Cádiz Cf
Théo (Bongonda) disfruta del fútbol
El extremo mostró su mejor versión técnica y resolutiva cuando el Cádiz más lo necesitaba
Bongonda, en su gran noche
Si consideramos el fútbol como un espectáculo se dice que es por estos futbolistas por los que se paga una entrada. Por los que realmente vale la pena rascarse el bolsillo. Aquellos que te hacen saltar del asiento mientras te olvidas de todos los problemas gracias a la redonda. Técnico, diferencial, disfrutón y llamativo para los ojos del hincha. Sin embargo, en Cádiz no necesitamos a jugadores así para llenar estadios (porque la afición está en todas) – que no es que nos sobren los buenos -, sino para ganar puntos. Para eso vino Thèo Bongonda al Cádiz CF y para eso lo ha requerido Sergio González. Un círculo que se cierra de la forma más bonita.
La trayectoria del internacional por la República Democrática del Congo desde que fichó por el club amarillo ya la conocemos: llegó en baja forma física debido a su mala pretemporada con el Genk, le costó encontrar el ritmo competitivo y se fue al parón por el Mundial ofreciendo alguna muestra de lo que podía ser, pero no era. Tras la cita mundialista, al habilidoso extremo se le vio mucho más mimetizado con la ideología futbolística de Sergio González. Con mayor implicación defensiva y con mayor sentimiento colectivo. Algo vital y capital para los planteamientos del técnico catalán.
Ahí comenzó a sumar en sus cifras de producción ofensiva. Anotó su segundo tanto ante el Mallorca y repartió un par de asistencias en la victoria frente al Girona. Eran los mejores momentos de la temporada para el Cádiz como local y, al mismo tiempo, para nuestro protagonista. Un equipo con inercia positiva que solo miraba hacia adelante y que hizo de su feudo un lugar inexpugnable. Pero llegó la lesión de Ocampo, que estaba a un nivel estratosférico. Justo ahí, cuando Sergio más necesitaba a Bongonda, se fue apagando la llama del de Charleroi. El cuadro amarillo perdía así, de golpe, a sus dos jugadores más diferenciales en los últimos metros. Aquellos que te desatascan cualquier entramado defensivo bien organizado. El que pone las ideas y la creatividad cuando todos los demás no paran de chocarse contra el muro.
💛💥 @Theo_Bongonda pic.twitter.com/1ARKXRBySp
— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) May 20, 2023
Y es que, si algo ha desprendido Thèo, además de una capacidad individual fundamental de cambiar el signo de un choque, en su primera campaña como cadista, es que es algo intermitente. Llámalo intermitencia o llámalo que necesita que el contexto de partido le acompañe. Lo cierto es que en el Villamarín volvió a mostrar una exquisita versión y volvió a repartir alegría, esta vez al gaditano Chris Ramos, al que le cedía un balón en bandeja tras una conducción de alto nivel. Pero esto es una montaña rusa. Y vino la caída. Tanta, que en cuanto Alejo completó dos buenos tramos perdió el sitio a favor del vallisoletano que, a falta de la calidad técnica de Bongonda, imprimía carácter, energía, chispa, profundidad y verticalidad por el costado derecho.
Thèo se apagó en el peor momento, cuando el equipo se tambaleaba después de haber cosechado malos resultados ante Osasuna, Atlético de Madrid y Mallorca, y haber ganado un balón de oxígeno en la visita del Valencia. Pero hasta ahí. Alejo vio la quinta amarilla en Son Moix y, desde entonces, todo el cadismo sabía que Bongonda iba a desempeñarse por el costado derecho ante el Valladolid.
Y qué lujo. Desde el comienzo se mostró metido en el encuentro. Fino en las conducciones y en los cambios de ritmo, una cualidad que ha ido desarrollando progresivamente durante la campaña, acompañándola de una mejora constante a nivel físico. La primera mitad mostró que el Cádiz fue superior. La segunda, sin embargo, no se inició de la mejor manera. Dos equipos dubitativos que reflejaban la situación clasificatoria de ambos. Y ahí es donde aparecen los buenos jugadores. Tras una maravilla del Choco Lozano de espaldas, Bongonda puso el objetivo en la portería de Masip y, aprovechando el medio metro clave que le otorgó el aclarado de Iza, la puso donde quiso para el delirio del estadio gaditano. Minutos después, no dudó en tomar la responsabilidad de tirar el penalti. Con calidad, la justó al palo para setenciar el encuentro.
— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) May 20, 2023
Quizás sea por eso por lo que es mágico: porque no siempre lo es. En una alternancia constante de rendimiento, cuanto más partidos sin estar fino acumule más cerca está de provocar que nos quitemos el sombrero. Sin duda, un monumento a la calidad que tiene como asignatura pendiente ser mucho más regular en ataque. Él lo sabe, y es consciente de que es una pieza diferencial en la parcela ofensiva. El viernes provocó alegría y júbilo. Hizo saltar a todos los presentes en una de esas noches que hacen cadismo y que fluye de generación en generación. Al fin y al cabo, la afición amarilla no necesita de peloteros para animar a su equipo y acompañarlo allá donde esté en espacio y tiempo. Pero sí necesita puntos para que su equipo se quede en Primera. Y ahí están jugadores como Bongonda, que son un verdadero espectáculo.
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