendo desde el banquillo, menos han tenido pero con más regularidad sus compañeros Quezada y Akapo, que jugaron los dos partidos de Copa ante Lealtad y Logroñés, respectivamente. En ambos encuentros se pudo ver las condiciones de Quezada, que se destapó como un experto lanzador de faltas así como dueño de muchos balones parados. Brilló en el primer encuentro y se eclipsó en Las Gaunas, donde cerró la baraja de su temporada, hasta el momento. Como también la cerró Akapo, que se vio como un lateral sobrio, de esos que gustan a Cervera pero no tanto como para adelantar a Iza. En el caso de Bodiger, Rhyner o David Gil no han salido de su perfil de reservas. Sin más.
Lo que parece claro es que este Cádiz CF puede volver a la competición con varias motos olvidadas pero debidamente engrasadas. Las ganas se da por hecha y el objetivo del ascenso es todo un reto para cualquier profesional, por eso mismo el grupo de los olvidados tiene ante sí la preciosa oportunidad de ser importantes en un año histórico.