Cáduz CF
Una resaca con varias lecturas
El triste empate en Chapín contra un Tercera RFEF vuelve a abrir la caja de las dudas cadistas
Pocas y no muy buenas las lecturas que se pueden sacar del amistoso de este pasado miércoles en Chapín ante el Xerez CD, equipo que cumplía el 75 aniversario y que quiso celebrarlo con el otrora enemigo, su vecino el Cádiz CF.
Producto de este cumpleaños, los xerecistas visten una camiseta de franjas verticales azul y blancas conmemorativas a la fecha de su fundación. El encuentro era amistoso, pero no lo pareció a juzgar por la vehemencia con la que muchos jugadores locales comenzaron el encuentro. De hecho, llama la atención que hasta dos jugadores, uno por cada equipo, tuvieran que acabar antes el encuentro por expulsión con roja directa, mucho más dura la entrada del xerecista Alberto García sobre Sobrino que la posterior de Blanco. Pero el árbitro quiso compensar por eso de no desnivelar la balanza.
Aunque tampoco es que la balanza se fuera a desnivelar mucho porque el Cádiz CF, de cuatro categorías superior a su rival , no hizo mucho más que el Xerez para llevarse el partido. Es verdad que por la inercia pudo ser vencedor a los puntos, pero no pasar del empate ante un Tercera RFEF es como para preocuparse lo suficiente de cara al regreso de la competición doméstica a finales de mes.
Y si sobre el campo Sergio apostó por un once que se repartía entre suplentes y titulares, en el palco el Cádiz CF acudió con lo más granada. Empezando por su presidente, Manuel Vizcaíno, que acudió al encuentro junto a Rafael Contreras, Pepe Mata, Rafael Navas e incluso Juan Cala, que acudió al estadio jerezano pese a estar lesionado.
Si hay que hablar de ganas se tiene que hablar de Rubén Sobrino. La entrega sobre el verde del jugador manchego es incondicional a su ser ya pueda estar jugando en el Bernabéu como en un campo de la Tercera RFEF. El extremo se faja con todo tipo de defensas y no huyó del choque pese a la contundencia y exagerada agresividad con la que se mostraron los xerecistas.
En cuanto a las ocasiones, estas volvieron a ser puestas por Lucas Pérez, que estrelló un libre directo al travesaño además de que casi marcar con un disparo que se envenenó. El gallego, pese a los insistentes rumores de su partida a La Coruña, vuelve a dejar clara su implicación.
Otro delantero, Álvaro Giménez, también estuvo participativo, pero sin suerte de cara a gol. Aunque no se le notó peor que sus compañeros en el estado físico, el anímico debe ir por otro sitio trsa tanta incomparecencia.
Alejo, protagonista otra vez
Quien sí quiso erigirse en protagonista desde el primer momento fue Iván Alejo, que las tuvo con todos. Con la afición rival, con los adversarios, con el árbitro y hasta con su entrenador. Lo dio todo. El vallisoletano no paró de picarse con sus rivales, se encaró con el árbitro y se llevó la mano al oído para crispar a una grada que le deseo unos cánticos tan desgraciados como sus cantantes y que el resto del público les afeó. Tanto pique llamó la atención de Sergio, quien para avisar a su jugador de que no estaba obrando bien gesticuló llevándose un dedo a su ojo como para advertirle de que lo estaba observando.
En resumen, el Cádiz CF no pasó del empate ante un Tercera RFEF que bien pudo ganar en los últimos minutos si David Gil no detiene un balón con marchamo de gol.
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