Cádiz CF
Se va el conseguidor de la 'fiebre amarilla'
Fallece Gutiérrez Trueba, que fue presidente del inicio a la mitad de la década de los 70
El Cádiz CF ha lamentado la muerte de José Antonio Gutiérrez Trueba, presidente de la entidad de 1970 a 1975.
El que fuera máximo mandatario del Cádiz CF del inicio hasta la mitad de la década de los 70 ejerció de abogado y según recalca la reseña del portal de Cadistas 1910 «fue presidente casi tantos años como veces anunció que se marchaba (aunque siempre reconsideraba su postura»).
Debe decirse que dio un gran impulso al club, bajo cuyo mandato el equipo jugó al fútbol como nunca antes lo había hecho , y que mereció sin duda ascender a Primera.
Su incondicionalidad al equipo amarillo le viene de familia, puesto que fue de manos de su padre como conoció las entrañas del club de la Plaza de Madrid. Y es que su progenitor ya fue antes secretario de la institución que más tarde acabaría liderando.
De ascendencia cántabra, su padre llegó a Cádiz a los 4 años de manos de su abuelo, que montó dos ultramarinos. Pronto su padre se encandilo de la tierra y de sus aficiones. Así, además del fútbol, también fue diputado provincial y concejal del ayuntamiento, además de hermano de la hermandad de Afligidos, cargos que más tarde retomaría José Antonio, que además también fue Decano del Colegio de Abogados.
José Antonio Gutiérres Trueba fue alumno de San Felipe Neri y casado ya con María del Carmen García Martínez de Salas, que era hija del doctor Francisco García Ceballos (y con quien tuvo siete hijos), en la década de los 60 y tras el fallecimiento de su padre comienza su vinculación con el Cádiz CF.
Al igual que su padre, comenzó en el Cádiz CF como secretario dentro de la directiva del galleho Márquez Veiga. Fue tras la dmisión de este último cuando tras meditarlo se apuntó a las elecciones a la presidencia ganándolas a José Repeto .
Ya en el cargo consiguió el fichaje del mítico Domingo Balmanya, con el que aportó al equipo grandes quilates de fútbol arte tal y como recuerdan los viejos del lugar, Junto a Balmanya , tenía en el equipo un centro del campo formado por Eloy y el chileno Carvallo con los que Carranza disfrutó de lo lindo, si bien no se consiguió el ansiado ascenso a Primera.
En lo económico, aportó estabilidad al club de Carranza en base a los traspasos de jugadores como Migueli, Andrés o el goleador Paco Baena. Fue él quien compró para el club la histórica sede de la gaditana calle de Cánovas del Castillo.
Dotó a la entidad de lo más importante, afición. Su mandato, entre otras cosas, destacó por la creación del fenómeno del cadismo puesto que la institución pasó de tener 200 a 10000 socios. Ahí es nada. También le dio importancia a la cantera con la creación del filial, el Cádiz CF B.
Abandonó la presidencia cansado de las críticas por no conseguir el merecido ascenso que no pudo dar a su afición. Explotó finalmente en febrero de 1975, tras una derrota en Carranza ante el Sevilla, que genera grandes disturbios por culpa de la actuación del árbitro.
Tras el desastre que fue la siguiente campaña, encabezada por Alonso Sánchez, varios aficionados organizaron una manifestación por las calles de la ciudad para pedirle que volviera, pero esta vez no dio su brazo a torcer, terminando así la carrera de un presidente que mereció logros más importantes. Pero sin duda, el más importante no fue otro que traer a la ciudad la fiebre amarilla. Y es que ese fenómeno del cadismo caló hondo en la ciudad.
Ya en la etapa de la Transición y alejado del fútbol intentó aportar en política siendo presidente provincial de Reforma Democrática y acompañó a Manuel Fraga en su aventura con Alianza Popular. En 1979, para las primeras elecciones municipales, le ofrecieron encabezar la lista de AP, pero no aceptó.
A las elecciones de 1983 se presentó como aspirante a la Alcaldía, en una lista de AP coaligada con PDP y PL. Lo volvió a intentar en 1987 sin éxito.
Descanse en paz, a los 88 años, don José Antonio Gutiérrez Trueba.
