Cádiz CF
Las miradas apuntan hacia atrás
Los errores en defensa marcaron el devenir de un derbi que se fue de las manos de manera injusta
La crónica
«Creo que ha faltado un poco más de solvencia atrás. Han llegado dos veces y han hecho dos goles». Lo dijo Negredo. Y lo dijo en los canales oficiales del Cádiz CF , por cierto. Es decir, que la oficialidad le dio cuelo a unas declaraciones que, cuanto menos, sorprenden por su dureza hacia el trabajo de unos compañeros. Porque vale que atrás se falló, pero la claridad tampoco es que se impusiera en los metros finales. Sobra decir que la voz de Negredo es pura autoridad en el vestuario y que su análisis del encuentro la hace desde la autocrítica constructiva.
Y sí, al 'tiburón' no le falta razón. El derbi se fue de las manos de una manera abrupta y sin mucha justicia. De hecho, fue el Cádiz CF el que más quiso y el que más peso llevo del partido. Los dos goles, así como las mejores ocasiones del Sevilla, vinieron precedidos y precedidas de balones parados. Y esto es algo que seguramente abusarán los siguientes adversarios de un Cádiz CF que con David Gil bajo palos tiembla conm cada balón colgado al área que llega. Pasó en Almería en una sola intervención que tuvo a la salida de un córner en el que dudó y con En-Nesyri arriba era algo de lo que iba proponer Mendilibar, un entrenador enamorado de la pizarra.
No, no es hora de cargar injustamente las tintas sobre el suplente de Ledesma , que ante el Sevilla jugaba su tercer partido en Primera. ¿Qué quiere decir esto? Pues que con más partidos irá creciendo pero si hasta el campeón del mundo Iker Casillas dudaba cuando salía del arco cómo no va a hacerlo un canterano que ha subido en pañales a la elite.
David Gil está respondiendo con garantías en todas y cada una de sus intervenciones, si bien necesita el apoyo de sus defensas, que en el derbi no estuvieron del todo finos. Empezando por otro canterano que lleva cinco encuentros con el de ayer en la máxima categoría como es Parra, responsable de conceder un saque de esquina que fue la antesala del primer gol hispalense, obra de Ocampos.
Mandaba sobre el campo el Cádiz CF , que había salido con decisión en la segunda parte consciente de que el Sevilla no estaba en su mejor momento. Se acercaba más el 1-0 que el 0-1 cuando de repente llegó un centro sin posibilidades de remate y Parra, completamente solo y sin rivales al lado, no escucha las voces de sus compañeros para que dejase pasar un balón inofensivo y cabeceaba a saque de esquina. A ese error le siguió otro de comunicación, en este caso de Guardiola, que tampoco oía (o no se hacía escuchar) a su portero y volvía a facilitarle otro saque de esquina a Rakitic, que al siguiente envió un puñal al corazón del área para que Gil, rodeado de jugadores, no pudiera imponerse con suficiente potencia y tan solo era capaz de desplazar un par de metros un balón que le llegaba franco a Ocampos, que fusiló a bocajarro el que era el primer tanto sevillista con el que los de Nervión encarrilaban el encuentro.
Pasaron los minutos y los de Sergio se acercaron al empate, pero en su camino se encontraron con un solvente Dmitrovic o con el palo cuando no era el portero. Así estaban las cosas cuando de nuevo tras un balón parado, en este caso desde campo contrario, Badé enviaba un balón largo para que Bryan Gil recibiera sin presión alguna un balón que acolchó para asistir a En-Nesyri, que salvó por bajo la salida a la desesperada de Gil. Segundo y el derbi para Sevilla. Poca historia más que contar.
Efectivamente, faltó solvencia en la defensa, pero también en el área rival , donde ni Negredo ni Guardila, ni Chris Ramos ni Sobrino pudieron amenazar la tranquilidad de Dmitrovic.
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