Cádiz CF

Tomás Alarcón, de la ilusión al ostracismo

El futbolista chileno fue una de las grandes sensaciones en el inicio de temporada, pero su aportación se ha ido diluyendo con el paso de las jornadas

Sergio se pone al habla

Carlos Akapo y su actuación ante el Real Madrid

Tomás Alarcón quiere volver a ser una pieza fundamental en el Cádiz CCF

Pablo Vallejo

Tomás Alarcón causó impacto durante los primeros partidos de liga. El chileno aterrizó en Cádiz el pasado verano procedente de O’Higgings y a cambio de 2 millones de euros. Sus características hacían prever que se convertiría en un jugador importante en el equipo que por aquel entonces entrenaba Álvaro Cervera. Técnico, capacidad de llegada y con inercia asociativa, pero, al mismo tiempo, trabajador, bregador y con un porcentaje alto de recuperaciones. Lo que en Inglaterra sería conocido como un futbolista ‘box to box’. Alarcón se convirtió, después de la puntual locura provocada por Osmajic, en predilección para una afición que veía en el chileno un proyecto de jugador brutal. Y así lo fue confirmando en los primeros partidos.

La llegada al área frente al Betis, el buen balón parado mostrado en el encuentro en Balaídos o la capacidad de asumir toda la construcción ofensiva del Cádiz con todo un Barcelona delante, por no hablar de la garra que transmitía a las gradas amarillas. Alarcón parecía destinado a ser una pieza capital del conjunto gaditano y, además, de comenzar a forjarse como un futbolista cotizado en el futuro. De los primeros 720 minutos de competición liguera, Tomás Alarcón disputó 659. Un dato que muestra la confianza que gozaba del entrenador. Todo cambió tras el parón por selecciones celebrado a comienzos del mes de octubre. A la vuelta, el Cádiz era aplastado por el Espanyol, mostrando una de las peores caras del curso. Lejos de mejorar, el cuadro de Cervera no levantó cabeza en el siguiente duelo ante un rival directo como el Alavés. En el descanso hubo cambios y el chileno fue uno de los damnificados. Algo empezaba a no funcionar con el centrocampista.

La participación de Alarcón fue disminuyendo progresivamente. Y cuando Cervera volvía a contar con él, nueva bofetada. Es el caso de la humillante derrota ante el Getafe en el Coliseum. Cervera abrió una variante táctica que favoreció al chileno, que actuó como jugador más atrasado en el trivote formado por los amarillos en los encuentros ante el Granada o el Real Madrid, donde Alarcón volvió a disputar buenos minutos y ayudó al grupo a puntuar.

Se disfrazaría de héroe en Copa ante el Fuenlabrada pero, tras la derrota ante Osasuna, el bueno de Tomás parece haber quedado definitivamente en un segundo plano. La llegada de Sergio González, acompañada por dos refuerzos como Fede San Emeterio y Rubén Alcaraz para la medular, le ponen las cosas muy difíciles al ex de O’Higgings. El nuevo entrenador no se inclina hacía un Alarcón que tendrá que demostrar que es un jugador perfectamente válido para este sistema y que puede sumar atributos y cualidades a un equipo que necesita de la aportación de todos sus componentes. La ilusión se convirtió en desilusión para Tomás, pero aún quedan muchas jornadas para volver a soñar con un futbolista que tiene una proyección tremenda. El Nuevo Mirandilla aún tiene ganas de disfrutar de su inteligencia táctica, su compromiso en lo defensivo y su sorpresa en el ataque. Es hora de darle la vuelta a la tortilla.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación