Cádiz CF
'Pacha' Espino, del desconocido al titularísimo
El uruguayo llegó al Cádiz dejando unas pésimas sensaciones, que con el paso de los años han cambiado a un legado importante
Alfonso 'Pacha' Espino ya es historia del Cádiz CF. Su marcha al Rayo Vallecano, un equipo de La Liga cadista, por más que esta temporada temporada haya sido excelente, ha dejado un sabor de boca agriducle en muchos aficionados amarillos. El futbolista siempre dijo que dejería el Cádiz por cotas superiores, pero finalmente no ha sido así. Sea por lo que fuere, el uruguayo cambia un equipo donde era un futbolista importante por otro en el que tendrá que demostrar cosas que en tierras gaditanas ya se conocían.
Porque precisamente la historia de Espino en Cádiz ha sido la de un futbolista que ha ido claramente de menos a más. Una evolución abismal de un lateral que llegó dejando muchísimas dudas e incluso con la sensación de que no tenía nivel siquiera para jugar en Segunda, categoría en la que el Cádiz militaba por entonces. Perdido, bajo de ritmo, sin ir adelante o atrás, los primeros meses del lateral zurdo fueron muy malos en aquel equipo de Álvaro Cervera.
Y es por todo ello por lo que la historia del futbolista en Cádiz ha sido la de la superación en toda regla. El jugador que se ha ido para nada tiene que ver con el que llegó, por eso quizás duele también que un futbolista que ha evolucionado tanto se haya ido sin dejar un solo euro en las arcas del club. "Hubo una oferta la temporada pasada pero le dije al presidente que no lo vendiera", reconocía Sergio hace unos días sobre la situación del uruguayo la pasada campaña.
El Pacha ha vivido un ascenso y tres permanencias consecutivas en Primera División , siendo titular indiscutible tanto con Álvaro Cervera como con Sergio. Sin olvidar que sus competidores en la banda han estado muy lejos del nivel mostrado por el uruguayo.
Cervera le dio la alteranativa en una temporada en la que Brian Oliván estaba defenestrenado y Matos no terminaba de dar el nivel para ser titular. Pocos conocían a un jugador que llegaría a ser clave en la temporada del ascenso, la 19/20 (quién no recuerda aquel gol en Almería que le daba el liderato de Segunda al cuadro gaditano).
Fortaleza en ataque y una mejoría en defensa que encontró con Cervera, aquella campaña del ascenso guardaba las espaladas a Perea. Ambos formaron un dupla importante para dar el salto de categoría, con pandemia incluida. Todo con alguna desesperación incluida del entrenador cadista por entonces, debido a sus fallos atrás. Y es que siempre el uruguayo ha destacado más por su aportación ofensiva.
Tanto es así que ya en Primera se prodigó en goles, como aquel al Levante en la primera jornada o el que marcó en Vigo ante el Celta tras el error de Salvi en el penalti. Esa y la siguiente fueron las mejores del uruguayo como amarillo, y es que la llegada de Sergio no impidió que Espino siguiera siendo titular, incluso en días de rotaciones como aquel del Camp Nou en el que el Cádiz logró la primera victoria de su historia ante el Barcelona en su estadio.
Y llegando a esta última temporada, el jugador ha vuelto a ser titular jugando hasta 36 partidos. Eso sí, el futbolista ha sido protagonista de algún que otro penalti absurdo en el límite de los partidos (Girona y Getafe), pero no por ello no ha tenido la oportunidad de ser un futbolista importante. Su carisma de garra e identificación con el cadismo le han hecho ser un jugador querido que deja admiradores pero también algún detractor que no ha entendido su cambio de aires a Vallecas.
Un buen futbolista de Primera pero que, las cosas del fútbol, se ha topado con su propia realidad. Sus aspiraciones de jugar en Europa se han ido al traste, puesto que detrás de las virtudes del Pacha también hay sus carencias.
Lo que no se podrá discutir del uruguayo es su enorme profesionalidad y entrega por un equipo que ha visto crecer a un jugador que llegó con dudas para terminar siendo indiscutible e incluso capitán cadista.
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