Cádiz CF
Las diferencias de aguantar o disparar
Akapo tuvo el 0-2 pero prefirió mantener el balón y que el tiempo se agotara en Bilbao
Una semana antes, en Villarreal, Salvi pecó de delantero al intentar el 2-4 con la mala suerte de conceder al rival el 3-3
Quién sabe qué hubiera pasado si en Villarreal, hace dos jornadas, ese último balón que se jugó Salvi para el que podría haber sido el 2-4 le hubiese tocado jugarlo a su compañero Akapo, un defensa. La lógica ambición goleadora del sanluqueño le hizo disparar en vez de aguantar la posesión e incluso decidir irse al córner a perder tiempo. El resultado ya se sabe cuál fue. Salvi cruzó demasiado la bola y esta se fue por la línea de fondo. El Villarreal puso rápido la pelota en juego, la colgó al campo cadista, la peinó uno y Danjuma conseguía el 3-3 en el último suspiro. Ruina gorda.
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Dos jornadas después en San Mamés le tocó el turno en una jugada similar a Akapo , un lateral derecho con vocación de ‘2’. Y a esto se sujetó para, después de ver que no había una opción clara ni de remate ni de centro, optar por mantener la posesión e incluso dirigirse al saque de esquina para robarle segundos al crono. Es cierto que perdió la pelota, tan cierto como que en la siguiente jugada, el Cádiz volvió a recuperarla en campo contrario. El objetivo claro de Akapo hubiera sido sentenciar el encuentro si hubiese tenido una opción clara, pero al no haberla encontrado suficiente decidió seguir con el balón en sus pies antes que darle mayor ritmo a un partido que iba camino del final. Del 0-1 no se pasó al 0-2, pero lo más importante sin duda es que se mantuvo el 0-1 y que el Athletic no dispuso de más ocasiones como sí gozó el Villarreal.
Otro mal recuerdo en botas de un delantero
Y es que si el que se la juega es un hombre con vocación ofensiva a otro con un talante más conservador la cosa puede cambiar. Que se lo pregunten a Víctor Espárrago en la temporada en la que descendió con el Cádiz a Segunda. Era un Cádiz-Betis de la segunda vuelta y los locales ganaban 1-0 cuando en el 90’ Lucas Lobos decide jugarse un disparo en vez de retener la bola y dirigirse al córner. El Betis se apresuró a jugar y en la siguiente jugada consiguió el empate tras culminar en gol el saque de una falta botada por Assunçao y rematada por Joaquín en lo que era el primer tanto de cabeza del portuense en su carrera. Era el mes de abril y el estadio Ramón de Carranza enmudecía camino del descenso a Segunda.