Cádiz Cf

Experiencias encontradas

El conjunto de Sergio González vuelve a la Copa después de haberse quedado a un paso de alcanzar las semifinales la pasada edición

Rubén Alcaraz discute con Comert en los cuartos de final de la pasada edición L.V.

P.V.

La Copa vuelve y con ella la ilusión de los más modestos para hacer historia. El nuevo formato, implementado en la temporada 2019/20 es amado por los aficionados, que disfrutan viendo como los grandes se complican la vida en campos de equipos de divisiones inferiores. El torneo, ahora, es mucho más atractivo y hace que la emoción esté presente en cada encuentro. Las eliminatorias a partido único ya han provocado la caída de los conjuntos más laureados, y en el fútbol, como en la vida, la gente se suele poner del lado del más débil.

Desde que cambiara el formato, el Cádiz ha tenido distintas experiencias coperas. El primer año bajo las nuevas reglas no fue para recordar. Tras vencer a domicilio al Lealtad de Villaviciosa, el equipo amarillo cayó derrotado ante la UD Logroñés en la tanda de penaltis y fue eliminado de la competición. En la siguiente, ya en Primera División, los gaditanos tuvieron que conformarse con alcanzar los dieciseisavos. Los de Cervera vencían al Ribadumia con tantos de Garrido y Malbasic y, posteriormente, lograban avanzar después de superar al Pontevedra desde los once metros. Sin embargo, el Girona apeaba a los amarillos tras vencer por dos goles a cero.

La mejor edición para el Cádiz fue la pasada, cuando estuvo muy cerca de igualar su mejor registro y alcanzar las semifinales del torneo. Los amarillos, con Álvaro Cervera en el banquillo, vencieron al Villa de Fortuna por cero goles a siete y luego al Albacete con una solitaria diana de Florin Andone. En dieciseisavos, un gol de Tomás Alarcón en el 93 valió para tumbar al Fuenlabrada y avanzar a la siguiente fase. El rumano y el chileno utilizaron la Copa para reivindicarse y ganar enteros con un Cervera que sería cesado apenas un mes después.

En octavos, al Cádiz le tocó visitar El Molinón. Con empate a cero después de 120 minutos de juego, los lanzamientos de penaltis decidieron qué equipo avanzaría a los cuartos. Los amarillos no fallaron y aprovecharon los errores de Pedro Díaz y Fran Villalba desde los once metros. Aquel día, Sergio González se estrenó en el banquillo cadista para, tres días después, hacerlo en el campeonato liguero frente al Espanyol. En cuartos de final, el Cádiz visitó Mestalla para medirse al Valencia. Lucas Pérez igualó el tanto inicial de Guedes pero Hugo Duro, en el 79, hizo el tanto ganador. Aquel día, los amarillos merecieron algo más y estuvieron muy cerca de plantarse en semifinales.

Una competición bonita, dura y, en el caso del Cádiz, secundaria con respecto a su objetivo principal. Sergio González, que levantó dos copas como jugador – una con el Dépor y otra con el Espanyol – ha manifestado en varias ocasiones que le gusta mucho el torneo. Un formato apasionante, ilusionante y que permite a los más modestos medirse de igual a igual con los gigantes de nuestro fútbol.

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