Una gélida relación en los banquillos

No se pudo ver en televisión el protolocario saludo entre ambos entrenadores que suelen darse antes de los encuentros, pero a nadie sorprende que no se produjera entre dos personas que no parecen estar muy bien avenidos.

Y es que a nadie le puede resultar extraño que Cervera y Diego Martínez no se estrechasen las manos después de una semana en la que el entrenador del Cádiz apenas diera importancia a la labor de su colega en el Granada cuando fue preguntado acerca de la incidencia que podría tener el técnico gallego en el once nazarí que este año ha maravillado a España y Europa.

En la previa del encuentro en Los Cármenes, Cervera ignoró el hipócrita librito de lo políticamente correcto y no se refirió a la labor de Martínez cuando le tocó hablar de su Granada. «Es un buen equipo, pero no estoy dentro para saber qué parte de culpa tiene él», dijo fríamente.

También argumentó que el Granada no es un equipo en el que se fija a pesar de sus buenos resultados. «Para mí el Granada no es el espejo en el que mirarse. Juegan con tres centrocampistas y un solo punta, nosotros con dos. No es el equipo en el que me fijo. Lo cierto es que en la base del juego, en no complicarte atrás, tener jugadores fuertes en el centro y arriba futbolistas resolutivos, sí que tenemos ese parecido. Pero me fijo en otros equipos que son más parecidos al nuestro

Sucedió en Segunda y en el Ramón Sánchez Pizjuán. Faltaba poco para el final de Liga 2016/17 y el Cádiz iba a Sevilla jugándose un puesto para el 'play off' que acabó jugando para caer eliminado ante el Tenerife. El filial sevillista .o se jugaba nada y el partido acabó con un 3-3 con un fondo y parte de la tribuna inundado de cadistas.

El partido, pese a lo que podía pensarse, se jugó de poder a poder y a cara de perro con un Sevilla Atlético extramotivado. El entonces portero del Cádiz, Alberto Cifuentes, se llegó a encarar con varios canteranos sevillistas y en cada lance del encuentro saltaban chispas. También el hoy jugador del Cádiz (cedido en el Málaga) Matos provocó más de lo normal en un partido que sembró la enemistad entre dos entrenadores que este pasado domingo volvieron a verse las caras en Granada. Y es que Diego Martínez era el entrenador de aquel filial que tan cara vendió un empate que complicó la clasificación cadista para el 'play off'.