Cádiz CF

Euskadi es más Cádiz que nunca

Unos 2.000 aficionados viven un día espectacular por las calles de Bilbao rodeados de un gran ambiente con los seguidores del Athletic

Dos cadistas besan a una aficionada del Athletic

El País Vasco tendrá la fama que pueda recibir más allá de los límites de su propia región. Seguramente las cuestiones políticas e ideológicas habrán influido en la concepción que muchos españoles nacidos fuera de Euskadi han concebido en los últimos años. Un punto de vista asumido pero que ni mucho menos tiene que ser reflejo de una realidad que nada o poco tiene que ver. Al menos para aquellos que por un día tuvieron la suerte de ser gaditanos en el norte.

Y quizás no lo sea porque una vez que uno entra en los límites intrínsecos de Euskadi compruebas que eso que has asumido casi sin querer es otra cosa bien distinta.

Cerca de 2.000 cadistas pueden dar fe de un sábado espectacular en el que las risas, el buen rollo y los abrazos fueron la nota predominante entre seguidores de un club rojiblanco peculiar y distinto al resto, y una afición gaditana que no podía faltar ante una cita en la Catedral del fútbol español, en un choque clave para el futuro de la escuadra amarilla que acabó en desastre.

Sobre las 11 de la mañana llegaban a cuentagotas los diez autobuses con seguidores amarillos que casi 12 horas antes partían del Estadio Carranza para vivir ‘in situ’ la cita de San Mamés. Una auténtica paliza de viaje que solo perturbó algunos retrasos en la llegada a la capital de Vizcaya, con un desplazamiento algo más tardío ya que la ruta elegida fue la autovía Cádiz – Madrid cuando lo más corto hubiera sido la Ruta de la Plata.

Antes, el Aeropuerto de Bilbao era el primer punto de encuentro de las camisetas amarillas que llegaban al País Vasco. Sobre todo dos vuelos, uno procedente de Sevilla y otro de Málaga, eran los que concentraban al mayor número de aficionados procedentes de la provincia de Cádiz.

Calle Licenciado Pozas . Centro neurálgico de encuentro entre gaditanos procedentes de toda la Península Ibérica y los propios bilbaínos que se dieron la mano en momentos que seguro quedarán en la mente de aquellos cadistas que tuvieron la suerte de vivirlo en primera persona.

Y como no podía ser menos, los conocidos como ‘pintxos’ y el ‘txacolí’ fueron los protagonistas de la mesa para los cadistas que no perdieron la oportunidad de disfrutar de la cocina tradicional vasca. Sin lugar a dudas, un sábado del final de junio y sin liga de Primera División, los hosteleros de la emblemática Calle Pozas hicieron el agosto con un partido de Segunda B.

En la calle, cadistas de toda España y muchos residentes en la propia Euskadi. Para muestra ‘Los Pixa’ de Ermua, peña amarilla que tuvo una quedada en la localidad vasca momentos antes del partido y en el que se dieron cita todos los miembros de la citada peña y muchos cadistas llegados al País Vasco desde la provincia gaditana. Un día antes, el propio Manolo Vizcaíno, presidente de la entidad amarilla, quiso hacer acto de presencia en la única peña del Cádiz CF en la comunidad autonómica vasca.

Emigrantes de Cádiz que no faltaron

Y para otro ejemplo, el de Paco y Juan, ambos nacidos en La Línea de La Concepción pero durante los últimos cuarenta años residentes en Barakaldo.

Ni el acento, ni la gracia, ni su cadismo lo han perdido, a pesar de tantos años lejos de su amada tierra gaditana. «Para nosotros el Cádiz es algo muy grande y lo seguimos siempre, a través de la televisión y de Internet. Estuvimos en Irún con el ascenso y no podíamos fallar en San Mamés», reconocía uno de ellos que recordaba que «somos gaditanos y estamos en una tierra que nos ha acogido con los brazos abiertos como es el País Vasco. Ojalá el Cádiz suba para que la próxima temporada podamos verlo más cerca de aquí », apuntaba, mientras cantaba un cuplé de una chirigota con el que hacía las delicias de algunos aficionados del Athletic. No va más.

San Mamés, la gran atracción

Todo eso en las inmediaciones y alrededores de un San Mamés que era la gran atracción de la jornada. Cada cadista que aterrizaba, por autobús, coche o avión en Bilbao, se dirigía rápidamente a un escenario de ensueño.

Un estadio de cinco estrellas con una sensación y ambiente a fútbol espectacular . El escudo del Athletic Club en la grada principal del coliseo bilbaíno era lo más fotografiado para los aficionados amarillos. Y una vez dentro, los nervios de un partido que comenzó mal y que enmudeció con un encuentro horroroso de los amarillos que dejó la imagen de los jugadores del Cádiz repudiados por su propia afición.

  

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