Cádiz CF
Las «enormes ganas» de Güiza
Claudio valora la implicación del jerezano desde el primer momento de su llegada


Las está escondiendo de una forma asombrosa. O peor aún, de una forma que hasta puede rayar el pasotismo incluso. Pero parece que las tiene, que las trae, que las quiere mostrar. Parece que las trae pese a verlo pasando el examen médico con unas pintas más propias de un ‘gorrilla’ que de un jugador de fútbol profesional. Parece que las trae pese a que en el día de su presentación apenas le dio tres toquecitos al balón de una forma cansina, con desgana e indolencia. Lo hizo como favor para la prensa gráfica, pero a Dani Güiza se le veía agotado, molesto con el solazo que le pegaba en un rostro recién recortado de sus barbas pero próximo al cansancio, a la mala vida si se permite la aproximación. Sus andares parecían propios del pureta que retiene el don de la pelota pero que se mueve por el campo como el que juega una pachanga con los amigos con un ojo en el juego y otro en la cerveza que apoyada en el bordillo de la piscina. Así dicen que son los artistas y así han sido los primeros pasos, pasitos de Dani Güiza como jugador del Cádiz CF. No ha prometido cadismo porque no lo siente , pero ha prometido trabajo porque para eso le pagan. El margen de mejora es increíble. De momento, ya se ha recortado una barba descuidada, solo hace falta que no descuide su vida. Si él se juega mucho, más se juegan quienes se han empeñado en traerlo. A bote pronto, no se les ve, pero quien maneja el timón del barco asegura que viene cargadito de ellas. El sábado, tras el amistoso en Sanlúcar –donde es más querido que en su nueva casa–, Claudio Barragán ofició de notario y dio crédito a los rumores que vienen del entorno más cercano al jugador. Dani Güiza, el fichaje más controvertido y polémico del Cádiz CF en muchos años, está con ganas.
Su nuevo entrenador, a quien le caído la responsabilidad de gestionar la llegada de un ‘crack’ que él no ha pedido pero que se ha encontrado como un regalo caído del cielo, aunque parezca que llegue más bien del infierno, ya le regala los oídos al mismo tiempo que transmite al cadismo normalidad. Como es sabido, Güiza fue presentado a la una de la tarde en el estadio Carranza y sin ni siquiera haber entrenado apenas con sus nuevos compañeros, ya se vestía de corto por la noche para estrenarse en la pretemporada.
Palabra de entrenador
Sobre el debut de Güiza, desde el primer momento Claudio destacó la enorme predisposición que ha observado en el jerezano desde que se hizo oficial su fichaje. «Está con muchas ganas de hacer las cosas bien, de aportar . Le preguntamos si quería participar y estaba con unas ganas enormes», manifestó al término de un amistoso en el que debutó con la zamarra amarilla el jugador más denostado por buena parte de la afición.
Sus minutos en El Palmar no fueron para enmarcar . De hecho, la tónica no fue muy distinta a la sensación de pachorra que dejó en su presentación. Alguna que otra zancada, un par de carreritas y una ocasión que mandó al limbo al no estar con sus cinco sentidos puestos en el encuentro, que al fin y al cabo no era más que un bolo de verano. Y en cierta forma, es lógico que Güiza se encuentre haciendo un rodaje, su particular rodaje. Lleva mucho tiempo alejado de esa exigencia que este año, pese a jugar en el barro del fútbol español, tendrá domingo tras domingo. Su estreno como cadista lo hizo en territorio amigo, Sanlúcar, y un campo donde hace más de dos años más su nombre se vinculó a una historia que aún abre (lógicas) heridas entre el sector más pasional del cadismo.
Dani Güiza, dice su entrenador y su presidente, está con ganas. Solo queda ya que las demuestre ante una afición que, en su mayoría, lo espera de uñas por tantas tonterías dichas en un pasado inmaduro.