Campaña Socios Cádiz CF
Y los abonados, ¿qué esperan, qué temen?
El Cádiz CF trabaja desde hace meses en la presentación de una campaña tan caótica como esperada
Las dudas e incógnitas sobre los precios se acumulan en una afición sin información alguna
A lo largo de su historia reciente, el Cádiz CF ha tenido muchas y complejas campañas de abonados. Quién no recuerda aquellas con estadio mitad nuevo, mitad antiguo, con obras y que a medida que avanzaba la temporada se abría una grada que antes era supletoria. Una locura fue aquella etapa dominada la presidencia por Antonio Muñoz, que delegó en su hijo Antonio Muñoz Tapia, con la ayuda de Pepe Mata, una campaña y varias que fueron una auténtica locura. Disputas, protestas, mesas de información, colas interminables, cambios de sitio, de grada, antiguos socios que se sentían maltratados por la llegada de los nuevos... Y es que, para colmo de males pese al éxito de aquel equipo, el club ascendia a Primera División en plena reforma de un estadio que este año ha estado vacío por mor de la pandemia.
Muchas han sido las campañas llenas de adversidades y aunque con otras gerencias, los clubes siempre acaban sacándolas adelante. Sin embargo, la temporada 2021/22 se presenta mucho más complicada que todas las anteriores porque se ha unido hasta tres circunstancias desfavorables.
La primera es la pandemia como no puede ser de otro modo, La segunda es que ya en la 2019/20 se esfumaron partidos del carnet de abonados debido a que la temporada del ascenso se finalizó con los estadios cerrados en las jornadas culminantes, algo que no hace más que dificultar cada caso, cada socio, cada situación. Y la tercera es un compromiso realizado por el presidente del Cádiz CF que prometió abonos gratis en caso de ascenso para todos aquellos socios que no faltasen a ningún partido de la temporada regular. Para esos que habían faltado a alguno o algunos se le haría una rebaja importante dependiendo de sus ausencias. Algo que no hace más que entorpecer mucho más la claridad de cada situación de cada abonado. En definitiva, un pifostio de marca mayor el que tiene formado un club que no para de darle vueltas a una campaña que lleva estudiando varias meses y que en los próximos días será presentada bajo un halo de dudas, promesas no cumplidas por ley y algún que otro temor por el dinero perdido o hasta el momento no recuperado.
A pocos días para que comiencen a circular por Carranza la gran mayoría de socios, los rumores dicen que este año el socio pasará por taquilla y que aquel compromiso contraído por el club (abonos gratis por el ascenso a los más incondicionales) ha pasado a mejor vida al llevárselo por delante el coronavirus. Y claro, las protestas no han hecho más que asomarse a la espera de que el globo sonda lanzado por el mismo club se haga oficial.
Los argumentos para que el club no mantenga su compromiso parecen evidentes y se centrarán en la crisis mundial que atraviesa el mundo del fútbol después de un año y medio azotado por la crisis sanitaria que ha devaluado los ingresos. Esta opinión choca frontalmente con la economía particular del abonado, de Cádiz, provincia que atesora el mayor número de parados del país.
Pero el Cádiz CF se mantiene callado y sigue sopesando todo tipo de acciones, tanto ventajosas para el abonado como comprensibles para todos. Y es ahí, en el sentido común, donde quiere moverse la entidad de Manuel Vzcaíno de cara a la próxima campaña .
Muchas son las incógnitas de muchos abonados después de una temporada y parte de otra (la más importante y donde se dilucidó el ascenso de categoría) sin poder pisar el campo.
Como es sabido, fueron alrededor de 10.000 abonados los que renovaron de manera gratuita sus abonos el verano pasado. Debido a las circunstancias obligadas por la pandemia, se han quedado sin degustar ese preciado regalo y según las informaciones que se manejan este año no correrán la misma suerte para fastidio de todos ellos que este año tendrán que pasar por caja.
Con todo y con esto, son los más favorecidos en una temporada que muchos afrontan con no menos temores. Son aquellos que sí pagaron una cantidad para poder ir a un estadio que ha permanecido cerrado durante todo el curso debido al coronavirus y por causas mayores, que será a lo que se agarre el club amarillo a la hora de recibir reclamaciones por parte de su masa social.
Y es que hay muchos abonados que han pagado por unos servicios que no han podido disfrutar . En unos casos, la mitad del abono, en otros un porcentaje mayor o mejor dependiendo de cada situación. Como es de esperar, todos estos abonados confían en que ese dinero ya depositado en las arcas del club a pesar de no haber ido al estadio será recuperado en el próximo abono que debe contemplar un descuento dada las cirunstancias.
Otra de las reticencias que tiene el personal es el estado de los estadios una vez comience la Liga. Y es que el mero hecho de no saber si podrá entrar o no dependiendo del aforo que las autoridades permitan llenar en cada estadio es otra coyuntura que se debe abordar con mucha cautela pero con la misma incertidumbre al estar todo en el aire. Por ejemplo, un abonado que sea el número 16.000 parte con menos ventaja de acceder al campo en los primeros encuntros de la temporada que los primeros 5.000. Y es que lo que parece evidente viendo la politica que siempre ha manejado Vizcaíno es que serán esos abonados de Segunda B los que seguirán siendo los más beneficiados en cada medida que se piense o se tome .
Muchas cábalas llevan a pensar que pagando la mitad de un abono (el de la temporada pasada) con la otra mitad del curso que está por llegar, debería pagarse la totalidad de un abono que se habrá disfrutado a medias. Si es que llega ese día en el que los campos vuelvan a poner el cartel de no hay billetes.
Todo lo que se ha pagado con anterioridad a la pandemia (es decir, el abono de Segunda que se vio alterado por el final de Liga sin público) debe repecutir en el nuevo precio del carnet así como, claro está, lo pagado por un abono que no se ha podido disfrutar en ningún momento en la pasada campaña a solas en los estadios.
Desde su llegada al club, Vizcaino ha recibido los elogios de buena parte de la afición en el tema de los abonos. Con seguridad, el presidente del Cádiz CF sabe que se la juega una vez más con una campaña de lo más compleja pero en la que querra equilibrar las pérdidas producidas por la pandemia sin tocar demasiado la cartera de su afición. De ahí que no se contemple siquiera en la masa social que el sevillano dictamine que todo lo pagado en anteriores temporadas es agua pasada ya que la temporada comenzaría, sin duda, con un buen número de críticas a su gestión.
El asunto es tan peliagudo y personal en todos los casos que el club no descartaría la opción de que cada socio se siente con un empleado del club para analizar su situación exacta y ponerle solución a una campaña de abonados tan caótica como esperada.
Noticias relacionadas
