Cádiz CF
¿Es momento de cambiar el chip?
Las bajas en la delantera obligan a Cervera a decidirse entre sus principios y las dudas
Álvaro Cervera siempre ha sido fiel a sus principios, pero eso no siginifica que en ciertos momentos los deje a un lado si con ello cree que puede beneficiar al equipo. Por supuesto que tiene sus 'ataques de entrenador', no tantos la verdad, pero en el tiempo que ha estado en el banquillo del Cádiz CF ha demostrado muchas veces que da su brazo a torcer cuando piensa que igual sus ideas no son las mejores para afrontar un determinado partido. Se puede decir que Cervera se rinde a la evidencia cuando esta se le presenta.
La prueba más clara de ello fue la media temporada en la que Vizcaíno le regaló un juguete muy peligroso, Darwin Machís . El venezolano ha podido ser tranquilamente el mejor jugador al que ha entrenado Cervera, pero por eso precisamente puso todo su entramado táctico a disposición de un jugador que resolvía partidos al tiempo que se cargaba la esencia de un equipo hecho a fuerza de trabajo, tesón y paciencia, lo que no se tuvo con el vinotinto en el once. Era tan claro y se veía tan nítido que pese a la entrega de sus postulados, nadie (o casi nadie) le pidió explicaciones al entrenador que se quedó nuevamente sin 'play off' de ascenso.
Por todo ello, a Cervera se le debe considerar más un estratega que un entrenador al uso . Sobra decir que 'muere', y así lo ha dejado reflejado en numerosas ocasiones, con sus ideas, las que además le dan resultados, pero no por ello las ha dejado a un lado cuando por circunstancias del guion el toque le sentaba bien al equipo. Un ejemplo de esto fue hace dos campañas en la que el equipo funcionó bien un partido y medio y quiso darle continuidad dejándose llevar por ese fluir que le daba a la pelota sus jugones y, todo hay que decirlo, por la presión mediática que supuso ver que su equipo también sabía tocarla y que, con cierto 'rintintín' se le recordaba desde la prensa y una parte de la grada.
Eran tiempos en los que Álex y Aketxe, los 'jugones', llevaban la voz cantante en el juego pero pasó lo que pasó y Cervera, en su coliseo y ante su afición y con notarios, sacó su libro y le sacó brillo. Todo aquel cadista con buena memoria puede acordarse. Venía, precisamente, el Elche a Carranza y el Cádiz CF llegaba a ese partido tras ganar en Lugo con una segunda parte en donde se remontó jugando al toque de Aketxe (que fue reemplazado en el 71' por Perea) y Álex, que tenian la coloboración también de Manu Vallejo y Jairo, autores de los goles. Cervera apostó por un once de toque ante el conjunto ilicitano, pero las cosas no salieron como buena parte del público deseaba y los amarillos se iban a la caseta perdiendo 0-1. Y fue ahí donde se quedaron Álex y Aketxe que dejaron sus sitios a la verticalidad y velocidad por banda de Salvi y a la referencia del juego directo de Lekic. Resultado final: 5-1. Fue la segunda victoria seguida de un equipo que sumaría consecutivamente otras cinco más antes de la llegada de Machís, que cambió el plan como antes fue recordado.
El caso es que, como suele ocurrir, al cambio se llega por diferentes caminos: las bajas, los malos resultados o la irrupción de un 'crack' que hace saltar por los aires las estructuras colectivas para ponerlas al servicio de la individual. Y ahora mismo, Cervera se encuentra en esa misma encrucijada que ya se vio al comienzo de la temporada con la llegada de Negredo y el gran momento de Lozano. Porque fue con ese tándem descubierto como el Cádiz CF dejaba de usar a Álex como enganche para dejar en la repisa el 4-2-3-1 y cambiarlo por el 4-4-2. Y lo cierto es que las cosas no han podido ir mejor hasta las bajas de ambos delanteros .
El Cádiz CF ha sumado 14 puntos gracias a un sistema con el que Cervera ya ha comentado que le sienta mejor al equipo en Primera, donde no quiere que se toque tanto en la zona de tres cuartos. Pero a lo largo de una temporada son cantidad los baches que aparecen y puede decirse que ahora mismo el once amarillo anda metido en uno. Y no ya tanto por las dos derrotas 'obligadas' ante los dos mejores equipos actuales de la Liga sino por la legión de lesionados que tiene y que ahora se le busca poner remedio.
La primera vez que lo ha intentado Cervera fue el pasado domingo ante la Real y pinchó en hueso. El técnico se entregó a sus ideas fervientemente pero no le dio resultado alguno . Al margen de la superioridad donostiarra, el caso es que su juego, su adn, su estilo más propio, fue anulado en todo momento. No hubo robos con un centro del campo de lo más guerrero (Jonsson y Garrido ), no hubo transiciones rápidas (con Aléx en la mediapunta) y no hubo contragolpes (con Jairo y Salvi en las bandas). Malbasic ni dio señales de vida.
Obviamente, pocas conclusiones se pueden sacar cuando hay tanta diferencia global entre un equipo y otro, pero no es menos preocupante que en 90 minutos el Cádiz CF ni siquiera le hiciera cosquillas a la Real bajo, cuidado aquí, las consignas preferidas del cerverismo y es eso precisamente a lo que ahora le puede estar dándole vueltas a la cabeza en busca de un motivo que le facilite aclarar sus ideas con vistas a un duelo muy diferente como el de este sábado en Elche ante un rival, ahora sí, de su Liga.
El desgaste moral que ha podido tener el encuentro ante la Real puede hacer mella a un entrenador que afronta un choque ante el Elche con numerosas bajas. La idea de darle el balón a la Real para confiar en los robos y en las contras se cayó por su propio peso visto lo visto y quien sabe si Cervera no hubiera apostado por intentar discutirle un poco la posesión con más jugadores creativos del corte a Pombo o Perea desde un inicio. A toro pasado y sin pruebas todo es más fácil, pero no por ello el técnico cadista puede estar haciendo un análisis de cara a un choque donde no puede confundirse.
Con Jairo y Salvi en las bandas y Álex en la mediapunta, lo lógico, de seguir con las mismas armas, sería contar con un delantero algo más veloz que Malbasic, al que le cuesta arrancar muchísimo en jugadas donde se roba en campo propio. Por eso, la entrada en el Martínez Valero de Nano Mesa o incluso Bobby Adekanye, inédito aún en Liga.
Lo normal sería que Cervera no cambiase el chip puesto que baremar por un partido ante el líder sería injusto, sin embargo, la capacidad de creación que pueden dar jugadores como Pombo o Perea, ahora que Álex ha dejado la banda izquierda para centrarse en la mediapunta, sí que le puede dar ese equilibrio al equipo para , por ejemplo, que a Malbasic le pueda dar tiempo a llegar a la zona de remate.
Es más que posible que, sin llegar a un cambio de identidad total, sí que Cervera vuelva al sostén de mantener algo más la pelota dando entrada a Perea y sentando a Jairo. El chip seguirá siendo el mismo sin duda pero en el Martínez Valero se espera tener algo más de control.
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