Cádiz Cf
Falta chispa
Aún con un mes de mercado por delante el Cádiz deja entrever la misma dificultad ofensiva de antaño
Cádiz - Lille (Crónica) Primera derrota de la pretemporada
Poco ha cambiado la película, da igual quien esté en el banquillo. Pasaba con Álvaro Cervera y ahora pasará con Sergio González y, lo peor, es que no será por culpa de ellos. Manuel Vizcaíno tiene una especie de fe ciega en sus entrenadores y en base a ello parece que confía la temporada. Llega la tercera campaña en Primera y, aunque es cierto que falta un mes de mercado, los tiros no apuntan a un perfil en concreto y eso desespera a los aficionados amarillos.
Desde aquel ansiado ascenso en el Rico Pérez el conjunto cadista ha prevalecido por lo que hacía en defensa. El ataque siempre ha sido el complemento perfecto a un ejercicio que brillaba por su solidez en la retaguardia y las pocas opciones para el equipo rival. Sin embargo, todo tiene una fecha de caducidad y la del Cádiz se plasmó el pasado mercado de invierno.
Porque las cosas no iban bien y fue cuando desde arriba se dieron cuenta de que hacía falta adquirir futbolistas que fueran de la mano con la categoría. Ahí llegaron los Luis Hernández, Rubén Alcaraz, Idrissi… Jugadores que subieron el nivel y que, sobre todo, abrieron canales hasta entonces nunca vistos en el seno de un equipo de Primera.
Pero, sobre todo, quien cambió la visión fue Lucas Pérez. El atacante gallego llegó en invierno para demostrar que tener más calidad que el resto es un atajo hacia el éxito. Durante seis meses ha hecho gala de sus virtudes y, mediante lanzamientos de falta, asistencias, goles y el punto de creatividad necesario en los últimos metros llevó a los amarillos a una salvación que se antoja histórica.
Con el inicio de la nueva campaña esta necesidad parece volverse prioridad. A falta de un mes para el cierre del mercado el Cádiz no ha hecho esfuerzos para sumar recursos arriba y, lejos de eso, se sondea la posible salida de Lucas Pérez. Los elementos diferenciales en el equipo brillan por su ausencia y eso, hasta el momento, es y será uno de los grandes lunares de Sergio González para la campaña.
Cierto es que al técnico catalán muchas veces le gana lo seguro y no lo atrevido, algo así como le pasaba a Álvaro Cervera. Porque un buen ataque es una buena defensa pero, en el caso de Sergio, necesitaba remar a contracorriente y levantar posiciones. Es ahí donde entra el riesgo en ataque, un riesgo que a muchos entrenadores no les gusta pero que, los “minipartidos” te llevan a ello.
Actualmente el Cádiz no tiene elementos diferenciales. A falta de ver la capacidad de Awer Mabil en LaLiga, los amarillos no tienen jugadores para romper líneas. Sobrino en momentos puntuales, aunque la mayor garantía parece venir con Iván Alejo, un futbolista que encara y encara y siempre apuesta por un fútbol vertical. Eso sí, siempre por fuera.
Por eso para que Alejo sea diferencial necesita de un Negredo o un ‘Choco’ Lozano que estén acertados en el remate. La capacidad rematadora y goleadora de estos dos es otro de los elementos a los que, hasta el momento, se puede agarrar el Cádiz. Es pronto y falta un mes por delante, pero los amarillos avisan de la misma falta de ideas en ataque que en años anteriores.
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