Cádiz CF
Un picapedrero que sonríe desde la cantera
Paco Lozano ha sido el principal valedor de dos jóvenes que han irrumpido recientemente en el primer equipo de Sergio González
Abajo, abajo del todo, en la cantera, hay un hombre especialmente feliz. Es Paco Lozano, que con la ayuda en el banquillo de Emilio Aguilera, ha conseguido ver esta temporada jugando en la elite a dos jugadores que él ha mimado desde la más tierna infancia y en momentos delicados. Ambos, Chris Ramos y José de la Rosa, han logrado cumplir el sueño de jugar en Primera División.
Años atrás de esta eclosión de los dos jugadores que ya ha utilizado Sergio González, Paco Lozano los veía poco a poco despuntar. El último en dar la campanada ha sido el onubense José Antonio de la Rosa, que cuando fichó por las categorías inferiores del Cádiz CF en la temporada 20/21 contaba con apenas 15 años «y ya sabía que se trataba de una oportunidad única» recuerda Lozano, que sabía que el joven no había tenido suerte en la cantera del Recreativo de Huelva y del Betis.
Lozano habla en plural para referirse a su ayudante en el banquillo en años anteriores en el Juvenil Fundación Cádiz CF, donde José de la Rosa la rompió marcando 24 goles, que sirvieron para el ascenso para el ascenso del equipo a División de Honor. El club vio su valía y le renovó su contrato hasta el 27. «Venía como delantero y no terminaba de brillar, por lo que le rebuscamos otro sitio y dimos con la posición de extremo por la izquierda, donde se salió», asegura con números en las manos.
«En su primer año hizo una primera vuelta algo discreta, pero en cuanto lo cambiamos de sitio hizo una segunda increíble. No sólo marcó 24 goles, también asistió con una cifra parecida. Lozano señala sus principales virtudes. «Velocidad, un control del balón espectacular y gol. Eso sí, no hay que olvidar que todavía es un niño ; acaba de cumplir los 18 y hay que tener paciencia».
En ese salto cualitativo que ha dado, Paco Lozano resalta la labor de su ayudante Emilio Aguilera . «A estas edades es muy importante lo que le rodee al jugador y en este aspecto Emilio ha hecho un gran trabajo mental con él. José ha estado en todo momento rodeado», comenta sobre un jugador que no lo pasó muy bien en las categorías inferiores del Recre y del Betis, dos clubes a los que iba a entrenar en el día y regresaba a su casa. Sin duda, estabilizar su día a día fijando su residencia le ha venido de perlas a un jugador que no quiere descuidar sus estudios. Ahora, el último jugador en debutar con el Cádiz CF a sus 18 años convive en un chalet del club junto a dos compañeros del filial.
A nivel personal, Lozano elogia a la promesa cadista. «Es muy buen chaval, se le ve muy centrado y si se sigue cuidando y no hace locuras puede llegar a ser un futbolista de nivel» , se aventura un entrenador de la cantera que comenzó este año entrenando al Balón Senior de Primera Andaluza hasta que en el pasado mes de febrero prefirió dar un paso al lado para que su compañero Juan Antonio Román enderezará el rumbo del equipo.
La carrera de Paco Lozano en el Cádiz CF es larga , aunque se parte en dos trayectorias. Entre ambas suma 16 años trabajando para la cantera del club. En esta última ha ligado ya siete años consecutivos en donde ha ascendido poco a poco y gracias a su trabajo siempre intachable y comedido, pues así es su carácter, trabajador en la sombra y humilde. Su buen hacer desde abajo le dio el crédito necesario para que este año cogiese las riendas del Balón senior tras la absorción del Fundación por el Cádiz CF.
Pero De la Rosa no ha sido la única joya que ha pulido Lozano, que este pasado mes de enero volvia a sacar pecho cuando se enteró que el Cádiz CF fichaba a otro de los suyos, en este caso el gaditano Chris Ramos, al que él entrnó durante tres años en el Tiempo Libre en este tiempo en el que frenó su trayectoria en el Cádiz CF. Y si con De la Rosa solo tiene palabras de elogio, no menos para Ramos, al que «ya se le veía un nivel muy por encima de otros muchachos de su edad. Su fichaje con un Primera como el Cádiz CF puedo decir que no me sorprendió mucho, la verdad. Se veía que podía llegar desde que era un niño. Desde luego, verlo jugar en el equipo de mis amores, que también es el suyo, es más que un motivo de orgullo para mí», comenta su exentrenador en el Tiempo Libre.