Cádiz CF
Cervera ya tiene la mitad de trabajo hecho ante el Sevilla
Sus jugadores interiorizan mejor el sistema y la forma de entenderlo si se enfrentan a equipos inmensamente superiores
El equipo ya ha llegado de las vacaciones y si el coronavirus lo permite volverá a competir el próximo lunes 3 de enero . Lo hará ante un grande, el Sevilla, segundo clasificado. Ahí es nada. Y eso quiere decir que Álvaro Cervera ya tiene la mitad de su trabajo hecho de cara a ese duelo. De esta manera, al técnico no le hará falta repasar la lección a sus muchachos porque ya saben lo elemental y eso no es otra cosa que asumir sin problemas que son infinimante inferiores a su rival.
Esto, que aparentemente debe ser nefasto para cualquier equipo, para el Cádiz CF, y para Cervera muy especialmente, es gloria. ¿Y por qué lo es? Pues muy fácil, porque de esta manera los suyos jugarán como más le gusta a él, es decir, no concendiendo ni un suspiro, corriendo el doble que el contrario, solidarizándose con el compañero, aplaudiendo sus fallos, con humildad, con ese adn que ha hecho crecer a un equipo limitado en calidad pero desbordante de sacrificio.
Sobra decir que no siempre sale. El Atlético, por ejemplo, sobrepasó sin problemas al equipo amarillo. Siempre lo ha hecho. Y como el Atlético, la Real, por ejemplo. Sin embargo, este año el Cádiz CF ha vendido tan cara su piel ante rivales superiores que ni siquieran doblaron las rodillas.
Un ejemplo claro de esto han sido los únicos cuatro encuentros en los que Ledesma a acabado el encuentro con su portería a cero . Dos han sido en Carranza y otros dos a domicilio, y vaya que dos escenarios.
En Carranza se empató a cero ante todo un FC Barcelona. Es cierto que los de Koeman en su momento no estaban siendo muy fiables, tan cierto como siempre el Cádiz CF será peor que todo un Barça esté como esté. Otro encuentro que se acabó en tablas sin goles y en Carranza fue ante el Valencia de Pepe Bordalás, que para colmo se encontró con un equipo con siete castigados debido a la marcha de Vallecas. Sin muchos de sus titulares, el once lastrado sacado por Cervera aquel día sudó sangre para empatar un partido que también estuvo cerca de ganar. En ambos encuentros los pupilos de Cervera corrieron como el que más sabedores que sin ese esfuerzo no obtendrían recompensa alguna.
Más logros han cosechado en estadios de primera magnitud. Por segundo año consecutivo, el Cádiz CF lograba imponerse en San Mamés, esta vez con público. Y lo volvía a hacer con el mismo resultado de 0-1 y con otro gol con la colaboración de un rival. Daba igual porque la victoria se puede considerar hasta justa. Los de Cervera supieron sufrir y aunque en esta ocasión no acabaron el partido con dos menos, también supieron fajarse en momentos determinados que el Athletic empujó hacia el área de Ledesma con el aliento de una catedral que volvió a rendirse ante la banda guerrera de Cervera.
Y si se peleó en San Mamés, no menos se combatió en el Santiago Bernabéu , un estadio que se convirtió en un 'pinball' en el que el Cádiz CF repelía sin parar cada ataque blanco. Encerrados atrás, sin complejos y con las pinturas de guerra del que se siente peor en calidad pero superior en corazón, los soldados de Cervera dieron un recital de achicar balones y disputar cada balón como si les fuera la vida en ellos.
Así combate este Cádiz CF, que sin duda es el que quiere siempre Cervera independientemente del rival. Pero claro, no es lo mismo pedir que se corra y se presione cuando en frente se tiene a un león que hacerlo cuando la bestia reduce su tamaño en la cabeza del futbolista. Porque los jugadores son humanos y la psicología manda sobre las piernas. Eso es así. Está en el futbolista y está en todo bicho viviente, inherente a la actividad mental.
Por eso le va a ser tan complicado al Cádiz CF mantenerse y por eso tiene mejores números ante equipos de media tabla hacia arriba que ante los de su liga. Inculcar a un equipo que se tiene que defender ante el Alavés como si fuese el Real Madrid es tan complicado como meterles en la cabeza que hay que sacar el balón jugado desde atrás en el Bernabeú.
No obstante, Cervera ya ha conseguido este cambio de mentalidad en sus chicos no pocas veces. Sin ir más lejos, el curso pasado y tras recibir un manantial de goles tras el Tourmalet que enfrentó a Athletic, Real Sociedad, Atlético y demás, consiguió interiorizar en sus jugadores ese chip de la resistenca. Es cierto que comenzó a hacerlo en el Nou Camp, donde de nuevo se sumó un punto in extremis con el gol de penalti de Álex, pero a las dos jornadas siguientes se volvió a encarrilar la permanencia desde el conservadurismo en encuentros ante rivales directos como el Alavés o el Eibar.
Cervera tiene este próximo lunes una nueva oportunidad de sacar hasta la última gota de sudor de sus jugadores sin necesidad de recordarles que deben correr el doble que el rival porque el rival ya habla por sí solo. La tarea más ardua volverá a tenerla pasado el encuentro ante los de Lopetegui ya que esperan encuentros donde se decidirá buena parte del desenlance. Y es que a la vista están Osasuna en El Sadar, Espanyol en casa, Levante en Valencia y Mallorca en Palma.
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