Cádiz CF
Sergio echa el freno
El técnico cadista varió su plan en Montilivi y acabó pagándolo
Se han cargado las tintas contra Sergio este fin de semana después de ver el comportamiento de su equipo en los últimos compases de la segunda parte en Montilivi y que acabó con el empate final del Girona tras varios acercamientos. Hasta el minuto 70 todo no estaba solamente controlado sino que los amarillos pudieron sentenciar de estar más finos en las ocasiones que malograron. Pero a medida que el Girona volvó su ataque en el juego directo buscando las referencias de sus dos tanques (Castellanos y Stuani), el Cádiz CF reculó y se ahogó en su propio campo. Para colmo, los eternos ocho más un minuto pesaron como una losa en una defensa que no hizo más que defenderse en mitad de un vendaval de llegadas que finalmente acabó con el gol del empate en el minuto 101 y tras el enésimo balón colgado al área de Ledesma, que una jornada más estuvo cumbre.
Pero si le han caído algunas críticas al esforzado entrenador del Cádiz CF ha sido precisamente porque venía de tres jornadas en los que en vez de dar ese paso atrás que dio en Gerona dio dos o tres hacia delante. El primer día que tiró de valentía fue en el peor momento ya que el Valladolid insistía e insistía en un partido que de perderlo el Cádiz quien sabe donde estaría ahora mismo el propio Sergio. Sin embargo, cuando peor estuvieron las cosas más ambición sacó y terminó ganando el partido con cuatro delanteros en liza (Lucas Pérez, Negredo, Sobrino y Bongonda) y un centro del campo de pura creación con Rubén Alcaraz y José Mari. El gol de Negredo, a centro del también recién salido Zaldua), le dio la razón tras un partido en el que el Valladolid se mostró muy superior en la mayoría de los minutos.
Ese triunfo dio confianza al Cádiz, que se preparaba para recibir dos visitas seguidas en Carranza. En la primera, ante todo un Villarreal, se volvió a ver un Cádiz CF echado hacia delante, sin complejos y en la búsqueda de la victoria aunque sin volverse loco. Sólo hay que ver los cambios que introdujo Sergio para aseverar que el Cádiz CF iba en serio a por un partido que acabó con un jugador menos por expulsión de Iza. Lucas Pérez, Lozano y Sobrino estuvieron apoyados desde atrás por un centro del campo con Álex y José Mari que llegaron a dominar a un Villarreal que se conformó con el empate ante la pujanza del equipo gaditano.
Como en Valladolid, Sergio le dio un vuelco al equipo y desde el banquillo mandó continuamente señales de ir a por los tres puntos.
Tras el empate en Carranza ante el Villarreal llegaría el Espanyol y el ‘modus operandi’ de Sergio fue calcado aunque variando la pieza inicial en el lateral derecho dada la sanción de Iza. Otra vez, los cambios en la segunda parte fueron idénticos a los del día frente al Villarreal y una vez pasada la caraja con la que salió el equipo tras el descanso y que le costó ponerse 1-2 por debajo en el marcador, Sergio volvía a repetir la jugada. Refrescaba el centro del campo sentando a los expucelanos Alcaraz y San Emeterio y metía a José Mari y Álex Fernández. Y al mismo tiempo, renovaba el ataque volviendo a sentar a Bongonda y Negredo y dando entrada al Choco Lozano y Lucas Pérez. La pizarra le salió a la perfección y el equipo pudo empatar el encuentro y hasta ganarlo de haber entrado el libre directo de Lucas Pérez que se estrelló en la cruceta.
La valentía y el arrojo demostrado por el equipo amarillo fue destacado en dichas tres semanas así como ahora se ha tenido que censurar el tipo de reacción que tuvo Sergio para contrarrestar a un Girona volcado en el fútbol directo.
Los primeros cambios que metió Sergio para refrescar al equipo y ya con el 0-1 fueron hombre por hombre. Así, José Mari suplía a San Emeterio y Lozano a Negredo en el 58. Un minuto después Zaldúa sustituía al lesionado Iza en el lateral. Pasaban los minutos y en vista a que el Girona proseguía en sus intentos buscando la cabeza de Stuani o las prolongaciones a Tati Castellanos, Sergio González echó el freno a los suyos y les mando dos mensajes bien claros. Sacaba del campo a Iván Alejo en el 70’ y daba entrada a Juan Cala para fijar tres centrales, una defensa de cinco, dos mediocentros y tres hombres arriba (Álex, Sobrino y Lozano). A los cinco minutos, sentaba a Álex y metía a Brian Ocampo para aprovechar la velocidad de un uruguayo que no está acertado desde que se ha puesto la camiseta del Cádiz CF.
El resultado no fue el buscado. Es verdad que pudo haber dos contragolpes a los que se les pudo haber sacado más ganancias pero Ocampo nunca escogió la mejor opción. Pasaban los minutos y cuando más parecía hundido el Girona fue cuando más vida tomó después del enésimo centro lateral facilitado por la defensa amarilla. Espino, tras un rechace, hizo penalti a Vallejo y Stuani empató. Antes, el colegiado ya había anulado dos goles al conjunto catalán, que avisar avisó un rato.
Sergio tiró del freno en Gerona y le salió mal. Es cierto que pocas veces esta Liga ha tenido que defender un resultado y era tan importante la victoria para coger aire y salir del descenso que puede que ese miedo a perder lo que se tiene le llevase a caer en el error. El Cádiz CF se olvidó de la pelota y el Girona, más por inercia que por decisión , no tuvo otra que avanzar metros ante un equipo que se los iba concediendo a medida que los minutos iban pasando. Para colmo, no ayudaron tampoco algunas pérdidas de tiempo absurdas de las que tomaría nota el árbitro, que después se cebaría de manera exagerada con un equipo que acabó ahogado.
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