(Previa) Dos sombras frente a frente

Dos equipos y cuatro empates. Esos son los números que comparten Cádiz y Osasuna, que esta tarde se miden en Carranza (19.30) bajo el inmenso respeto y la no menos admiración que se profesan sus dos entrenadores. Los pamplonicas han empatado sin goles sus dos primeros encuentros en El Sadar (ante Espanyol y Celta) mientras que el Cádiz cuenta sus partidos también con tablas, aunque en su caso con el marcador de 1-1, ante Levante y Betis, respectivamente.

Navarros y andaluces tienen dos formas de jugar similares, si bien los rojillos suelen presionar mucho más arriba que los amarillos, que por eso de estar jugando en su casa y ya con público deberán tener algo más de ambición que lo que se le puede pedir fuera de su estadio. Sin embargo, no es que haya una preocupación excesiva en la cabeza de Cervera, que ve bien a su equipo y mejorando en los aspectos que debe seguir mejorando para que este año las cosas vayan por el mismo camino que el pasado. Lo que sí tiene claro Cervera. O mejor dicho, lo que parece tener claro es que este año a su equipo y a él se le va a exigir más. Y ojo, no su afición sino los rivales. Y más en concreto sus colegas, los entrenadores.

Las críticas de Pellegrini tras no poder ganar al Cádiz el pasado viernes puede que sean sólo las primeras de unas cuantas que provengan de entrenadores de esos que se creen que han inventado el fútbol y que todo lo que no sea tener el balón representa un insulto para este deporte. Lo dirán a veces con mejores o peores palabras, pero lo que parece evidente es que la destrucción que propone el Cádiz será pasada por armas cada vez que un entrenador que no haya podido con el submarino le toque hablar por el micrófono de turno.

Con toda seguridad, ante el Osasuna no ocurrirá eso. Cervera y Arrasate siempre se han elogiado desde la sinceridad desde que el segundo entrenaba al Numancia en Segunda y coincidió con el de las gafas varias temporadas en Segunda. Estos dos últimos años también han vuelto a coincidir en Primera, donde han llegado ambos por la misma vía del ascenso. El vasco lo consiguió un año antes que el nacido en Guinea. De hecho, Osasuna y Cádiz mantienen una trayectoria similar en los últimos años en los que ambos están viviendo un crecimiento exponencial viniendo de Segunda recientemente.

Es precisamente esa continuidad en el cargo lo que le ha dado tanto al Osasuna como al Cádiz una identidad clarísima y temida en Primera. La directiva rojilla confiaba ciegamente en Arrasate. Un ejemplo claro de ello fue la pasada campaña y coincidiendo en un pésimo momento de resultados que tenía al Osasuna en puestos de descenso. Desde fuera todo hacía pensar que la destitución del técnico vasco estaba en camino pero no eran palabras huecas las que pronunciaba jornada tras jornada y descalabro tras descalabro la fiel directiva del club navarro. Al final, el tiempo le dio la razón y el Osasuna, con Arrasate en el banco , fue capaz de enmendar la situación hasta el punto que finalizó la temporada salvándose sin excesivos riesgos.

Lo mismo puede decirse de Cervera, aunque en el caso del entrenador del Cádiz pocas razones ha dado para que se dude de su trabajo. Tal vez, aquel ‘Tourmalet’ por el que pasó el equipo tras medirse y recibir severas goleadas consecutivamente ante Athletic, Sevilla, Atlético o Real Sociedad hizo que algunos comenzaran a dudar de la labora de Cervera, pero de la boca de Vizcaíno no salió ni ‘mú’. Bueno sí, salió un comunicado muy duro contra los arbitrajes en los que les hacía responsable de la pérdida de muchos puntos que se habían quedado por el camino en lo que pudo entenderse como un claro mensaje de unidad en torno a los suyos y, por supuesto, de su entrenador.

Osasuna y Cádiz, sobre el papel, están llamados a pelear por el mismo objetivo . Ambos equipos lo consiguieron con relativa facilidad la pasada campaña y este año la exigencia viene servida por ellos mismos. Este pasado viernes era preguntado por ello el propio Cervera, que se limitó a decir que la afición es libre para exigir lo que quiera pero que él no se va a poner ni más ni menos presión que el pasado curso pese a contar con un equipo mejorado desde la dirección deportiva. Y lleva razón. Cervera asume que el personal se ha dado cuenta que tiene un mejor equipo, pero allá el que piense que por ello este once está llamado a hacer cosas distintas sobre el campo. Hoy, ante el Osasuna, Cervera dispondrá del mismo once que se adelantó en el Villamarín para acabar perdiendo tiempo, según Pellegrini, para acabar sumando un punto.