La cosa no pinta bien, de momento

Algo menos de dos semanas quedan para que se abran las puertas del mercado de invierno, ese en el que están puestas buena parte de las esperanzas de permanencia de una afición cadista que vuelve a acudir a él con el mismo temor que años pasados. Y eso que hace un año, Manuel Vizcaíno lo clavó con los refuerzos que incorporó al equipo dado el excepcional rendimiento que dieron dos defenestrados en el Valladolid (Fede San Emeterio y Rubén Alcaraz), otro del Elche (Lucas Pérez), otro del Sevilla (Idrissi) y otro que venía a ‘jubilarse’ tras su paso por la liga israelí (Luis Hernández). Los cinco fueron titulares desde el primer día y le dieron al Cádiz CF el empujón necesario para emerger de los puestos de descenso y salvarse en la última jornada.

Sin embargo, todo lo bueno que se hizo en enero de 2022 es posible que no se mejore. Y todo por culpa de una planificación veraniega desastrosa. Arreglar el desaguisado dos veces consecutivas va a resultar más que difícil, imposible . Pero esto es fútbol y ya se sabe que el Cádiz CF cuenta con la baraka del presidente, ese que espera que le vuelva a funcionar a pesar de que ya comienza a jugar con fuego.

Todavía no hay nada oficial, pero lo que está avanzado ya asusta a más de uno. Uno que vuelve y otro que se va, para resumir .

El que se va lleva dándole a la matraca casi que desde que llegó y convenció a Vizcaíno para que le dejase marchar en el caso de ascenso a Segunda del Deportivo, su equipo del alma. La historia es de sobra conocida. No subieron los gallegos ante las lágrimas en vivo del delantero, que no por ello se conformó y hasta el último segundo del mercado de verano intentó -reunión de urgencia en Zahara inclusive- convencer al presidente para que le dejase ir. No lo consiguió pero sí se guardó la palabra. ‘En enero hablamos’. Y vaya que si están hablando. Comenzando en La Coruña, donde los rectores del Dépor han comenzado a hacerlo mejor que en verano y ya dicen haberse puesto en contacto con Vizcaíno para decirle que se retratarán con una cantidad superior al medio millón de euros. A saber, Lucas le costó al Cádiz CF un millón. ¿Amortizado? Sí o no, depende de si el club encuentra ahora un delantero de garantías que lo supla. No será fácil, no.

La solución de Vizcaíno no es otra que buscar un delantero cuanto antes para que el Deportivo pueda contar desde comienzos de enero con el jugador. Las cosas entre directivos parece en vías de solución una vez escuchado al presidente coruñés, del grupo Abanca, ese al que Vizcaíno menospreció en verano al no considerarlo gente de fútbol. «Ha sido un malentendido», comentó el representante bancario en el Dépor esta semana como para dejar claro que las asperezas con Vizcaíno ya son cosa del pasado y que en breve llegarán a un acuerdo.

Y de uno que probablemente se va a otro que regresa, en este caso el jugador cedido en el Mirandés Raúl Parra . Ya el curso pasado maravilló en su partido en el Nou Camp y a eso se agarran en el Cádiz CF para contentar a una afición que anda atónita con este movimiento. ¿Un cedido en Segunda para suplir al lesionado Zaldua? Así es. Y eso sin contar que tampoco es que Parra se esté saliendo del mapa en Anduva, donde ha llegado a jugar hasta de portero por motivos circunstanciales.

La solución a la baja en el lateral, donde Iza quedaría como el titular indiscutible, debería entenderse como un movimiento dirigido a hacer todos los esfuerzos económicos en la llegada de jugadores que marquen las diferencias en los metros finales. Sólo así podría entenderse dos operaciones que no ilusionan mucho a una afición que entra con la misma fe que miedo a un mercado de invierno incierto.