Cádiz CF
A vueltas con Jerez
El xerecismo más radical vuelve a protagonizar lamentables hechos a la voz de 'acción-reacción'
A los más vándalos poco hay que darle para que actúen. Los hay en todos lados, ya saben, como los botellines. Y en el mundo del fútbol, el porcentaje se multiplica dado que es un deporte que se deja llevar por las más bajas pasiones. Comenzando en el campo y llegando a los palcos, sin olvidar a la grada, la masa, ahí donde irrumpen sin temor y escondidos en el anonimato aquellos que hacen de su pasión la excusa perfecta para mostrar su pésima educación, su falta de civismo y de sensatez.
Por eso, en esta selva, todo acto, gesto o medida hay que equilibrarla. O no. Libre es cualquiera de hacer. Solo faltaría. El caso es que a la acción suele responder la reacción y ésta no suele estar acompañada por la razón.
El 'hacer provincia' viene de lejos. Aunque antiguamente, la provincia era cadista, el paso de los años y los buenos resultados del histórico Xerez, acompañdos por esos nauseabundos nueve años en Segunda B del Cádiz CF hicieron que un club y otro rivalizaran en la misma categoría durante cerca de una década y el cadismo dejase de mirar arriba (Sevilla, Betis o Malaga) para mirar hacia abajo (Xerez, San Fernando e incluso Sanluqueño). Todo eso hizo que el escenario cambiara hasta que llegó el 'Chapinazo' y el ascenso a Primera en años de Antonio Muñoz, un presidente que entendió la situación para volver a abanderar la causa del 'hacer provincia'. Y eos hizo. Se comenzó a jugar amitosos en muchos pueblos de la provincia salvo en territorio comanche, es decir, xerecista. Con más o menos tacto, aquella directiva pensó que tampoco era plan de hacer cadismo en una zona donde aún estaba el Xerez pegando fuerte, tal y como pasó con el ascenso a Primera del conjunto azulino que vino a coincidir con un nuevo descenso a los infiernos del Cádiz CF.
Pasaron los años y la historia no tardaría en dar un giro de 180 grados. De todos es sabido el final. El xerecismo descendió de un año para otro de Primera a Segunda B , donde la deuda que arrastraba le hizo caer más aún hasta llegar a dividirse el xerecismo en dos equipos que rivalizaban en categorías regionales mientras el Cádiz CF resucitaba por enésima vez hasta llegar a consolidarse en estos momentos en Primera. Y es ahí donde la actual directiva vuelve a impulsar con una fuerza arrolladora el lema de hacer provincia saltándose la línea roja de Jerez.
Desde el área de marketing de la entidad cadista se hace iuna publicidad en las estaciones de trenes y en el aeropuerto jerezano de La Parra en la que el color amarillo del Cádiz CF se hace ver. Y claro, las consecuencias no se hacen esperar. Pintadas y destrozos de las vallas publicitarias y el xerecismo, unido. Eso ocurrió al final de la temporada pasada y en el arranque de esta las cosas parecen no habr variados.
Estos últimos días, el autobús oficial del Cádiz CF era apedreado en Jerez para disfrute de los más vándalos y lamento de los más moderados. Desde la parte xerecista ultra se cree que desde la directiva del Cádiz CF se está violentando a los aficionados del Xerez y estos no han dudado en responder desde sus más bajos instintos.
La guinda a la semana ha sido la pìntada que ha sufrido la casa del cantaor Diego Carrasco, elegido por el Cádiz CF como protagonista del cartel del encuentro de este lunes entre el once amarillo y el Alavés. A eso se le unía unas manifestaciones del propio Carrasco en la que decía que «el Cádiz CF es lo mejor» . Estas declaraciones no han gustado a los de siempre y la nefasta consecuencia ha sido un nuevo acto de vandalismo.
No parece que vaya a haber tregua. Desde el Cádiz CF se seguirá apostando por la provincia y sus artistas, toda y todos, y por lo que se ve desde el sector más radical del xerecismo no se permitirá la publiciidad cadista en territorio local. Lo importante, lo más importante, es que la sangre nunca llegue al río.
Ver comentarios